Roommates

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Renjun se sintió cómo un verdadero hyung, normalmente no era tan maduro ni amable, pero aquel chico le había agradado.

Su nueva habitación le gustó, el año pasado era un novato y tuvo que dormir en literas, ahora el lugar contaba con dos camas, no más caídas  dolorosas.

Subió una de sus maletas a la cama vacía, se daría una ducha y luego esperaría al nuevo compañero y con suerte no sería un pesado como el anterior, amaba a Donghyuck pero sus 10 alarmas al día estuvieron a punto de volverlo loco.

Empezó sacando la toalla, sus utensilios de limpieza y unos boxers cuando el ruido de la puerta del baño abrirse a sus espaldas lo alertó, al parecer no estaba solo.

-Hola nuevo compañero- saludó volteando hacía el otro -la sonrisa se congeló en su rostro. Lee Jeno se encontraba frente a él.

Lee Jeno en toalla se encontraba frente a él.

-Hola Renjun.

Renjun estuvo al borde del ataque de pánico, intentó responder pero no estuvo seguro que sus balbuceos hayan sido entendibles, tomó la toalla y corrió al baño.

Volvió a respirar cuando se encontró encerrado en el baño, apenas y podía pensar con Jeno en su salón, ¿Cómo sobreviviría a dormir en la misma habitación?

La puerta fue golpeada, y brincó del susto.

-Renjun, olvidaste tus cosas, abre.

¿Por qué debía ser tan amable? Abrió la puerta solo un poco a pesar de seguir vestido.

Jeno había crecido varios centímetros en las vacaciones y ahora tenia el cabello plateado, con la impresión no se había fijado en aquello, estaba demasiado avergonzado para verlo a los ojos pero seguía sin camisa haciendo una mala idea bajar la mirada.

-Puedes usar mis cosas para ducharte, pero creo que necesitas esto- Jeno le mostraba su bóxer preferido -no sabía que te gustaba Moomin.

El pequeño bóxer blanco con un Moomin estampado estaba entre los dedos de su crush.

Se lo quitó rápidamente, al igual que el estuche con sus utensilios de aseo y se encerró de nuevo, importandole poco el verse como un irrespetuoso.

-¿Por qué a mi?- se quejó cayendo al suelo -de toda mi ropa interior debía ser justo está. La vida me odia.

Jeno sonrió mirando la puerta cerrada frente a él y escuchando las quejas del otro lado, Renjun siempre se veía seguro y atrevido, pero había resultado todo lo contrario.

"Tierno" pensó mientras recordaba su reacción al ver su ropa interior expuesta.






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Amo el Noren, respiro Noren, vivo Noren.

School days  [Chensung, Noren]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora