Mierda 21

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Siento que la cabeza me va a explotar, como si un hipopótamo se hubiese sentado sobre ella y no sé donde mierda estoy.

¿Qué mier...?

Huele a leña quemada y leche caliente, creo que es hora del desayuno o al menos mis tripas lo dicen y no sé donde deje mi teléfono, para ver qué hora es. Me siento desorientado y no recuerdo nada excepto la asquerosa charla que tuve con la dulce pareja anoche. Sí, aun me siento como la mierda y no quiero hablar de eso.

Ok, apenas puedo mantener los ojos abiertos y no logro ver bien donde estoy, pero no luce como el palacio de Manhathan, porque la cama no es igual de blanda o la habitación no es tan clara al amanecer. ¿Me drogue? ¿Me llevaron los aliens y experimentan conmigo? ¿Estoy muerto?.

-¿Ya estás despierto?. Has dormido por horas chico.

Me levante casi de inmediato y al salir de la habitación estaba en la sala, mi sala, mi hogar. ¿Putin, ya morí?.

Todo estaba en su sitio y parecía que estos meses fueron una mala broma, porque ahí en la vieja cocina a gas que aun no explota, se encontraba mi abuelo cocinando para los dos.

-¿Qué sucede Yura?. Luces pálido -dijo mi abuelo- ¿Te sientes mal?.

-N-no...es solo que... -trate de decir confundido-. No es nada.

-Oh, vamos. Come tu desayuno antes que se enfríe. -me indico con una sonrisa relajada la silla-.

Le hice caso y me senté frente a la mesa, donde había un delicioso plato de pan con kolbasa y en otro blinis con mermelada, así que no tarde en comenzar a devorar todo a mi paso, como si no hubiera un mañana. Qué cosa más buena.

-A penas regresaste del centro de rehabilitación y parece que tu apetito ha vuelto a ser el mismo de antes. Pero luces muy delgado. ¿No te alimentaban bien?. -exclamo indignado mi abuelo-. Los chicos de tu edad no pueden dejar de comer para seguir creciendo. -dijo sirviendo más plan-.

-Ahooogatoyben [Ahora estoy bien] -dije medio atragantado con el pan y bebiendo leche a la vez-.

-Lamento que hayas ido a parar a esa estúpida cárcel Yura, pero ahora que estás mejor ya nada importa.

-¡Sí!.

¿Nueva York? ¿La dulce pareja? ¿Roller Derby? ¿El cara de robot?...¿Eso es real?. Quizás todo este tiempo en el centro de rehabilitación estuve dopado y solo cree esa historia bizarra en mi cabeza.

-¿Has comido katsudon abuelo? -pregunte con curiosidad-

-¿Katsudon? ¿Qué es eso? -pregunto sorprendido- .

-Un plato japonés que probé, es exquisito y se parecen a los piroshkis.

-¿Los piroshkis no son buenos?- dijo con una cara de temer-

-¡L-lo siento no era mi intención! -exclame con algo de nerviosismo en la voz- Es solo que me recordaron lo buenos que son tus piroshkis abuelo, pero la diferencia es que el Katsudon lleva carne de cerdo.

Por un momento siguió mirándome seriamente, pero luego relajo el semblante y comenzó a reír alegremente como si no existiera ningún problema en la tierra, como si mis padres no estuvieran muertos o que ambos apenas sobrevivimos con los ahorros. Todo parece tan sencillo y es así como quiero vivir, pero también quiero ser el mejor del mundo por él. Perdí la cabeza.

Mierda, lo extrañaba tanto.

-¿Abuelo?. -pregunte vacilando-.

-¿Sí? -contesto limpiando los trastos sucios-.

i kick your ASS!!! {Pensamientos de Yuri Plisetsky y otros vómitos mentales}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora