XI.

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draco malfoy

Hermione se marchó poco después, alegando que debía ir a por sus cosas que había dejado en el compartimento en el que Diana la había encontrado. Neville aprovechó para desaparecer junto a ella, murmurando que una vista más en busca de Trevor no le haría mal a nadie.

Cuando estuvieron los mellizos y Harry solos, alguien entró en el compartimento. Tenía la cabellera plateada e iba acompañado de otros dos chicos. Diana no reconoció a ninguno de ellos.

—¿Es verdad? —preguntó el rubio, mirando directamente a Harry e ignorando la presencia de los pelirrojos- Por todo el tren están diciendo que Harry Potter está en este compartimento. Así que eres tú, ¿no?

—Si —respondió Harry, algo extrañado.

—Estos son Crabbe y Goyle. Y yo soy Malfoy. Draco Malfoy.

Entonces Ron tosió tratando de esconder una risita que acabó por salir a la superficie y llamando la atención del que la había provocado.

—¿Os parece que mi nombre es divertido? —le preguntó a los mellizos, Diana frunció el ceño. Ron siempre la metía en problemas— No necesito preguntaros quienes sois. Mi padre me dijo que todos los Weasley son pelirrojos, con pecas y con más hijos de los que pueden mantener.

Diana, por lo general, trataba de alejarse de los conflictos, pero todos los que la conocían bien (incluso ella misma) sabían que su temperamento era algo con lo que no debías jugar. Solía tener problemas al contenerse una vez su rabia salía a la superficie.

El intruso en el compartimento se sorprendió al ver lo rápido que la chica fue capaz de reaccionar.

—Era Malfoy, ¿verdad? He oído hablar de tu familia; tus padres tienen dinero de sobra y solo un hijo, no será que tengan miedo de que si tienen otro les saldrá tan mal como el primero, ¿no?

Draco la miró y luego a Ron, como analizando el comportamiento de ambos para encontrar parecidos. Con una última mirada hacia los ojos verdes de Diana, se giró hacia Harry, como si ella no fuese lo suficientemente importante como para él tener que gastar su saliva.

Sorprendiéndose a si misma, Diana se sintió mal por el gesto.

—Muy pronto descubrirás que algunas familias de magos son mejores que otras. No querrás hacerte amigo de la gente indebida. Yo te puedo ayudar con eso.

Extendió su mano hacia el de pelo azabache, quien se quedó mirándola. Parecía estar sopesando la opción, y Diana se encontró asustada de que Harry, su único amigo hasta ahora, se marchase por la puerta en compañía del platinado.

Para su sorpresa, no lo hizo, tan solo miró a Malfoy a los ojos y contestó:

—Creo que puedo darme cuenta por mi mismo, gracias.

Y mientras Draco Malfoy se marchaba con sus 'amigos', Diana solo pudo pensar una cosa: vaya un primer encuentro.

❛i. venomous❜ harry potterWhere stories live. Discover now