Loser Reddie (IT)

Capítulo 6

El apestoso retorno a clases volvía a torturarnos, al menos no era tan complicado para Richie, tenía a Eddie y se la pasaban bien. No le importaba hacer nuevas amistades, sobretodo donde los demás compañeros de su salón compartían 'nada' si de cosas en común se tratase, estos perros estaban en la perdición. Nada que 'Una chelita por aquí, ups me pasé de las copas, eso hermana, hoy se goza hasta las ultimas Wooooh'.
Definitivamente ese no era el estilo de vida que quería llevar Richie.

Por otro lado, el seguimiento de cursos en clase, no era para nada pesado. Se suponía que el profe Skarsgård todo lo hacía fácil.
Ay ojala él tambien fuera un fácil, pero no, según Bill, lo esencial era guardar el honor a su hermosa docencia y el respeto por sus alumnas, y alumnos, sin importar lo resbalosos que fueran.

Eddie había faltado ese día, Richie realmente lo había esperado con ansias pero nunca llegó, así como en la mayoría de citas que son realizadas en Tinder.
Una gran decepción, pero no estaba enfadado, sino confundido. Se preguntaba una y otra vez si le había pasado algo. Entonces se dirigió a esperar el autobús que lo llevaría de regreso a la 21 Streech.

-¡Hey! Tú, sí tu el de lentes de nerd.

-Que demonios. -pensó- ¿Tú no eres el bobo que anda molestando a Eddie? -lo interroga-

-Ese mismo. Al principio creí que era una broma pero hey mocoso, tu no me has hecho nada, no habría motivo para que seas mi juguete.

-¿En cambio Eddie sí? -desafió-

-Eddie, es un marica, un perdedor que debería morir.

-Eddie es tímido, es el mejor, incluso mejor que tú.

-Cuida tus palabras imbécil.

-¿Y si no?

-Le gustan los niños, a tu amiguito marica le gustan los chicos.

-¿Qué dices?

-Me pregunto si esa mierda andante y revoltosa ya te habrá echado el ojo, qué miedo, ¿no?

-No deberías expresarte de esa forma.

-Se lo merece despues de todo, que asco.

-¿Has venido hasta aquí sólo para decirme esta tontería? -vuelve a interrogar-

-No es una tonteria, yo que tú me alejaría. Digo, quien sabe si ya hasta se habrá enamorado de tí.

-¿Qué dices, idiota? -gritó tembloroso- A... ¡Adios!

-Sí, vete, y anda a averiguar porqué no vino tu noviecita enferma hoy. Quizás se murió.

-Tonto...

Ambos tomaron caminos opuestos y se alejaron a una distancia promedio, cada uno por su lado.
Richie estaba a punto de tomar el bus. Más que confundido, no podía creer en las palabras de ese idiota. Apenas iban una semana de conocerse y ya tiene que enterarse de lo que al más bajito le tocaba recibir una vez que pisaba esta maldita escuela.
De verdad es injusto, es muy injusto.

-Richieeee ¡Espera! -se escucha a un niño decir, vestido sobre una playera con estampado de carritos, un short pequeño y unos tenis blancos.

-Eddieeee, ¿qué demonios te pasó?

-Me caí de la cama y mi mamá sobreprotectora me llevó con el médico para ver si me había roto un hueso o algo parecido.

-¿Qué verga? -pensó- Lo... Lo bueno es que ya estas bien, ¿porqué vienes recién? -lo interroga-

-Eso mismo le dije a mi mamá, entonces le rogé que me dejase ir, y sólo fuí a entregar unos últimos papeles para completar el proceso de mi matricula, las clases ya habían acabado. Lo noté, porque recién te veo, solito.

-Nos podemos ir a casa, entonces. -dijo entusiasmado-

-Sí, vámonos. -sonrisa pícara nuevamente-

Ambos pupilos tomaron el autobús escolar, ese de color amarillo con rayas negras, sí sí, lo sé, sólo que este andaba algo gastado. Muy viejo y deteriorado para ser exclusivo de Alexandria.
El viaje para poder llegar a la 21 Streech no era tan largo, un trasncurso de 8 a 11 minutos era lo necesario. Mejor aún, iban sentaditos.

-¿Qué piensas de almorzar en mi casa hoy?Cocinarán espárrago -dice, mostrando el diente-

-Creo que puedo, tu casa no está tan lejos. Pero sólo plan de 20 minutos, ¿de acuerdo?

-Media hora.

-Ni si quiera le avisé a mi mamá.

-Anda, tonto. Media hora, ¿ya? -lanza un puchero-

-Joder -se regaña en su cabeza- Está bien, está bien.

-Deberías agradecerme, te daremos alojo temporal y comida gratis.

-Gracias.