22. Te quiero, rubia.

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22.

Castiel

     Me dirijí a mi casa, al llegar fuí a mi cuarto, me tiré sobre la cama y empecé a llorar, no podía creer que Lysandro y Debrah me hayan hecho esto, eran las personas más importantes para mí, y lo arruinaron por completo.

     Necesito a Nathaniel, si el hubiera estado a mi lado en ese momento no me sentiría como una mierda. Cuando llegue me va a escuchar, si es que piensa en volver a mí, pensándolo bien, ¿quién estaría con una basura como yo? Ni mis propios padres me soportan como para sacar 2 minutos de su tiempo para eatar conmigo. Quiero acabar con todo esto, quiero sentirme en paz de una vez por todas... La azotea... Si subo las escaleras, me acerco a la orilla y salto, todo este dolor desaparecerá en 3 segundos, dejaría de sentirme mal, solo, sin problemas.. Prefiero pensar en Nathaniel.

Volvemos con la historia.

     Por fin tengo todo listo, esto será estupendo. Me dirijo a la casa, llamo un taxi y nos vamos. Al llegar me encuentro con Jesica.

—Hola joven Nathaniel, ¿cómo le fue?

—Muy bien Jesica, ¿Castiel está en casa?

La expresión de su rostro cambia de repente, —Ay joven, el señor Caatiel salió a dar una vuelta y cuando regresó lo noté llorando mientras se dirigía a su habitación. Me acerqué a él pero no me vió.

—¿¡Qué!? Pero, ¿qué sucedió?— de repente me entra un mal presentimiento, —iré a hablar con él, muchas gracias Jesica— empiezo a caminar.

—Es un placer.— le escuché decir.

     Me mantuve en camino hacia la habitación y al entrar me encontré a Castiel sentado de espaldas en la cama, me le acerqué y lo abracé por detrás pero el se separa de mí aobresaltado al sentir mi tacto. Logro verlo, tenía los ojos llorosos y la nariz roja.

Me mira con desprecio, —¿¡Qué haces aquí!?—

—Castiel, tranquilo, ¿qué sucedió?— digo alzando las manos.

—¡Largate!— me grita.

—No me iré hasta que me cuentas que sucede,— digo en tono serio. —¿Por qué estas enojado?— intengo acercarme.

Se aparta, —¿Y eso qué te incumbe? ¿¡Ah!? ¿¡Por qué te interesarías en una basura como yo!? Un bueno para nada que solo sirve para estorbar. ¿Quien querría a alguien como yo?

Suspiré, —La misma persona que ah estado contigo desde que llegaste a la Universidad,— doy un paso, —la misma que no se apartó de ti cuando la besaste en aquella aula de ciencias,— logro acercarme, —La persona que te considera una parte importante en su día.

No me responde y solo me mira.

Le sonrío, —¿Sabes quien es?

Asiente.

—Dime, ¿quien?— coloco mis manos en sus mejillas y le seco las lágrimas.

—Tú.

Asiento, —Exacto. Entonces que quede claro, aunque me lo pidas o amenaces, no me iré de tu lado,— me da una sonrisa sin dientes, me aparto, —pero eso si, si te lías con otro comsiderate muerto— me cruzo de brazos.

Castiel ríe a carcajadas.

–Te quiero, rubia— me estrecha contra él.

Sonrío, —Y yo a ti, idiota.

Me regala una sonrisa e implanta sus labios contra los míos.

.

Continuará...

Lo que dicta el Corazón  ✅ ~CastielxNathaniel~Where stories live. Discover now