Josh coge zapatos que no son de su talla

102 11 0
                                    

Cuando salí de la última clase que tenía antes del recreo algo me cogió del pie y me caí de bruces. Miré mi tobillo y vi que Josh me estaba quitando un zapato. Se quitó el suyo (que al parecer ya había recogido del aula de tecnología) me lo puso al lado, se puso el mío y salió corriendo. Bueno, corriendo era decir mucho; corría un poco raro porque mi zapato era minúsculo para su pie y no le entraba. Me puse su zapato para no ir descalza y empecé a perseguirle. Tuve que ir despacio por culpa de mi corazón, pero no importó porque al llegar a las escaleras vi a Josh aferrado a la barandilla porque casi se cae rodando por ellas de cabeza.

-¿Por qué estás así?-Le pregunté cuando me acerqué a él.

-¿No es obvio?-Respondió con una pregunta aferrado a la barandilla como si la vida le fuese en ello, y prácticamente así era.

-Esto... un poco.

-Pues eso.

-Oye, ¿por qué me has quitado el zapato?

-Porque tú dejaste el mío tirado en la clase de tecnología. Es mi pequeña venganza, la única diferencia es que yo pienso devolvértelo, no hacerte ir a recogerlo al aula de un profesor que ahora me odia.- Su tono era un poco de reproche.

-Ehhh... siento haber dejado tu zapato tirado en clase de tecnología.- Dije mirando al suelo.

-Tranquila. No estoy enfadado, solo necesitaba esta pequeña venganza.- Me dijo dándome una pequeña sonrisa.

Con esa pequeña sonrisa supe que no era mala persona, solo lo parecía al principio.

-¿Quieres que te ayude?- Le pregunté.

-Sabes que siempre te respondo que no.

-Vale, pues... Adiós.- Le dije dispuesta a irme.

-Entonces no tengo otra que soltarme y rodar escalera abajo.- En cuando dijo eso me paré, me quedé un rato pensando y volví a mirarle.

Josh me miró inexpresivo,a la espera de lo que yo iba a decir.

-¿Quieres que haga algo o prefieres que me vaya?-Pregunté al fin.

-Soy muy cabezota como para admitir que necesito ayuda.- Dijo alzando las cejas.

No dije nada. Me acerqué a él y le ayudé a ponerse en pie bien.

-Gracias. Como siempre. Y adiós. Como siempre también.- Y se fue con mi zapato aun puesto. Yo le dejé.

Decidí volver a subir e ir a la biblioteca para continuar leyendo «Cazadores de sombras» pero al llegar me encontré con Courtney, quien en vez de leer estaba pintándose las uñas.

-¿Quién es?- Se oyó a mis espaldas.

No hacía falta que me girase para saber quién era, estaba claro que era Josh.

Se puso a mi lado y me puso la mano en un hombro.

-Esta va a ser otra pequeña venganza, pero esta vez no va a ser para ti. Sólo ayúdame en una cosa. Empieza a cantar.- Pidió sonriendo.

-¿Quién es?- Canté.

-Soy yo.- Siguió sonriendo mientras cantaba.

-¿Qué vienes a buscar?- Continué.

-El zapato de una zorra, quizá los empiece a coleccionar y todo.- Fue corriendo hasta Courtney, se agachó y le quitó uno de sus tacones. Luego salió corriendo de la biblioteca mientras Courtney berreaba.

Courtney se acercó a mí.

-¿Qué hace ese imbécil?- Me preguntó Courtney con el ceño fruncido.

-Nada, le ha dado por cazar Cenicientas.- Me encogí de hombros.

-¡En realidad solo una es Cenicienta, la otra es una zorra!- Gritó Josh desde la puerta y luego se piró, esta vez de manera definitiva.

-¡Eric!- Gritó Courtney y salió de la biblioteca dejando olor a pintauñas húmedo.

Y yo, ahora sí, me senté en una silla, saqué mi libro y me puse a leer.

Bajando por las escaleras me encontré a Josh cogido por el cuello de la camiseta, y quien lo cogía Eric. Corrí hacia donde estaban Eric y Josh y les separé.

-Emma, gracias, pero sabes que yo nunca necesito ayuda.- Me dijo Josh mirándome con el ceño un poco fruncido.

-Eso es lo que dices siempre, pero en realidad la necesitas.

-Te voy a demostrar que no la necesito, mira.- Josh le tiró a Eric, que nos miraba atónito, el tacón de Courtney a la cabeza, que hasta ahora Josh había sujetado en su mano derecha.

Luego se fue corriendo hasta la enfermería que estaba a poco más de 5 pasos, pero como había adultos en la enfermería Eric no podía perseguirle hasta allí.

-¿Qué tienes tú que ver con ese imbécil?-Ahora Eric depositaba toda su furia en mí.

-¿A ti qué te importa?- No me ablandé y le contesté casi gritando.

Eric se empezó a acercar a mí y me dio un bofetón.

-¡No vuelvas más con nosotros!-Me gritó.

-¡PERFECTO!-Estaba colérica y me dolía la cara pero no era el momento de echarse atrás.

-Hola, hey, un momento.- Dijo Josh desde la puerta de la enfermería.- Lamento interrumpir pero... ¿le has pegado a Emma?-Le preguntó a Eric levantando una ceja.

Yo tenía la mitad de la cara ardiendo por ese golpe y seguro que lo tenía rojo. También tenía unas grandes ganas de llevarme la mano a la zona ardiente de mi rostro y no me quedaban casi fuerzas para retener mis lágrimas, pero lo conseguí soportar gracias al orgullo.

-Sí ¿Pasa algo?- Respondió Eric con tono burlón.

-No. Claro que no. Pero respóndeme otra pregunta.-Josh se acercó a Eric.- ¿Te huele a cloroformo este pañuelo?- Y le puso una especie de gasa en la nariz y la boca.

Eric se cayó de espaldas casi al instante y yo me quedé mirando a Josh atónita durante un momento.

-Gracias.- Hablé al final.

-Yo nunca necesito ayuda, pero al parecer tú sí, así que, de nada.-Me sonrió.- Y toma, tu zapato.-Me lo dio.

Me quité el suyo y se lo di.

-Adiós- Lo cogió, se lo puso y se fue.

La Enfermedad de CristalWhere stories live. Discover now