C A P I T U L O 12

10.4K 909 294
                                    

Blake

La biblioteca estaba casi vacía. Sólo había cuatro mesas ocupadas, y en la zona de los ordenadores había un chico jugando a Troles y Mazmorras, o algo así. Dejé mi carpeta y mi libro de biología en la mesa e introduje mis datos en el ordenador. Necesitaba saber un poco más de la historia de este pueblo, quizás así lograría entender algunos de los motivos que tenía ese asesino para atentar contra todos nosotros, y también podría pararlo.

Archivos, archivos, archivos, archivos, periódicos. Cliqué en 1986. Lo más rápido sería ir directamente al mes de octubre de 1987, pero yo fui mirando uno por uno incluso un año antes.

No había nada interesante en aquél año. Sólo noticias de economía como: "el alcalde ha invertido en un nuevo proyecto para la construcción de un pequeño parque junto al lago Bluelake".

—¿Qué haces? —La voz de Verónica hizo que me diese la vuelta.

—Siéntate. —Dije señalando la silla que había a mi lado. —Estoy buscando algo que me diga qué está pasando.

—¿En periódicos antiguos? —Asentí mientras leía con los ojos entrecerrados. ¿Un parque en Bluelake? En mi memoria no había nada de eso. Ni parque, ni que hubiese un parque ahí durante años. —Blake, mira. —Señaló la pantalla.

—"El pueblo de Riverswood participará en la pesca del cangrejo real de Alaska. La campaña comenzará en junio y acabará en octubre." —Parpadeé al leerlo y la miré a ella totalmente descolocada. Necesitaba saber quiénes fueron a esa captura. Lo necesitaba. —¿Te suena el nombre de John Brooks? —Verónica negó.

—Es el nombre del supuesto pescador de la leyenda. Necesitamos saber si de verdad fue, si esta historia es real. —Apagué el ordenador y me levanté de la silla. Verónica estaba confusa, y se quedó de pie a mi lado.

—¿Qué vamos a hacer? —Miré a nuestro alrededor, y vi a Harry y Kevin preparados en la puerta. Olsen estaba sentada en otra silla, leyendo un libro. Cogí el móvil y les mandé un mensaje a los tres a la vez con un "ya". Kevin empujó a Harry, y pronto empezaron a pelearse y a gritar en mitad del pasillo. El tipo de seguridad que cubría la zona restringida salió corriendo, al igual que todos los que habían en la biblioteca.

—¡Vamos! —Cogí la mano de Verónica y empezamos a correr hacia los pasillos restringidos al público, bajando las escaleras para llegar hasta los archivos clasificados. Había estanterías llenas de cajones y cajas repletas con documentos y carpetas.

—¿Qué buscamos? —Miré a nuestro alrededor, hasta que vi el año 1987 escrito en la parte superior de las estanterías.

—Proyectos. —Susurré en voz baja, sacando una pequeña linterna de mi bolsillo. —Proyectos económicos. Ayúdame. —Saqué una caja y ella la colocó en el suelo, poniéndose de rodillas. Yo encendí la linterna y me la coloqué en la boca para que alumbrase mientras registraba.

Nada, nada, nada. Nada de pesca, sólo gastos en adornos de navidad, construcción del geriátrico del pueblo, la construcción del instituto, y aumento de los recursos sanitarios. Negué.

—Blake, ¿no te parece raro que se gasten 50.000 dólares en luces de Navidad en mayo de 1998? —Dijo con el documento que yo había soltado en la mano.

—¿Qué? —Lo volvía coger y sí, marcaba la fecha de mayo de 1987. Bajé la mirada por la página, hasta llegar al final. —Verónica, mira quién es el vendedor de las luces. —Le entregué de nuevo la página.

—La policía. —Asentí. Aquello implicaba, en un resumen rápido, que el alcalde le estaba dando dinero a alguien para matar a John Brooks. La leyenda era cierta.

BLAKEWhere stories live. Discover now