El "Prueba o verdad" se hace tradición

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Cuando me desperté me miré los moratones; ya no tenían tan mala pinta ni me dolían como ayer. Luego comprobé si todavía tenía la punta de cristal de mi pecho. Y, sí, claro que la tenía, y probablemente la tendría hasta el día de mi muerte. Decidí ignorarlo.

Me cambié y me dirigí a la habitación de mi padre.

Josh estaba en calzoncillos y espatarrado de cualquier forma en la cama con las sábanas en el suelo; Con un charco de saliva en la almohada justo al lado de su cara y su boca abierta. Respiraba muy tranquilo a pesar de la extraña posición en la que se encontraba.

Me acerqué a la ventana y subí la persiana.

-A despertar, dormilón.- Dije mientras daba unas palmadas.

Josh se despertó al momento asustado y se cayó de la cama de culo.

-¡Iiiiii!- Gritó.

-¿Estás bien?-

-No, malvada.- Me miró con reproche como un niño pequeñito.

-Es muy tarde, tenía que despertarte.-

-Excusas, excusas.- Se levantó y fue a ponerse sus pantalones.

-Te espero en la cocina, voy a hacer el desayuno.- Le informé acercándome a la puerta.- Ah, por cierto, puedes ducharte si quieres. Prometo que esta vez no entraré.-

-Dame un papel y un boli, por favor.-

-¿Por?-

-Por favor.- Volvió a pedir.

-Vale. Ahora vuelvo.- Salí de la habitación en dirección a la mía. Cogí un boli y un papel de mi escritorio y volví con Josh.- Aquí lo tienes.- Dije entregándoselo.

Josh empezó a escribir apoyado en la mesita de noche y cuando terminó me lo entregó. Ponía:

Emma Kirk se compromete a no meterse en la ducha mientras Josh Duncan se ducha. Ni siquiera para quemarle ni congelarle el pito.

Firma de Josh Duncan:

Firma de Josh Duncan:

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Firma de Emma Kirk:

Lo firmé y se lo volví a entregar.

-¿Así mejor?- Pregunté.

-Casi. Solo queda que lo cumplas.-

-Te prometo que lo cumpliré. Me voy a preparar el desayuno.- Contesté señalando con el dedo pulgar la puerta.

-Vale.- Cogió el resto de su ropa y se metió en el baño.- ¡Estoy en el baño y no es porque me haya equivocado!- Se oyó su grito de felicidad desde detrás de la puerta.

Me reí y me fui a la cocina. Preparé unos huevos fritos, dos tortillas francesas y algunas salchichas. Después puse la mesa y al acabar me senté a esperar a Josh.

La Enfermedad de CristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora