2.5 Las Pases

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Su primer amanecer con los decepticon fue algo como en la base, TJ despertó primero y movió a Emma que estaba a su lado para despertarla. La rubia sólo abrazó más su mochila y siguió tratando de dormir más la sirena de la unidad de policía hizo que ella reaccionara de golpe. Su cabello estaba enmarañado y del lado derecho. Se levantó de manera perezosa tallándose la cara con las palmas de las manos, caminó hasta la orilla del piso donde se encontraba y sólo pudo a ver a los decepticons cargar sus armas o consumir ese líquido magenta denominado energon que era el líquido que los mantenía en su debido funcionamiento. Emma miró a ambos lados pero Megatron no se encontraba cerca. 

Se sintió mal, había estropeado todo. Megatron sólo quería compensar lo hecho, sino ya desde cuando la hubiese matado. Se sentó en la orilla de ese piso mientras TJ se quedaba de pie a ese lado.

-Que raro ¿Tanto se tardan en encontrar a Bumblebee?-

-Quien sabe-suspiró Emma mirando a l nada.

-Eww bueno emmm, iré por el desayuno-TJ silbó llamando la atención de Barricade quien caminó hasta donde estaban ambos humanos.-¿Podrías llevarme a conseguir algo de comida?-

-Humano, no soy tu caballo para ir a donde quieras-

-Pues si me voy caminando nunca llego-TJ se encogió de hombros.

Barricade miró a Emma que se encogió de hombros, el decepticon policía tomó al humano con cuidado y poco a poco se fue transformando para poder irse a buscar el debido desayuno. Ahora ella estaba con aquel grupo de decepticons, ni siquiera estaba Megatron y no tenía ni iea de donde podría estar. Desde anoche que no sabía nada de él, quizás si lo había herido...si era su intención pero a la vez no. Emma no sabía como sentirse al respecto, todos se empeñaron en decirle que la culpa fue de Megatron, que él siempre estuvo detrás de todo eso pero cuando Megatron le gritó todo su dolor...

Había sido tan cierto.

Incluso, Emma se sintipo tan dolida por todo lo que había escuchado. Ella sufrió cuando se enteró de la muerte de Mía ¿Megatron? Caray, él lo vio todo sin hacer nada. Emma se arregló apenas un poco, cepilló su larga melena dorada y se puso las botas para poder ir a buscar a Megatron. Tenía que estar cerca, apun seguía en la blusa de tirantes y el pantalón militar.

-Ey, Nitro-llamó la rubia a lo que el cíclope hincó una rodilla para verla más de cerca.-¿Sabes dónde está Megatron?-

-Hola Em, la verdad que no, desde que el sol se alzó no lo he visto-

-¡Ey, creo que yo si!-dijo el decepticon de colmillos largos un poco más alto que Emma.-¡Te puedo llevar y regreso rápido!-

-Uh, claro...está bien-

Mohawk se transformó en una motocicleta estilo chopper de color verdes esmeralda desgastada. Hizo rugir su motor por lo que Emma se montó en la monto y éste aceleró, la rubia se sujetó de los manubrios dejando que el decepticon la llevara hasta su punto de partida. Hacía un poco de fresco en esa parte de la ciudad, el sol apenas y se alzaba lentamente, el cielo semi despejada era agradable. Se imaginaba un día de campo con sus amigos, hablando de algo que no fuese la guerra, que no fuese los transformers...sólo hablando de la vida. Una cita, el trabajo, amigos, un programa de televisión, una mascota...algo cotidiano.

Pero ahí estaban, en medio de una guerra entre alienígenas metálicos y humanos por la perseverancia de un planeta.

Si, solía ser muy cruel.

Pasado un rato, Mohawk la había llevado hasta un cementerio. Era un lugar rodeado por un muro y varias lápidas yacían en el suelo, no hacía falta buscar a Megatron cuando él estaba en medio de aquel lugar mirando la nada. Detrás de él, a unos 10 metros estaba su hacha.

-Puedes dejarme aquí-dijo la rusa por lo que el decepticon se detuvo.

-Claro, nos vemos luego, Em-

Se bajó de la motocicleta y caminó hasta donde estaba Megatron que ni siquiera se había movido, permanecía estático. Incluso a ella le daba un poco de temor y lo peor es que no había llevado armas para poder defenderse, aunque, le había quedado claro que las balas de sus armas no servirían de nada, quizás un misil si.

-Supongo que...has estado aquí todo el tiempo-Emma miró hacía arriba pero Megatron siquiera se movió o respondió.-Está bien, lo entiendo...no querías decirme todo eso anoche pero no sabías a quien más decírselo...te lo habías estado guardando por ¿Tres años? ¿Cuatro? ¿Más...? No puedo recordar cuanto ha pasado...incluso a mi me cuesta estar a tu lado, te tengo envidia...conviviste con mi hermana más tiempo de lo que yo lo hice-

Pero Megatron no deseaba hablar y ni siquiera se movía, Emma quería hablar con él, hacer las pases. Su subconsciente se burlaba de ella a carcajadas, tirada en el suelo dando golpes al suelo para mantener la compustura. Oh ¿Ahora quieres hacer las pases ahora cuando antes siquiera querías verlo? Claro, Emma, tienes toda su atención. Ella miró al lugar donde estaban, lápidas por todos lados...suerte que donde estaban las garras del decepticon sólo había pasto maltratado. 

-¿Sabes algo? Cuando era muy pequeña, intenté tomar una rosa pero me pinché el dedo. Me había dolido tanto que mi madre llego corriendo pensando lo peor, ella me miró y tan sólo sonrió...yo quería la rosa pero no quería sus espinas-Emma se miró el dedo recordando ese momento.-Mamá la cortó para mí y quitó sus espinas, yo estaba feliz pero sabía que no siempre sería así-suspiró.-Aprendí que si quieres el rosal, debes de querer sus espinas. Tú, eh, a pesar de lo mal que has visto a mi especie...te enamoraste de alguien, de entre todo ese mar de espinas, encontraste un muy lindo rosal ¿No?-

Megatron entre abrió su boca, se enamoró de un rosal...si y, desgraciadamente, ahora estaba cayendo poco a poco ante otro y ese rosal tenía las espinas más filosas, incluso atravesaba su metal tocando de manera dolorosa. 

-Esta bien, no quieres hablar y te entiendo...sólo...sólo quería que hiciéramos tregua, también me he cansado de odiar...sólo quiero vivir-ella esbozó una sonrisa de lado.-Regresaré a donde están los demás-

La rusa se dio la media vuelta dispuesta a regresar por donde vino. Sintió movimiento en el suelo y el sonido del metal rozando entre si la hizo detenerse, pronto estaba siendo elevada por la mano derecha del decepticon. Ella lo miró hasta que estuvieron frente a frente, desde donde estaba la vista era asombrosa. Horizonte a lo lejos, árboles y edificios y un celeste cielo que se extendía hasta donde su vista lograba captar.

El pulgar afilado del mech descansaba en su regazaba también como una manera de mantenerla sujeta y que no se cayera.

-¿Terminaste de odiar?-preguntó Megatron. Emma asintió apretando los labios y dejando caer unas cuantas lágrimas.-Porque yo ya me cansé de fingir también-

-Sólo quiero que esto termine-

-Terminará pronto, Em y te dejaré tranquila-

-No...-ella se apresuró.-No estoy segura...es que...-

-Qué el tiempo lo decida...-

Megatron la acercó un poco más a su rostro y ella posó la palma de su mano derecha sobre el tabique de la nariz del mech. Sus ojos ámbar lo miraron, cualquiera que viera a Megatron se burlaría ¿Siendo dócil con una humana? Nadie lo creería, Emma no podía creer que tenía a Megatron a su merced prácticamente. Él jamás la lastimaría, nunca se atrevería.

Ahora lo sabía.

Megatron sólo la miraba y la promesa seguía, la cuidaría hasta que su spark se apagara. Dejaría que ella viviera y nadie se la arrebataría.

Ni siquiera Quintessa.

El sonido del transmisor de Megatron dando una información que rápidamente el mech respondió con un "afirmativo"

-¿Qué pasó?-preguntó Emma intrigada.

-Autobots localizados al igual que el amuleto de caballero-el decepticon tomó su hacha y la echó a su espalda.-Es hora de irnos.-

-Bien-

Megatron se transformó en ese jet de combate cybertroniano y se llevó a Emma en su interior apurándose a reunirse.

Era hora de la batalla.

Quédate Conmigo |Transformers|Where stories live. Discover now