Diavolik Lovers/Demon Eyes/

Tu Peor Pesadilla 6/6

Pov. Subaru

Soledad, era lo unico que podia sentir en mi pecho, apareciera lo que apareciera sabia que no seria nada bueno... sin prisa alguna sali de la mansion hacia el unico lugar que fue dueno de mis pesadillas durante anos, pero estaba lejos de como lo recordaba, la torre parecia tan inestable que podria desplomarce solo con un soplido del viento, pero aun asi seguia firme, siendo decoradas por miles de flores blancas, que daban a una lluvia de petalos... pareciera como si el lugar entero estuviera llorando por algo, cuando mis ojos llegaron a la ventana del calabozo la imagen de mi madre llorando golpeo mi pocho, y me senti impotente, de inmediato para contener mi furia hice mis manos puno, pero me di cuenta de que en mi mano derecho estaba mi daga, brillante e imponente, pidiendo casi a gritos ser usada contra alguien.

Para evitar a la tentacion la guarde en mi bolcillo del pantalon y volvi a mirar a la ventana, pero mi madre ya no estaba ahi. Si tubiera un Corazon seguramente se hubiera detenido, pues en lugar de una madre triste lo que ahora miraban mis ojos no era nada mas ni nada menos que Kira, su rostro bañado en sangre y una mirada perdida en la nada. Sin pensarlo mucho mis pies se movieron como si tuvieran vida propia, y subi casi como un rayo las escaleras hasta llegar a lo mas alto, pegando mi cuerpo lo mas posible a los barrotes.

-KIra!!!!-

El cuerpo de Kira se encontraba tendido en el suelo y en su cuello podía ver como se desangraba a causa de una mordida, inmortal o no aquello podría matarla en poco tiempo si no se curaba rápido, de una patada derribe la puerta de barrotes y corrí hasta ella, su piel que habitualmente era pálida como la mía ahora tenia un aspecto amarillento y agrietado, como si fuera papel desgarrándose lentamente y se volviera polvo, con rapidez lamí la herida de su cuello y esta se fue cerrando lentamente así que la coloque contra mi pecho en espera de que despertara... Esto me ponía de los nervios, pero no dejare que ese mocoso prepotente lo note.

-Tranquila, no dejare que te hagan mas daño... tu no pasaras por lo mismo que ella- susurre a su oído y bese de manera cuidadosa su coronilla, ilusión o no yo jamás le dejaría que algo malo le pasara a esta mujer.

sin embargo sabia que esto no seria todo, mientras me mantenía acurrucado con Kira en mis brazos agudice todo lo posible mis sentidos, atento a lo que sea que pudiera amenazarnos, a lo lejos podía escuchar una leve risita maliciosa y el compas de unos pasos marcaban el ritmo de su cercanía hacia mi, de manera recia mire por el rabillo de mi ojo como una de las paredes desaparecía y por esta el sonido parecía acercarse cada vez mas, por instinto apreté mas el cuerpo de Kira contra el mío y me fui levantando de manera cuidadosa dando pasos sordos hasta topar con el extremo mas alejado, en donde volví a agacharme, para dejar recargado el cuerpo de la azabache contra ambos muros justo detrás de mi.

La luz del ventanal era suficiente para iluminarme y también fue el farol que lo alumbro a el, cuando estuvo al fin lo suficiente cerca, su sonrisa burlona desvelaba su verdadera personalidad, el monstruo que en verdad era, sus ojos divagaron un momento en mi persona, pero rápidamente cambiaron y fueron directo hacia Kira, aquello me enojo e incluso trate de cubrirla mas con mi cuerpo.

-No te mereces el amor de Kira y tampoco el reino...-

-¿A si?, ¿Por qué estas tan seguro de eso?-

-Porque se el tipo de alimaña que eres... tu jamás has te preocupaste por alguien que no fueras tu-

-Y que piensas hacer Subaru?, tan solo eres el mas pequeño de tus hermanos, el pequeño infeliz que se sintió especial por un poco de atención de la mujer de su padre-

-Ella no es tu mujer, ella es solo un títere de tus caprichos-

-Entonces esa es tu escusa, me mataras por el simple echo de quedarte con ella-

-No... es verdad que mi corazón le pertenece y no usare algo tan preciado como esto contra ti.... no, te matare, por el simple echo de ser lo correcto, jamás volverás a dañarnos... padre- tal vez fuera mi imaginación, pero pude haber jurado ver un brillo en su ojos, sin titubeo extendió los brazos como si fuera a abrazarme y antes de darme tiempo siquiera a reaccionar mi cuerpo ya estaba clavando el puñal en su pecho, justo sobre el corazón.

Podía sentir los brazos de este hombre abrazarme, como si me diera un consuelo por mi acción, -Lo has echo bien hijo, estoy orguñoso de ti-mientras lentamente su cuerpo se volvía cenizas, cenizas huyendo de mi toque.

Lo había logrado... ahora era libre

-Subaru- Al voltear la figura de Kira se hallaba flotando ante mi, su rostro era de alivio y hasta cierto punto de felicidad, pero sus ojos me demostraban lo contrario, como si su ser peleara por decir si mis actos estaban bien o mal.

Inseguro le mantuve la mirada, y en un parpadeo ya la tenia frente a mi. Sus dedos se extendían por mi rostro atenta a cada de tañe, como buscando alguna herida... pero al no existir esta lo único que hizo fue abrazarme, a lo que yo correspondí

-Es hora de volver a casa, Subaru-