Capítulo 18

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Toma algo frío antes de empezar a leerlo, creo que salió bastante ardiente. Y si no tienes la edad adecuada, ¡no te acerques! Besitos

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Noviembre 2013 —Íria        

Jared me estudió con tanta intensidad como si fuera la primera vez que me veía.

—¿Qué pensaste la primera vez que nos conocimos? —pregunté, sosteniéndole la mirada, lo contrario de lo que había hecho trece años atrás.

Perdí la expresión de su rostro cuando me dio la espalda para llenarme la copa con champán.

—¿Jugamos a «20 preguntas»?          

—Me parece más estimulante «Verdad o consecuencia» —le expliqué, aceptando el vaso—. Y preferiría que te sentaras y dejaras de moverte. Empiezo a marearme de tanto intentar seguirte.

Vi que estudiaba el cuarto con la mirada de alguien que se sentía acollarado contra la pared. Sin decidirse si prefería abalanzarse en las llamas de la chimenea o sentarse en la cama, a mi lado, replicó:

—Empiezas a marearte porque te falta poco para acabar la botella de champán. Y ya que vino el caso, no entiendo qué estás celebrando.

Contemplé las burbujas, pensando si tenía algo para celebrar. El hecho de que nos halláramos en la misma habitación desde un buen rato y no hubiéramos saltado el uno a la garganta del otro, era por sí mismo un gran logro. Algo me decía que esta noche era importante. Mi séptimo sentido, el que usaba y funcionaba únicamente en relación con Jared, me animaba a creer que en ese preciso instante nos encontrábamos en un cruce de caminos y que desde ese punto se asomaría la luz de un futuro, cualquier tipo de futuro.

—Tengo muchas razones para celebrar —contesté cabizbaja—. Así que, ¿te apuntas al juego? —Alcé la cabeza para ver que tenía la mirada de un animal que se encuentra de repente en el medio de la carretera ante los faros encendidos de un coche. Casi me atraganté con la risa.

—Depende hasta dónde quieras llegar —replicó ásperamente—. Si tienes planeado que echemos un polvo, no hace falta perder el tiempo con el juego.

Así que había adivinado mis intenciones. No debería sorprenderme, sabía que no le faltaba inteligencia. Torcí el gesto por la elección de sus palabras. Tenía el propósito de herirme y avisarme a la vez. Me decía que si algo pasaba esa noche, tendría cero significado. Me tomé un sorbo, deliberando si estaba dispuesta a entregarme en sus condiciones.

—Puede que lo tenga en cuenta… si demuestras saber convencerme.

Su tez adquirió el mismo matiz que la de una estatua de cera. Caminó hasta el otro lado de la cama y se sentó bruscamente, como si le se hubieran acabado las fuerzas.

—¿Qué te he hecho? —susurró como para sí mismo, ladeando la cabeza.                         

—¿Es tu primera pregunta? ¿Hemos empezado el juego?

No me dejé impresionar por su actuación, aunque fuera de nota diez. Al parecer, Jared pensaba que se encontraba ante la misma chiquilla boba que se perdía en su presencia. Seguía haciéndolo, seguía estando impresionada por su personalidad, por su figura, por todo él, pero ahora no huía, no me escondía, no bajaba la mirada, no caminaba en marcha atrás. Si era la hora de la verdad verdadera, si él me había presentado sus condiciones, era justo tratarlo con la misma moneda. Debía conocer la nueva yo.

Me miró y asintió lentamente con la cabeza.

—¿Verdad o consecuencia? Hmm… difícil caso. —Contemplé el techo, preguntándome si el juego no era demasiado arriesgado. Me di cuenta que lo era, pero también que necesitaba jugarlo. Debía estar muy mal de la cabeza si pensaba entregarme a Jared sin más. No obstante, mi teoría se basaba en la esperanza de que entendiera mi sacrificio y yo ganara puntos, muchos puntos, tantos como no había tenido en años—. No importa. Que sea verdad —dije, encogiendo los hombros—. Me has enseñado a amar. —Sonreí, aunque fue una sonrisa amarga, por el recuerdo de que había perdido como tonta su afecto—. Desafortunadamente, resultó que el amor no es la respuesta a todos los problemas, como nos enseñan a creer. Y que a veces lastima en vez de curar.

Sencillamente perfecto (SIN EDITAR) - TERMINADAWhere stories live. Discover now