Capítulo 117

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Narra Berto:

Hace ya dos meses desde que dejé a Joan en aquel centro. No levanto cabeza y ni siquiera me dejan ir a visitarlo, me dicen que no se pueden hacer visitas y lo intento una y otra vez y no me dan información sobre cómo está. Salgo muy poco de casa, hace un mes que no voy al programa y Andreu no se despega de mí, en parte lo agradezco. Me cuida como nunca y cuando me ve triste o llorando, me abraza y no me suelta hasta que no consigue una sonrisa por mi parte. Lo necesito más que nunca y él está más que nunca junto a mí. Ana Mari me saca a veces a la calle y damos una vuelta, Silvia me lleva al cine y Ana se queda conmigo en casa viendo la tele por la noche mientras Andreu está en el programa.
Noto unas caricias suaves en mi cara. Me acaricia la mejilla y me besa en la frente. Abro despacio los ojos y me sonríe.
-"Buenos días, mi amor"- me dice suave y me besa en los labios.
-"Buenos días..."- digo sin muchas ganas. Me sonríe con ternura y sigue acariciando mi cara. Cierro los ojos para disfrutar de sus caricias y me besa repetidas veces en la mejilla. Me muevo mirando hacia arriba y nuestros labios se rozan. Él sonríe y me besa, le sigo el beso y es que son las pocas cosas que me hacen seguir adelante. Pone su mano en mi cara y la acuna con suavidad. Necesito decirle lo que le quiero.
-"Te quiero... mucho"- le susurro y sonríe feliz.
-"Yo también, mi vida"- hace que sonría y me besa.-"¿Te apetece desayunar? Lo tienes abajo"- sonrío débilmente.
-"Claro, ahora voy"- me sonríe, me besa y se levanta. Doy vueltas por la cama y es que no tengo ganas de levantarme pero lo haré por él. Me siento en la cama y meto los pies en las zapatillas. Ya estamos en septiembre y va haciendo fresquito. Miro a mi lado y está Mèl. Se acerca a mí y se mete entre mis piernas. Le acaricio y le sonrío débilmente.-"Hola, cariño. ¿Qué tal estás?"- me lame la cara-"Supongo que mejor que yo"- gime un poco y le beso en la cabeza.-"¿Qué haces aquí arriba? ¿Te ha visto papá?"- ladra y sonrío un poco. Me levanto y voy al baño, me lavo la cara y me miro en el espejo. Tengo un aspecto horrible, tengo pequeñas ojeras y llevo semanas sin afeitarme. Me paso la mano por la barbilla y por el bigote. Suspiro y salgo. Bajo a la cocina y Andreu está en la mesa tomándose un café y mirando el móvil, cuando me oye, levanta la cabeza, se levanta y me sonríe acercándose. Nos abrazamos y acaricia mi pelo.
-"¿Qué tal estás hoy?"- me pregunta.
-"Igual... supongo"- suspiro y me aprieta contra él besándome en la cabeza.
-"Bueno, no te preocupes. Desayuna y luego damos una vuelta"- nos miramos y me besa lento. Le sigo el beso y me pierdo en sus labios, me dejo llevar y nos quedamos así unos minutos, para mí, maravillosos. Nos separamos y sonrío por inercia.
Desayuno, cada vez lo hace más rico, y me visto. Salimos a dar un paseo y sé que lo hace para que me dé el aire. Me coge la mano y me besa en mitad del paseo.
-"Anímate un poco, cariño"- sonríe y me acaricia la mejilla.
-"Sí... lo siento"-me vuelve a besar y le sonrío un poco, seguimos andando. No dejo de mirar al suelo, nada de mi alrededor me llama la atención para que mire al frente. Observo la acera, sus baldosas, sus formas y me entretengo en eso, haciendo que no piense en Joan y toda la situación. Encontraron a los asesinos de sus padres y por un lado respiramos aliviados. Quiero pensar que está bien y que se lo está pasando bien o que ha encontrado una familia, eso me haría muy feliz pero es que ni siquiera me dan información ni me dejan verlo.
Un rato más tarde, Andreu se para haciendo que yo también lo haga. Le miro sin entender, me sonríe, me besa y me da la vuelta. Veo delante de mí el centro de adopción donde vive Joan. Sonrío por inercia y me giro para mirarle.
-"¿Qué hacemos aquí?"- sonríe.
-"Entramos y lo ves"- sonrío nervioso, me da la mano y entramos. Entramos en recepción después de tanto tiempo y empiezo a temblar al pensar que voy a recibir otra negativa por su parte.
-"Hola, ya estamos"- dice Andreu a la recepcionista, ella sonríe y nos guía a una sala. Lo miro extrañado y me guiña un ojo. Entramos y vemos a un niño sentado en un silla de espaldas a mí. Trago en seco y empiezo a temblar. Andreu me agarra fuerte y me sonríe. Me acerca a la silla y él se va. Rodeo la silla y lo veo allí, sentado mirando al suelo. Me arrodillo, me mira, sonríe y se tira a mi cuello. Lo abrazo fuerte y lloramos juntos. Entierra su cabeza en mi cuello y lo pego a mí.
-"Has venido..."-dice llorando.
-"Sí, cariño. Aquí estoy"- sonrío feliz, por fin, después de tanto tiempo y es que le echaba de menos. Aquella noche sentí que Joan nos necesitaba y separarme de él tan bruscamente fue muy duro.
-"Te he echado de menos..."-me dice en mi cuello.
-"Yo también, pequeño"-veo que sonríe y le acaricio el pelo. Levanto la cabeza y veo a Andreu mirándonos por la ventana sonriendo. Nuestras miradas coinciden y le sonrío muy feliz, él me guiña un ojo y sonríe.-"¿Qué tal estás aquí?"
-"Bien..."- dice apenado y sé que no es verdad. Nos miramos y le limpio las lágrimas.
-"¿De verdad?"- me mira triste.
-"Son malos conmigo... no me quieren... y echo de menos a papá..."- le miro triste.
-"Lo sé... pero tienes que ser fuerte... pronto encontrarás a una familia buena que te quiera de verdad..."- me mira a los ojos muy serio.
-"Pero yo no quiero otra familia... yo os quiero a vosotros..."- empieza a llorar y lo abrazo fuerte.
-"Pero yo no puedo adaptarte..."
-"¿Por qué?"- y me ha pillado. ¿No puedo o no quiero? Una sensación extraña y probablemente de miedo me invade. Suspiro.
-"No lo sé... es complicado..."- va parando de llorar y me mira. Le sonrío y me besa en la mejilla.
Un rato después, entre risas y cosquillas, me contó todo lo que había pasado aquel día y cómo lo lleva realmente aquí. No lo lleva bien y no me gusta. Entonces, se abre la puerta y aparece Andreu.
-"Bueno, chicos. Es la hora"- nos miramos, me sonríe y me abraza fuerte. Sonrío y le abrazo.
-"¿Vendrás a verme más?"- le asiento feliz y me vuelve a abrazar. Lo cojo en brazos y lo levanto. Me acerco a Andreu y le sonrío. Me besa y ahora soy feliz, por lo menos un poco más. Nos despedimos entre lágrimas por su parte y abrazos por mi parte. Volvemos a casa, entramos y me tiro a sus brazos. Me coge fuerte y damos vueltas mientras le beso muchas veces en los labios.
-"Gracias, gracias, gracias"- empieza a reír y me besa. Nos miramos y sonreímos.-"¿Cómo lo has hecho?"- me sonríe.
-"Eso no importa, lo que importa es que estés mejor, mi amor"- sonrío y le beso.
-"Te quiero"
-"Y yo, mi vida"- sonreímos y nos besamos como hacía tiempo no nos besábamos. Le echaba de menos.

Y de repente... nosotros|| ANDREU & BERTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora