Capítulo 55

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Narra Andreu:
Por unos segundos no decimos nada. Silencio. Todos en la misma posición. Berto y yo nos echábamos miradas fugaces, ya que no le quitaba ojo a mi madre. Hasta que Berto habló:

Berto: "Bueno... tendremos que hablar, ¿verdad?"- sonrió amable y yo respiré hondo. Mi madre sonrió y asintió.-"Venga, siéntase"- dijo Berto señalando la cama.
Berto cogió dos sillas y las puso delante de mi madre. Nos sentamos. Yo estaba nervioso. Berto parecía que controlaba la situación y yo no sabía cuándo intervenir.
Teresa: "Empezad"
Berto y yo nos miramos, bajó la mirada, le seguí y me cogió de la mano. La apretó fuerte, volvió a mirarme y sonrió. Volvió a mirar a mi madre y habló.

Berto: "No sabría explicarle muy bien por qué estamos así, solo sabemos que ha pasado y nos... gustamos."- dijo mirándome. Yo sonreí de los nervios.-"Le resultará extraño ya que su hijo hasta hace un par de días le gustaban las mujeres, al igual que a mí pero el que ahora nos gustemos explicaría por qué nunca nos ha ido bien con las mujeres."- rió suave y mi madre se unió pero sin llegar a carcajada. Quería relajar el ambiente y lo estaba consiguiendo.

Teresa: "Entenderéis que sea una noticia bastante fuerte, ¿verdad?"

Berto: "Claro que lo entendemos por eso estamos aquí contándoselo"- mi madre volvió a sonreír y me dirigió una mirada algo seria. Yo tragué y noté cómo Berto me apretó un poco la mano en señal de fuerza. Respiré y supe que era el momento de hablar.

Andreu: "Mamá... yo... sé que ea todo muy raro y muy precipitado pero debes entender que no pasa nada porque me guste un hombre. ¿Lo entiendes?"- dije con miedo.

Teresa: "Claro que lo entiendo, hijo. Por eso quería pedirte disculpas por reaccionar antes así."

Berto: "No se preocupe, es comprensible."- mi madre nos cogió de la mano y las acarició.  Berto y yo nos miramos extrañados.

Andreu: "¿Qué te pasa, mamá?"

Teresa: "Nada, nada. Estoy asimilándolo todo."- dijo apenada y juntó nuestras manos.-"Solo os pido que os queráis siempre, que os respetéis y que si por alguna razón rompéis, no os fastidieis el uno al otro y que la amistad tan bonita que tenéis no se rompa por una relación."- miré a Berto y me sonreía feliz, le sonreí también.-"¿Me lo prometeis?"

Berto y Andreu: "Te lo prometemos"- nos miramos asombrados y reímos suave.

Teresa: "Así me gusta. Ahora os dejo solos. No quiero molestaros más."- se levanta de la cama y Berto se levanta al mismo tiempo y tira de mí.
La acompañamos hasta la puerta, aún cogidos de la mano y se fue. Nos quedamos debajo del marco de la puerta y nos miramos. Sonreímos aliviados y le besé. Él rodeó mi cuello y empezamos a andar basándonos. Cerré la puerta y él aprovechó para saltar y engancharse a mi cintura como un koala. Al pensar eso sonreí y él también. Lo abracé por la espalda y lo puse contra la pared. Seguíamos basándonos y paró para susurrarme.

Berto: "¿Ya es oficial, no?"

Andreu: "¿El qué?"- no sabía de qué hablaba, seguía perdido en sus besos.

Berto: "Ya es oficial que tengo un novio realmente guapo"-sonrió y me acarició el pelo. Le seguí la coña.

Andreu: "¿Ah, sí? Pues no lo veo"- sonrió pícaro y me besó con ganas.-"Te quiero, Alberto Romero"

Berto: "Y yo, Andreu Buenafuente"- me encantó cómo dijo mi nombre y lo separé de la pared para llevarlo al cuarto.

Llegamos y él seguía cogido de mi cintura. Empezó a mover las caderas y me encendí por dentro. Este hombre me pone mucho. Lo apoyé en la pared y quité mis manos de su espalda. Lo cogí de las costillas y bajé a besarle el cuello. Él suspiró fuerte y me sentí genial. Bajé a su clavícula y estiré su camiseta para besarle más. Él juntó sus piernas más a mí e hizo que mi cuerpo se juntara completamente a él. Todo el cuerpo hizo contacto, incluso con los pantalones puestos. Esto empezaba a estar más caliente. Me deshice de su camiseta y él hizo lo mismo con la mía. Junté nuestros pechos y besé su cuello. Volvió a suspirar pero ahora en mi oído y mi piel se erizó.
Lo llevé a la cama y lo tumbé en ella. Él arqueó la espalda y le quité los pantalones recreándome en la cremallera mientras le miraba. Él pareció entenderlo y sonrió con deseo. Terminé quitándoselo y lo tiré al suelo. Él me quitó el mío y ya estábamos igualados. Me tumbé encima suya y él quitó sus piernas de mi cintura. Empecé a besarle mientras pasaba mi mano por su cuerpo. Desde su clavícula hasta pasar la cinta del calzoncillo. Empezó a respirar entrecortado y eso me hizo desearle más. Él empezó un recorrido por mi espalda recreándose en la parte baja hasta que metió un poco la mano por debajo del calzoncillo. Yo sonreí en mitad del beso y suspiré en su boca. Él también suspiró. Empecé a bajar poco a poco su calzoncillo y él abrió los ojos, me miró con deseo y yo seguí mi camino. Con ayuda de mi otra mano, se lo bajé aún más rápido hasta conseguir quitárselo del todo. Noté que estaba realmente feliz en ese momento y al tener contacto con él me sentí extraño pero era algo nuevo y era de Berto. Me aceleré muchísimo, tanto que pasé una mano suavemente por su miembro y él gimió suave en mi oído. Me supo a gloria y seguí. Pensó que también me tocaba a mí y de un tirón me quitó mis calzoncillos. Hicimos contacto y me sentía realmente bien y Berto veía que también. Berto se abrió de piernas y yo me quedé dentro. En esa posición, empecé a subir y a bajar mis caderas, sin dejar de besarle, y nuestros amigos se empezaron a rozar, cada vez con más intensidad. Me gustaba tanto que me salió un gemido el cual Berto calló con un beso.

El momento cúlmine tenía que llegar y no tardaría mucho.

Y de repente... nosotros|| ANDREU & BERTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora