Mierda 5.0

984 137 144
                                    

Al fin mi sagrado sábado ha llegado, porque esta semana fue de una mierda particularmente mala y solo quiero descansar de todo el mundo. Yo y mi soledad sin ninguna clase de molestia.

-¡Yuri!

Perfecto, mi tranquilidad duro exactamente diez minutos...¡¿No me pueden dejar en paz tan solo un puto día? ¿Ahora qué quiere Victor?.

пиздец...

Baje y me encontré a la dulce pareja extrañamente sentados en uno de los sofás, como esperando decirme una gran noticia. ¿Yuuri está embarazado?¿Me enviaran de regreso a Rusia y jamás me molestaran de nuevo? ¿Victor no quedara calvo? ¡¿Qué?! ¡¿Qué quieren?!.

-Yuri, has tenido que pasar por mucho últimamente, así que... -comenzó el japonés con esa sonrisa estúpidamente adorable-

-Escúpanlo -dije con toda la simpatía del mundo- ¿Qué sucede?.

Ambos se quedaron mirando resignados, como si no les quedara más opción y de un costado Yuuri saco una caja que luego me entrego ceremonialmente.

¿Son mis cosas para que me largue? Ok, mi estadía fue más corta de lo que pensé y los harté más rápido de lo planeado. Este es mi record personal, deberían darme un premio.

-Esperamos que te guste -dijo Victor con una sonrisa engreída que me daba asco-

¿Qué traman? Me miraban demasiado expectantes, así que no me quedo de otra que abrir de una vez por todas la puta caja y ver que había dentro. ¿Se supone que esto es un regalo?.

-Mierda, no puede ser... -dije sin poder evitarlo-.

-¡Vamos! ¡¿Qué te parece?! -pregunto Victor impaciente-

¡Por la santa Catedral de San Basilio! ¡Un gato! ¡кот маленький!. Dentro de la caja había un pequeño gato peludo y hermoso que me quedo mirando con pereza luego de despertarlo. Su hocico era oscuro y llevaba un listón amarrado al cuello a modo de regalo.

Mierda, esta vez se lucieron, incluso yo tengo que aceptarlo. Creo que siento algo parecido a la felicidad, algo muy extraño. ¿Estos son sentimientos humanos?.

-¿Están bromeando? -fue lo único que pude decir-

-Oh, no -dijo Yuuri bastante satisfecho con mi impresión- Tú nos habías dicho que no te gustaban mucho los perros y Makkachin no parece ser muy bienvenido en tu habitación...

Yo les dije que no soy fan de los perros, así que la cosa café y peluda que sigo sin saber si es macho o hembra, no se va a meter en mis cosas por mucho que rasque la puerta de la habitación suplicando lastima con esos ojos lastimeros. A mí que no me venga con sentimentalismos de perro, conmigo no funcionan. Solo los gatos.

- Yuuri pensó que sería una buena idea regalarte un gato para animarte un poco.

Saque el pequeño animalito de la caja y lo cargue un momento. ¡Maldita sea, está hermoso!.

¡Putin, tengo un gato!.

...¿Cómo mierda no se asfixio este pobre gatito en la caja?...

Trato de no parecer demasiado feliz, por suerte no pueden escuchar mis gritos internos. Tengo que mantener mi imagen de indiferencia; no puedo ser tan fácil de comprar con un gato por la dulce pareja. No crean que voy a dejar que esos dos piensen que me pueden manipular tan fácil.

-¿Qué nombre le pondrás? -pregunto Yuuri-

-No lo sé -le conteste sin una mísera idea-

-Oh, vamos -trato de animar Victor sin ser de demasiada ayuda- De seguro habías pensado en alguno antes.

i kick your ASS!!! {Pensamientos de Yuri Plisetsky y otros vómitos mentales}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora