El estudiante de nuevo ingreso Park Jimin

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       Decir que estaba nervioso era poco. En realidad estaba muy, muy nervioso. Y ¿como no estarlo? Si hace apenas dos horas atrás tu abuela te dice que te esperan meses de desgracia en tu nueva preparatoria. No lo malentiendan, Jimin nunca había creído en supersticiones ni nada parecido, pero que tu abuela se enoje y te suelte una tanda de insultos, maldiciones y desgracias pone nervioso a cualquiera y mas para alguien tan cobarde como Park Jimin.

        El sabe que cometió un error. Siempre había tenido un cariño y especial atención para con su abuela, pero cuando sus padres le dijeron que para mejorar su nivel educativo lo inscribirían en un internado, prefirió no decirle nada a la mujer mayor por miedo a como podría reaccionar. Y no se equivoco en cuanto a su reacción, pero no pudo evitar pensar que si se lo hubiese dicho desde un principio su reacción no hubiese sido tan agresiva.

        Pensó en eso durante todo el camino al lugar y al llegar siguió pensando en eso sin siquiera prestarle atención al sitio. Ni siquiera notó cuando sus padres se despidieron y partieron y antes de siquiera darse cuenta ya estaba camino al auditorio para la bienvenida. En todo ese tiempo pensando pudo llegar a dos conclusiones: una, que llamaría a su abuela en la noche para tratar de apaciguarla y dos, que tendría que trabajar en su déficit de atención por que el ser tan despistado le iba a pasar factura un día de estos.

       Hubiese seguido en su mente analizando todos los inconvenientes que le producía el ser tan cabezón, si no fuera por que las palabras de su abuela cruzaron su mente como un rayo al percatarse de en donde estaba. 

      Definitivamente esto no era lo que sus padres le habían prometido. El miedo comenzó a expandirse en el cuando unos hombres realmente enormes se le acercaron y sintió sus ojos humedecerse del pánico. 

      Comenzó a soltar pequeñitas lágrimas cuando estos lo empujaron hacia un rincón donde yacían otros tres alumnos, quienes mas que hacerlo tranquilizarse solo lo aterraron mas al ver sus aspectos. Pensó en las mil y un cosas que le harían en ese instituto y en las pocas posibilidades de escapar. Incluso pensó en que si pudiera le enviaría de regalo una escoba a su abuela antes de morir, por que esa mujer definitivamente era bruja.

      De nuevo, perdido en sus pensamientos se encontró con la mirada molesta de una niña que le reclamaba algo que no comprendía al ésta estar hablando tan rápido. Se veía furiosa, pero el no le había dicho nada y el que no la debe, no la teme ¿no?. Con ese pensamiento en mente, pudo al fin captar lo que la niña frente a el decía, se estaba quejando de sus piercings y no le tomó mucha importancia de todos modos. Estaba más concentrado en mantenerse alejado del poste de luz con cabello naranja que tenia al lado y de los enormes tipos que lo empujaron hasta allí.

      Durante ese rato que estuvo de pie allí no dijo palabra, no por que tuviese miedo, bueno, en realidad si, pero es que todos los presentes tenían un aura tan imponente que prefirió mantener silencio. Así que se sentía pequeño y vulnerable ante la presencia de los demás.

      A veces deseaba tanto ser mas valiente. Tener mas coraje para afrontar cualquier tipo de situación. Pero simplemente el temor podía mas que cualquier pensamiento de hacerse el héroe así que rápidamente los dejaba de lado. Y por tercera vez en la media hora que llevaba desde que llego a la institución se perdió en sus pensamientos. Pero la niña frente a el lo saco de su burbuja.

- Nombre. Ahora.– Dijo con exigencia y voz chillona.

- Eh... Park, Par Jimin.– Dijo con algo de nervios. Quizás debió inventar otro nombre. Esa niña no le daba buena espina y si sabia su nombre menos.

- Ah. Eres el que llegó con el peor promedio de todos los ingresados.– Dijo echándole un ojo al listado de estudiantes.– Pues déjeme decirle joven Park que su permanencia en la institución pende de un hilo y sus aretes y todo lo que tiene colgando de las orejas solo complican su situación. Si yo fuera usted, me desharía de eso lo mas pronto posible.

      En todo el rato que llevaba allí no se había percatado de lo que sucedía. Los tipos estaban registrando las maletas de los estudiantes y estaban a punto de abrir la suya, entonces el pánico lo invadió. Sentía como sus posibilidades se hacían nulas mientras veía en cámara lenta como el cierre de la maleta era deslizado con parsimonia por el camino. Su desesperación lo hacía sudar, tenia que hacer algo y si pensó que algún día debía dejar de acobardarse y tener un momento de valentía, pues la hora había llegado. Era ahora o nunca.

– !No! – Gritó exaltando a todos en la amplia sala. Infló su pecho tomando valor y le planto frente a la niña que si bien era bastante enana y se veía ridícula vestida como lolita gótica, por dentro lo hacia morirse de miedo.– No tengo por que quitármelos. Y si me da la gana los usare hasta para dormir y ni tu ni nadie me lo impedirán.– Su voz sonó tan segura y amenazante que hasta él se sorprendió. Infló de nuevo el pecho orgulloso a la vez que una genuina confianza crecía dentro de el y se extendía por su pecho. Los tipos dejaron de lado su maleta concentrándose en el y en la niña frente a el.

–Vaya, este año parece ser prometedor.– Dijo ella mirando con diversión al sudoroso y tembloroso Jimin y a los chicos que yacían tras el.– Solo es el primer día y ya me están causando dolor de cabeza. Pues bien, sera a su manera.– Ella iba a continuar hablando cuando un chico cayo al suelo entre ellos dos. Jimin retrocedió del susto y ella solo lo miro con sorpresa. Paso totalmente a segundo plano desde que el chico aterrizo en sus pies y se enfoco en la revisión de su maleta la cual había sido dejada de lado también a medio abrir y le dieron ganas de lanzarse al suelo a llorar del alivio.

     Tan solo media hora allí y tuvo los nervios de punta. No imaginaba pasar lo que restaba de su vida escolar allí. Esto no era buena idea, lo presentía.

      Ojala le hubiese hecho caso a la vieja bruja de su abuela.







Wenas wenas...

No tengo idea de si hay gente leyendo esto, pero si las hay, me disculpo por la tardanza.

Es que cuando llega la inspiración la flojera llega también y pues bueno.

No tengo mucho que decir salvo que me da mucha flojera actualizar, pero no voy a dejar de hacerlo, eso seguro.

Ahora si, wenas noches a todos, cuídense y a las personas de México, Guatemala y cualquier país que se vea afectado por esto de los terremotos y huracanes, mantenga la fe, no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista, ya todo pasara y espero que estén bien.

Ahora si chau~


Silver spoon (Yoonmin, Vkook Y Namjin)Where stories live. Discover now