The Secret of Queen Lou- Larry Stylinson

Capitulo XXXI

"Devastación"

La vida lo habia puesto en situaciones que nunca imagino que llegaría a vivir, tuvo que pasar tanto y perder a tanta gente para darse cuenta de que su desgracia nunca terminaría. Pero a pesar de todo, aún tenía esperanza de que la vida mejorase. Louis tenía tanta rabia acumulada dentro de su pecho. Pero tambien estaba invadido de miedo. Cualquier movimiento en falso podria costarle la vida de sus hijos.

Esa noche, Louis se encontró solo en la cama al despertar, de inmediato se percató de que aún era de noche, la luz de la luna entraba por su ventana y alumbraba solamente un poco.

El omega se sentó lentamente y de inmediato sintio un terrible mareo, a su mente venia la imagen de la reina de Francia muerta en su piso. ¡Vaya desgracia! Por intentar ayudar habia perdido la vida.

Louis no podia dejar de sentirse culpable. ¿Pero cómo no hacerlo? Ella habia muerto ayudándolo.

¿Qué debería hacer? ¿Qué clase de maldición era esa?

El omega se deslizo por la cama y se levantó tocando el frio suelo con sus pies descalzos, camino por la enorme habitacion dispuesto a salir de aquel lugar, necesitaba aire fresco, necesitaba pensar con tranquilidad.

El castaño abrió la inmensa puerta y se encontró con dos guardias quienes lo miraron de inmediato.

—Lo siento su majestad. Pero usted no puede salir, son órdenes del emperador—comento un guardia con firmeza.

—¿De que estas hablando? —pregunto Louis elevando las cejas.

—Me han ordenado que no puede salir, por favor vuelva adentro.

Louis se quedó en silencio. Era imposible pelear con esos dos enormes alfas, el omega cerró la puerta de nuevo y se giró en sus talones, estaba completamente solo en aquella enorme habitacion.

El castaño se dirigió hacia el gran ventanal, lo abrió con cuidado y observo la noche. Estaba completamente perdido, quería terminar con su vida y olvidarse del mundo entero, pero tenía dos hermosos hijos los cuales debía cuidar, no podia ser egoísta y dejarlos a su suerte, el los protegería hasta el final de los tiempos.

Louis se quedó observando la noche, por su cabeza pasaban mil maneras de escapar, miles de planes, pero todos terminaban en desgracia. Necesitaba concentrarse lo suficiente y tratar de llegar a una solución antes de que fuera demasiado tarde.

(...)

A la mañana siguiente.

Al salir el sol Louis se encontraba sentado al filo de la cama cambiado. Luciendo un traje negro con detalles blancos, sabía que debía guardarle luto a la reina, lo hacía por respeto. Se sentia avergonzado por todo lo sucedido.

Su tranquilidad fue interrumpida por la puerta de madera, el castaño observo a Arthur el cual parecia bastante nervioso. El omega lo miro fijamente, ese ser era un asco no nada aquel Arthur que habia conocido. Este le provocaba asco.

—¿Qué haces ahí? —pregunto el alfa mirándolo fijamente.

—Estoy sentado ¿No ves? —Louis elevo las cejas y desvió la mirada—¿Tu qué haces aquí?

—Nada, solamente vine a descansar. Solo eso—menciono al mismo tiempo que caminaba hacia la cama y se acostaba en ella.

El omega se quedó inmóvil. ¿Cómo podia actuar tan tranquilamente despues de haberle quitado la vida a una mujer inocente?

—Dormiré algunos minutos—susurro Arthur.

—¿Puedo salir? —pregunto el omega.

—Claro que puedes. No te tengo aquí preso.