Capítulo 69

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Narra Andreu:
He pasado una gran semana junto a Berto. Besos, caricias, miradas, amaneceres preciosos...
Ahora voy a camino de mi despacho. Le he dejado un sobre con una nota y una foto. A lo mejor se asusta un poco por lo del otro día pero quería darle los buenos días. A lo mejor soy un pesado y un cursi porque esta mañana se los he dado pero me parecía muy bonito.
Abro la puerta de mi despacho y me encuentro a Carolina, mi ex, sentada en mi silla con los pies puestos encima de la mesa y ojeando mi blog de dibujos. Me hierve la sangre.
-"Hola, guapo"- me dice levantándose y sonriéndome. No me agrada nada pero nada verla y se lo digo.
-"¿Qué haces aquí? Creo que te dejé claro que no quería volver a verte."
-"Ya...pero te echaba de menos"- me pone pucheros y menos ganas tengo de verla.
-"Yo no"-digo muy seco. Cierro la puerta y me acerco a ella.
"Oh, tan simpático como siempre"-me dice con ironía
-"Márchate, sabes que no eres bienvenida"
-"Vamos, un ratito más. Solo quería verte."- se acerca y me coge del cuello de la camisa y me tira hacia ella. Estamos a unos centímetros y me repugna. La empujo sin intención de hacerle daño. No me gusta para nada pero tampoco es para matarla.
-"¡Déjame ya en paz!"- grito
-"¿Por qué?"- pregunta como si nada.
Le explico todo de muy mala leche y gritando y entonces la puerta se abre y aparece Berto.
-"¿Pasa algo?"- pregunta muy serio y sin dejar de mirar a Carolina.
-"No pasa nada, cariño"- miro hacia abajo de la rabia.
-"¿Cariño?"- me pregunta divertida. La miro con odio.
-"Mmm... sí. ¿Algún problema?"- salta Berto. Está mosqueado y solo la ha visto dos minutos. Carolina lo mira maliciosamente y a mí me entran ganas de estrangularla. Se acerca a él a paso lento y yo no dejo de mirarla. Berto se aparta para dejarla pasar pero ella se para delante suya.
-"Ninguna, Alberto Romero"- lo dice con rintintín y Berto se la queda mirando con preocupación en la mirada y es que ya nadie le llama así. Por un momento se me pasa por la mente la nota del otro día. Desecho la idea. Carolina es mala y perversa pero no una psicópata que la tomaría con Berto cuando lo conoce muy muy poco.
Berto se acerca y me pregunta lo que ha pasado, se lo explico y me subo un poco por el rencor que le tengo. Y es que poca gente lo sabe pero Carolina, cuando estuvimos juntos estábamos muy bien y yo la quería muchísimo. Un día decidí compartir mis cosas con ella y una de esas cosas fue mi dinero. Compartir cuenta bancaria y es que ella estaba pasando una mala racha y la quise ayudar. Un día, mientras que yo estaba de viaje por trabajo, fue al banco y transfirió todo mi dinero de mi cuenta corriente a una suya personal dejándome sin nada. Cuando volví a mi casa, ya no había nada suyo y muchas cosas mías de gran valor habían desaparecido. No quise volver a verla nunca más. Me costó olvidarla y lo peor de todo es que cuando estaba consiguiéndolo, venía a mi casa y me la encontraba siempre viendo la tele, como si fuera todo suyo (como hoy en mi despacho). La eché y finalmente cambié la cerradura. Lo pasé muy mal y los que siempre estuvieron fueron Berto, Silvia, Jose y mi madre junto a mi hermana. Edu y Ana llegaron más tarde y ellos no saben nada. Llevo años sin sentir nada por Carolina pero ella no deja de dar por culo. Mi corazón ya no le pertenece pero no le entra en la cabeza. Ahora es de Berto y de momento lo está cuidando muy bien.
Entra Ana Mari interrumpiéndonos mientras nos besamos. Dice que se tiene que llevar a Berto y es que hoy es el día que no me puedo enterar de mucho en el programa. Le doy un beso en la mejilla y Ana Mari se lo lleva arrastrando prometiéndome que enseguida me lo devuelve. Me pongo a ordenar un poco el despacho y a colocar un poco las cosas en su sitio. Salgo del despacho y paso por delante del camerino de Berto. Escucho voces dentro y son Berto y Ana Mari.
-"¿Entonces, sabes más o menos lo que tienes que hacer, no?"-le pregunta ella
-"Sí, a ver. Tan tonto no soy, cariño"- Ana Mari ríe y me contagio un poco. Se escuchan unos pasos y disimulo. Abren la puerta.
-"¿Andreu? ¿Estabas escuchando?"
-"No, no. Acabo de llegar"- me pongo rojo. No sé mentir. Asomo la cabeza y veo a Berto sin camiseta. Le sonrío y él me la devuelve.
-"Ya, bueno... Anda, ahí te lo dejo. No me lo entretengas mucho que en veinte minutos lo necesito. Ah, y a ti en diez que tú sales antes."-me guiña un ojo y me besa en la mejilla.-"Adiós, Berto..."- se sonríen y sale.
-"Pasa, no te quedes ahí"-me dice Berto. Paso y cierro. Me hace un gesto en el sofá para que me siente.
-"¿Qué tal?"
-"Muy bien, ¿y tú?"- me sonríe y le beso rápido.
-"Ahora bien"- sonrío y él ríe.
-"Qué tonto eres"- me besa, se apoya en mi hombro y entrelaza nuestros dedos. Suspiro-"¿Qué te pasa?"-dice acariciando mi mano.
-"Nada... bueno, Carolina. Ya sabes"
-"Ya... bueno. No le hagas caso, es una idiota."
-"Lo sé pero creo que se ha obsesionado conmigo"- se incorpora y me mira.
-"¿Por qué dices eso?"- me pregunta preocupado.
-"Eh... bueno... no sé"
-"Dímelo..."- me dice con dulzura y lo miro a los ojos.
-"Hace unas semanas se presentó en mi casa otra vez, saltó al jardín y se puso a jugar con Mèl hasta que llegó el momento y quiso tirarlo a la piscina. Me enteré porque empezó a ladrar como un loco y gemir de miedo. Corrí a verlo y lo estaba tirando de la correa que la tenía muy apretada y me lo iba a matar. Empecé a gritarle y se mostró muy tranquila y sonriendo como si con ella no fuera la cosa. Le quité de la manos a Mèl, le quité la correa y corriendo se puso detrás mía..."-hago un silencio y Berto me aprieta la mano.-"Puedes tocar mi dinero, mis cosas pero a mi perro y a mi familia ni los toques..."- sonríe tímidamente.-"Por eso, cuando la he visto hoy y te ha hablado así, no he podido evitar pensar en la nota..."- mira hacia abajo y cambia la cara."-Siento sacarte este tema pero... no sé... me ha dado la sensación de que..."
-"También viene a por mí, ¿es eso, no?"- trago saliva.
-"No sé, Berto... no sé qué pensar"- gira la cabeza y lo oigo suspirar. Tiro de él y lo tumbo en mi pecho. Le sonrío y él lo intenta. Le acaricio la mejilla.-"Aún no lo sabemos con seguridad. No nos tenemos que preocupar."-sonrío para intentar tranquilazarle y me devuelve la sonrisa.
-"Sí, tienes razón."-me agacho y le beso despacio, él me sigue despacio y me acaricia el brazo. Sonríe en mitad del beso y se separa un poco.-"Me haces cosquillas"- me toco el bigote.
-"Uy, sí. Perdón. Le tengo que pedir a Ana Mari que me afeite un poco"
-"¿No tenías que haber ido ya?"- miro el reloj y me llevo las manos a la cabeza.
-"Madre mía. Me va a matar"- le doy un beso en la frente y me levanto rápidamente. Voy a la puerta y me tropiezo sin caerme.
-"No te caigas..."
-"Gracioso..."- le digo sin mirarle.
Ana Mari me va a matar. Entro y está mirando a la puerta de brazos cruzados y con el ceño fruncido. Me pongo derecho y sonrío.
-"Lo siento..."- niega con la cabeza. La que he liado.

Y de repente... nosotros|| ANDREU & BERTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora