10- Respuestas (Parte 1)

2.1K 146 20
                                    

En el cambio de hora, Inuyasha se disculpó por no poder reunirse conmigo en el descanso, debido a que debe enseñarle el instituto al "nuevo integrante". Su cara era de pocos amigos, pero hizo un esfuerzo para ser amable cuando me habló.

Miro el reloj una vez más, impaciente porque llegue el recreo. Los minutos se me hacen eternos, no puedo evitar lanzar varias miradas asesinas al objeto para ver si camina más rápido. Tras un pesado y eterno cuarto de hora, el timbre decide sonar. Recojo mis cosas a una velocidad que creía imposible en mí y prácticamente corro por los pasillos. Guardo mis cosas en la taquilla y esquivo a los otros estudiantes con alguna que otra disculpa por mis pequeños empujones. Salgo a los jardines y diviso a Naraku e Inuyasha en la cafetería. Éste último parece molesto con los brazos cruzados. Me escondo detrás de un muro, de forma que yo los veo pero ellos a mí no.

Vienen en mi dirección y rezo para que no pasen justo por aquí. Por suerte, se detienen en el banco que está delante. Suspiro, aliviada. Además, así puedo oír sin dificultad.

- ¿Qué es lo que quieres?- pregunta Inuyasha de malas formas.

- ¿No puedo hacer una visita a este mundo?

- Naraku, déjate de historias. ¿Qué es lo que buscas?

- Quiero que regreses y ya de paso, a la chica.

- ¿A la chica? ¡Ni te atrevas a tocarla!- mi chico se levanta apretando los puños con fuerza.

- Oh, venga. No te enfades. Después de todo, me la debes.

- Ella no es ningún objeto.

- Y Kikyo tampoco lo era.

De pronto, parece como si le hubieran absorbido todo el color.

- Ella nunca lo fue...- responde con nostalgia.

- No parecía eso después de que la mataras.

Me llevo la mano a la boca, horrorizada. ¿¡Qué!? Kikyo era su novia y ella... ¿De esto me protegía?

- ¿Pero si ambos sentimos algo por el otro qué más da? ¿Por qué deberíamos distanciarnos?

- Porque un día acabaré haciéndote daño.

Él me había avisado y yo no le escuché. ¿Qué debo hacer?

- ¡Yo no la maté! Tú fuiste el culpable. Tanto tú como yo sabemos lo que hiciste.

- ¿Y qué se supone que hice?

- ¿Hace falta que te lo repita? Sabes que nunca habría querido hacerle daño. Yo la quería, Naraku. Nos tendiste una trampa, si no la hubieses atacado ella todavía estaría viva.

- No fue a mí a quien ella selló en el árbol con una flecha a la vez que se desvanecía en un charco de sangre.

- ¡Porque utilizaste mi forma!

- No sabes controlarte, no eres más que un medio...

- ¡Cállate!- Sus nudillos impactaron contra la mejilla de Naraku, dejando una marca roja al instante.- ¡Lárgate de aquí! ¡No quiero volver a verte! ¿No se supone que estás muerto? ¡Pues quédate así una temporada más!

- Bueno, por ahora he hecho parte de mi función, me iré a casa. Espero que hayas escuchado bien, Kagome. No todos los días se suelta información tan interesante.

¿Cómo sabía Naraku qué estaba escondida? ¿Este era su plan, que yo lo oyera todo? Cierro los ojos y me apoyo en la pared, escuchando a Inuyasha pronunciar mi nombre.

- ¿Kagome?- repite.

Me armo de valor y me dejo ver. Mi mirada se dirige al suelo. Naraku ya se ha ido.

Inuyasha y Kagome ¿Jugamos? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora