Quédate Conmigo |Transformers|

2.8 La Verdad Duele

Tanto Emma como TJ estaban sentados en la sala, se sentían lo bastante intimidados tanto por humanos como el par de robots que les observaban desde las ventanas afuera. Los dos soldados de TRF estaban en silencio, con la vista en el suelo, aún ideando algún plan para escapar. Delante de la mesa de centro les fueron puestos té y algunos aperitivos. Cogman les indicó que podían comer de una buena vez por lo que Ted fue el primero en abalanzarse en la comida mientras que Emma permaneció en la misma posición.

-¿Por qué no come, Srita Volchitsa?-preguntó Sir Edmund después de beber de su té.

-Tan sólo quiero irme-ella alzó la vista.-Megatron nos habrá localizado ya y es cuestión de tiempo para que él venga por nosotros-

-¿Por qué estás con el líder decepticon, Emma?-preguntó Cade haciendo que la rubia voltease a verlo.-¿Sabes que él es el mayor homicida de la historia de la humanidad?-

-Lo sé pero él tan sólo quiere esa porquería-Emma señaló el  amuleto que llevaba Cade.-Después de darselo, él se irá-

-Me permito decir que Megatron no se irá solo-

Pronto, Emma volvió a quedarse callada y bajó la vista. No, Megatron no se iría con las manos vacías, porque él ya no se veía solo. Quería a la última descendiente los Volchitsa, ella era lo que el necesitaba y ahora que lo tenía no pensaba dejarlo. Pero Emma sentía algo de odio por él aunque sus pensamiento no eran claros delante de él, aunque a veces le costaba verlo a los ópticos. Emma no se veía amándolo como su hermana lo hizo, Emma sólo quería estar tranquila con ella misma. Sintió la mano de Ted sobre su rodilla, ambos se vieron a los ojos y aunque él tenía la boca llena, como quiera le daba su apoyo.

-Megatron se irá-afirmó Emma-

-No sin ti-Cade se recargó en el respaldo.-Estás repitiendo la historia-

-Necesito que se largque, los destruya a todos ellos y que se largue-

-Dios santo, niña-Cade comenzó a burlarse.-¿En serio crees que si le damos esto a Megatron, él se irá por las buenas? ¡Eso es absurdo!-

-Megatron quiere ese amuleto para darselo a Quintessa-comentó Cogman.

-¿Quién carajos es Quintessa?-preguntó el filipino con la boca llena.

-Es la diosa loca, es una perra de lo peor...-

-Cogman-Sir Edmund le llamó la atención.-Es la diosa de la creación o eso es lo que se hace creer ella, quiere la reconstrucción de su mundo. Ésta bien pero lo que no me parece es que desee destruir el de nosotros. Ese amuleto-señaló el amuleto.-Es un fragmento para llegar hasta un cetro, unidos, le darán el poder a Quintessa-

-Es imposible-Emma negó con la cabeza.

-No, no lo es-negó Cade.-He tratado de decirte esto, niña rica, pero eres igual de terca que tu hermana y eso que no la conocí-

De pronto, Emma ya no sabía lo que hacía ¿Megatron la engañó? No iba a irse, no, la que tenía que irse era ella. Quedarse y morir, irse y morir. La cabeza le daba vueltas, TJ la miró y después de beberse el té, tomó la mano de Emma. Como quiera, debían de irse, si Megatron o alguno de los decepticons llegaban a donde estaban. se armaría un caso y Emma no estaba para ese caos.

-Srita Volchitsa, puede retirarse si usted lo considera correcto-indicó el hombre de edad mayor.-Pero no se llevará el amuleto-

-Entiendo-asintió Emma.-¿Podría darme una cajita de madera?-

La petición de Emma los sacaba a los demás sus casillas pero no sabían, Cogman tomó alguna caja de madera perfectamente tallada. Se la entregó a la rubia quien se puso de pie junto con Teddy y se fueron de ahí de esa mansión, iban caminando de manera tranquila hasta que Emma se detuvo. Él la engañó, le dijo que se llevaría el amuleto para largarse y dejar el planeta pero no...lo quería para poder traer su planeta ahí, justo como lo que sucedió en Chicago.

-Emma-habló TJ.

-Nos vamos-

-Emma, necesito que vayas tranquila-

-¡No, Tj!-ella se giró a verle.-¡Nos engañó!-exclamó.-¡Nos usó, me usó! Jugó con mis sentimientos, todo este tiempo...-

-Emma, recuerda que ellos son el enemigo, recuerda que ellos están del lado de los transformers-

-Estoy sintiendo algo por uno de ellos, entonces ¿De qué lado estoy yo?-ella lo miró con evidente duda.

-Disculpen-

Al menos el momento de tensión se terminó cuando vieron a Hot Rod acercarse a ellos, hincó una rodilla en el suelo para poder verlos más de cerca pero a Emma no le agradaba. Tan sólo se cruzó de brazos. No le agradaba, no después de tomarla como una muñeca barbie. 

-Veo que ya se van-

-Si ¿Algún problema? Tu dueño ya nos dejó retirarnos-

-Podría sacarlos de aquí-

-Si Megatron...-Emma lo señaló. Justo, el teléfono de Teddy comenzó a sonar

-Ugh...es...es Barricade-dijo el filipino mirando a su amiga.-Tenemos que irnos-

-¡Oh no, no, no, los sacaré de aquí!-dijo Hot Rod para después presionar el botón al lado de su receptor.-Oye Bee, Megatron y sus secuaces se acercan, alerta a tus amigos-

-¡Me quiere a mi, no a ti!-exclamó Emma dando pasos atrás.

-Lo siento, chérie, los alejare de aquí-

No quería escuchar a Emma y TJ repetirle más de un millón de veces que sólo los quería a ambos para poder irse, no, lo más prudente que Hot pudo hacer fue tomar a ambos chicos y meterlos dentro de su modo vehículo, les atravesó los cinturones de seguridad y aceleró hasta el fondo para salir derrapando de la mansión antes de que algo malo pasara. Emma quería alejarse de todos ellos, incluso de TJ que seguía revisando el móvil, un gps implantado por los mismos decepticons indicaba que ellos estaban acercándose un poco más.

De pronto, Emma no quería ver a nadie ni acercarse a Megatron. Sentía dolor del engaño, sentía dolor de que él jugó con sus sentimientos ¿Por un maldito amuleto? No sabía ni como sentirse al respecto, lloró delante de él le confesó algunas cosas y sus confesiones fueron tan reales.

Megatron, eres un maldito,

...

Mientras Barricade iba por las calles inglesas, Megatron iba por el aire siguiéndolo hasta donde se encontraba la rubia. Tenía que decirle la verdad de la alianza pero también tenía que decirle que iba a desistir de todo acto, en cambio haría lo que hizo en un pasado, pelear para que dejaran ese mundo. Quizás Emma no lo entendería pero cumpliría su promesa de dejarla para que ella pudiese vivir con calma.

Aunque, su procesador sólo decía que se quedara con ella. Emma lo necesitaba y él la necesitaba, era mutuo, le había confesado todo lo que no le pudo decir a nadie respecto a la muerte de Mia. Sentía que con Emma ya lo tenía todo, tan sólo debía de aprender a cuidarlo, estaba dispuesto a dejar esa vida ¿Ser deception? Eso ya había acabado...

Estaba retirado.

Ahora, quería tener un propósito para vivir.

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Disculpen la demora, uno problemillas ahí pero trato de no desanimarme.

Haciendo spam, conmemorativo a este mes acabo de sacar un fic llamado "Devil Doll" donde el protagonista es Bumblebee, está basado en cementerio de mascotas de Stephen King c:

Gracias por leer!