Lo que dicta el Corazón ✅ ~CastielxNathaniel~

11. Haz lo que creas correcto, Nathaniel.

11.

     Al terminar de cambiarme bajo las escaleras con medio zapato por atar. Llego a la planta baja del edificio de dormitorios y corrí hasta la cancha del gimnasio en otro edificio. Entro en ella viendo a todos lados, busco a Castiel con la mirada pero no lo veo, tal vez no se presente hoy a clases, éste muchacho. Recuerdo rápidamente lo que me dijo Lysandro.

“—Necesito hablar con él.”

     Me empieza a hervir la sangre con tan solo pensar que quiera volver con Castiel, no se lo que pasó pero de seguro Castiel estaba así aquel día por él, tampoco soportaríaverlos juntos, no después de lo que pasó.

     El entrenador nos hizo dar 6 vueltas a la cancha, todos en fila. Luego hacer flexiones y 10 de ellas con un compañero encima, cambiando de lugares. Estoy tan sudado pero no siento cansancio por alguna razón, el entrenador antes de que se acabara la clase nos dejo dar un partido de baloncesto, que emocionante.

     Ya cuando teníamos el partido casi terminado, pasaron la pelota para que encestara un compañero y mi vista se va repentinamente a la entrada de la cancha y lo veo: Castiel.
     Me quedo viéndolo por un momento, ¿por qué llegas ahora, Castiel? Me pierdo en mis pensamientos y no me di cuenta que me habían pasado la pelota, un compañero de el otro equipo me la quita y hace un punto, concluyendo el partido terminado.

     Voy a las duchas al igual que mis otros compañeros, veo como cada uno sale para irse a sus próximas clases, pero yo me quedé, con la cabeza baja y el agua cayendo en mi cabeza recorriendo mi cuerpo. Me vuelvo a perder en mis pensamientos, recordando nuevamente lo que me dijo Lysandro.

     ¿Por qué Lysandro querrá hablar con Castiel? ¿Estarán juntos? ¿Castiel juega conmigo mientras se sigue viendo con él? Tengo tantas preguntas que hacerle a Castiel pero no sé por dónde comenzar.

     Dejo salir un largo suspiro, que estrés. Aún con mi mirada en bajo, alguien llega por detrás mía y me cubre los ojos y boca, de impulso dejo salir un grito, pero se ahoga en la mano que me impide hacerlo. Tengo miedo, estoy desnudo con alguien detrás mía y no sé quién es, Dios.

     El extraño me dio vuelta, haciendo que quedara enfrente de el, empezó a quitar sus manos lentamente, la luz cegando mis ojos logro ver quién era: Castiel.

     Puedo notar como su cabello se mojaba lentamente junto a su ropa, ¿que está haciendo aquí? No despega su mirada de la mía.

—¿Que estás haciendo aquí? ¡Te estás mojando.!—  Hablo en voz alta.

—Quería verte.— Sonríe. —¿Oh acaso no puedo?

—Yo no dije eso.— Miro a otro lado.

Se ríe a carcajadas, —Te ves muy Sexy así, sin ropa, mojado y sonrojado.

No digo nada.

     Castiel me agarró del cuello y me besó. Dios, que bien se siente tenerlo aquí, pero no podemos hacer nada, ¡estamos en las regaderas.! Nos mojábamos cada vez más, pero a Castiel no le importaba, seguía besándome sin importarle su ropa. Nos separamos por falta de aire.

Suspiró, —Quiero que te alistes, tengo que mostrarte algo.

—Castiel, tengo clases ahora. No pienso faltar.