19. Yo tengo el mando.

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19.


Nathaniel.

     Apenas me estaba levantando de la cama cuando siento que Castiel se despierta exaltado, sudando y casi medio pálido.

—Hey hey hey, tranquilo. ¿Qué pasa?

Castiel suspira pasándose la mano por el cabello, —No es nada. Solo fue una pesadilla.

Suspiro, —Está bien, ya levantate.

Castiel bufa y se estira, —No molestes Nathaniel, dejame dormir— se vuelve a acomodar en la cama.

—Bien, y yo que quería salir al parque de diversiones contigo.— me cruzo de brazos.

Castiel se gira rápidamente y me mira, —¿Parque de diversiones?

—Si, ví un aviso en el parque y creía que podríamos ir juntos, pero como quieres dormir más mejor será para la próxima.

Y pude ver a Castiel agarrar la toalla y adentrarse en él baño. Me apoyo en la puerta, —Hmm, creía que querías dormir más.

—¡Callate! ¡Sólo quiero ir para que no te pierdas, eres muy despistado!— grita desde adentro.

Río, —Ajá si. Apresurate si queremos poder aprovechar los juegos.

—¡No me digas qué hacer!

     Luego de unos minutos Castiel sale disparado al closet, aprovecho y me entro a bañar y cambiarme apenas salga.

     Me puse una camiseta manga larga rosada con un moño azul, un jean amarillo y unas gafas verdes que me hacian ver más listo. Salgo con el cabello mojado y veo a Castiel con un suéter negro que tenía estampado un perro con la mandíbula abierta en todo el centro, Castiel se me queda viendo.

Aguanta una risa, —¿Por qué vas vestido de esa manera?

Lo miro extrañado, —¿De qué hablas? Así visto yo.

Castiel ríe, —No no no. No vas a salir así,— se dirige a si armario y saca un suéter verde  —ten, ponte esto encima.

Lo agarro y me lo coloco, me dirijo al espejo, —No está tan mal.

—Pues claro, cambias de parecer un nerd a un tanto normal.

Le miro, —¿Y tú por qué no te cambias? Siempre te ves como si fueras a reunirte con una banda de maleantes.

—Más respeto muchacho, mi estilo es único.

Doblé los ojos, —Si tú lo dices.

—Mejor cállate y vámonos ya.

—¡Bien!

     Recogimos unas cosas, bajamos escaleras y nos montamos en un Taxi el cual nos dejó a la vuelta del parque, caminamos por unos 5 minutos a la puerta principal.

Al ver el interior, —Wou, esto es gigante.

Castiel no dice nada.

Le miro, —¿Castiel? ¿Sucede algo?

Grita, —¡Dios santo! ¡Esto es genial!

Río, —¿Te estas burlando de mi Rubia?

—Al parecer nunca haz venido a un parque temático.

Castiel suspira, —Siendo sincero, no. Mis padres nunca tenían tiempo como para traerme a lugares como estos.

No digo nada.

Lo que dicta el Corazón  ✅ ~CastielxNathaniel~Where stories live. Discover now