XXIX.

3.8K 515 59
                                    

harry potter

Diana cogió la pelota entre sus manos, apreciando el color dorado que la rodeaba, antes de soltarla.

Casi inmediatamente, de sus lados salieron dos preciosas alas, que la levantaron para que dejase de hacer contacto con la palma de su mano, y se lanzase al cielo precipitadamente.

Diana observo a su amigo mientras daba vueltas en el campo de Quidditch, tratando de capturar a la escurridiza, mientras cubría sus ojos del sol con una mano, y con la otra sostenía una botella de agua.

Dos sentimientos se acumularon en el interior de Diana mientras su amigo descendía, pelota en mano. El primero era envidia; ya le gustaría a ella ser el jugador más joven en un siglo, o simplemente ser capaz de disfrutar de jugar al Quidditch, especialmente siendo buena, como Harry. El segundo era un tremendo vértigo al imaginarse a ella misma ahí arriba. Dudaba que eso fuese a pasar en algún momento.

Le tiró la botella al de pelo azabache cuando éste aterrizó y le tendió la snitch dorada, que no había tardado nada en pillar (hay que tener en cuenta el hecho de que el campo estaba vacío, sin ningún otro jugador alrededor dificultando el trabajo del buscador).

—¿Seguro que no había ninguna otra persona dispuesta a estar aquí durante horas al sol soltando una condenada pelotita para que pudieses practicar para el partido de mañana?

—Oh, no, habían muchos otros dispuestos, incluso algunos se ofrecieron, pero dije que te había prometido que lo harías tú.

Diana le pegó en el hombro, mientras él bebía de la botella que ella le había dado, tratando de no reír para no malgastar nada de agua.

—Eres increíble —murmuró Diana. 

Harry se apoyó en su escoba, sonriendo de lado.

—Me habían dicho que era bueno, pero tanto como increíble...

—¡Eres peor que Draco! —rió la pelirroja, sentándose en el césped.

—Ouch —dijo Harry, dejándose caer al lado de su amiga.

—Oye, he estado pensando sobre lo que vimos aquella noche, ¿recuerdas?

—¿Un perro gigante de tres cabezas? No, no recuerdo.

—Tu sarcasmo me saca de quicio, Harry —negó Diana con la cabeza—. Es en serio. He pensado que no tendrían un animal así en una escuela sin ningún motivo. ¿Y si está ahí por algún motivo? Para proteger o guardar algo.

Harry solo frunció el ceño.

—¿Qué?

—Solo que... me había olvidado que no había hablado contigo de esto —se aclaró la garganta antes de continuar—. El día de mi cumpleaños Hagrid me llevó a comprar mi material para venir aquí, y para ello necesitábamos el dinero que mis padres me dejaron, así que fuimos a Gringotts y, a parte de coger mi dinero, recogimos un paquete en otra cámara, que se supone que era extra secreto. Creemos que es eso lo que está guardando el perro, y también creemos que Snape dejó entrar al trol, para poder coger lo que sea que es ese paquete, pero que el perro se lo impidió, por eso tiene una herida en la pierna y cojea.

Toda aquella historia parecía ser lo que menos le importaba a Diana en ese momento.

—Espera, ¿has dicho creemos? ¿Quienes creéis?

—Hermione, Ron y yo.

Diana arqueó las cejas.

—¿Así que toda esta reflexión ha sido de vosotros tres? —Harry asintió— ¿Y cuándo habláis de estas cosas?

Harry se rascó la nuca.

—En la Sala Común, los desayunos...

—Entiendo.

—Siempre te podrías sentar con nosotros.

—Ya soy lo suficiente no-Slytherin como para darle la espalda a sentarme con los de mi misma casa. ¿Qué pensarían?

—¿A quién le importa lo que pensarían los Slytherins?

—A mi.

Harry asintió entonces, no queriendo decir nada mal.

—Lo siento, Diana —murmuró, para luego decir, más animado:— Pero si te sirve de consuelo, a partir de ahora intentaré mantenerte al tanto de nuestras conclusiones, ¿está bien?

Diana sonrió.

—Gracias, Harry —dijo, justo antes de darle un beso en la mejilla y darle la snitch en la mano al chico, ahora sonrojado—. No necesitas practicar más —añadió, levantándose— eres bueno de por si. Yo, sin embargo, necesito una ayudita en pociones, así que me voy a estudiar. Buena suerte mañana.

Se marchó, dejando al chico demasiado sonrojado como para darse cuenta de que no sostenía la Snitch con suficiente fuerza, por lo cual salió volando sin su consentimiento. Harry se levantó e, ignorando el cansancio, se subió en su escoba, saliendo en la última búsqueda del día, que le costó mucho más debido a una persona que llenaba su mente y no le permitía concentrarse.

***

En serio, no sé qué narices le pasa a wattpad pero, por favor, que alguien lo pare.

No he podido actualizar ni editar antiguos capítulos en días, me están dando ganas de dejar de escribir, porque para estar peleándome con una aplicación cada vez que me inspiro, prefiero escribirlo para mi y no publicarlo. Espero que solucionen los malditos servidores pronto.

Anyway, adoro este capítulo en serio, aISH. Harry está un poco ooc pero no pasa nada jeje.

NAIRA

pd: LA CURA MORTAL SALE DENTRO DE POCO ME HUELE A FANFICTION

❛i. venomous❜ harry potterWhere stories live. Discover now