La Enfermedad de Cristal

¿Prueba o verdad?

Al día siguiente fui al instituto en coche porque mi padre estaba en casa y quería pasar más tiempo con él ya que el imbécil me hizo pasar menos tiempo con él ayer.

La primera clase pasó normal, pero el problema llegó en la segunda clase (literatura); tocaba leer y entré la primera para poder coger el libro que quería. El idiota entró el último y se tuvo que sentar enfrente de mí porque era el único sitio que quedaba libre.
Se puso a cantar haciendo un dueto con el libro. Cuando le tocaba al libro él ponía una voz aguda.

-¿Quién es?- Cantó ''el libro''.

-Soy yo.- Cantó él.

-¿Qué vienes a buscar?- Cantó otra vez ''el libro''.

-A ti. -Le cantó él en respuesta.

Después se puso a leer. Pensé que podría leer en paz en silencio por fin, pero no, porque él hacía ruidos de sorpresa, susto, enfado... Así que le odié más ya que no pude leer.

La siguiente clase pasó normal y llegó el recreo.

En mitad del pasillo me encontré a Courtney, Eric, Pilar y Jenny, quienes propusieron jugar a un Prueba o Verdad, y yo, por supuesto, acepté.

Nos sentamos en círculo en mitad del pasillo y Courtney giró la botella para ver a quién le tocaba. Le tocó a ella.

-¿Prueba o verdad?-Preguntó Pilar.

-Prueba.- Respondió.

-Tienes que besar a Eric con lengua.- Propuso Jenny.

Entonces Courtney, como le encantaba hacer esas cosas en público, se acercó a Eric y le dio un beso. Cuando Courtney y Eric se separaron Eric cogió rápido la botella y la giró. Por desgracia me tocó a mí.

-¿Prueba o verdad?- Preguntó Courtney.

-Prueba.- Respondí.

-Vale... mmm... tienes... que...- Empezó a decir Courtney con la mano en la barbilla, luego empezó a mirar a su alrededor y cuando vio al imbécil, pareció que le había llegado la inspiración divina.- Tienes que decirle al chico nuevo que le quieres.

''¿Qué?, ¿Cómo?, ¿Cuando?, ¿Dónde?, ¿¡Qué!? No puede ser, no" . Pensé.

Entonces, cagándome en los pantalones, me fui acercando a él despacito y con miedo pensando: ''aunque no sienta nada hacia él y le digo te quiero ¿moriré?''. Cada dos por tres me giraba a ver las caras de de Courtney y su séquito, que eran de alegría.

-Hola.- Le dije cuando estuve ya a su lado.

Cuando de verdad me fijé en él me di cuenta de que tenía la camiseta pillada con la puerta de su taquilla y él estaba tironeando sin parar de ella para intentar liberarse.

-Sí, hola, yo también te quiero, ale, adiós.- Dijo sin mirarme y sin dejar de tironear su camiseta. Su tono tenía un 0% de sentimiento.

-¿Has escuchado la conversación?

-Estoy a tres pasos de vuestro corro de diversión y no me puedo soltar para irme, así que... ¿Tú qué crees? ¿Lo he escuchado?- Dijo sarcástico aun sin desviar su atención de lo que estaba haciendo.

-¿Quieres que te ayude a soltarte?- Le pregunté señalando la camiseta enganchada.

-Bueno, en caso de que se te ocurra alguna idea, cosa que me parece difícil, sí, dímela.- Dijo con el mismo tono.

-La verdad es que tengo una, pero no sé cómo no se te ha ocurrido.

-Por favor, ilumíname con tu gran brillantez.- Pidió de manera cansada y burlante.

-Pon el pin de tu taquilla y ábrela.- Era bastante obvio.

En ese momento él paró de tirar y tras lo que calculo que serían unos... 5 segundos en los que se quedó quieto en la misma pose, puso la combinación de la taquilla, la abrió, sacó su camiseta, la cerró y se marchó caminando rápidamente sin decir nada.