FIRST

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Mira sobre tu hombro, hay algo en tu cuerpo, como lo mueves es tan sexy,
ahora tendremos nuestra propia pequeña fiesta, se siente tan bien.






Está sentado frente a la mesa de la cocina, comiendo de su tazón de cereal, enfundado en su traje de dos piezas, pantalón y sacó azul, camisa blanca debajo del caro traje y corbata a juego. Su ruloso cabello perfectamente peinado.

Escucha los pasos de su hija al bajar las escaleras, uno, dos, tres, cuatro, cuenta mentalmente cada uno de los escalones hasta que la muchacha se para frente a la mesa con una sonrisa en los labios.

"Buenos días hija". Saluda dándole una rápida mirada a la chica frente a él. Su mirada la recorre de arriba a abajo. Ella sonríe más.

"Buen día papá". Llega hasta Bruno y le da un sonoro beso en la mejilla.

Camina hasta el refrigerador y busca en su interior, con manzana en mano cierra la puerta.

"Me voy, llegó tarde, tengo examen en menos de dos horas". Volvió a besar la mejilla de su padre.

"Espera, tienes que desayunar". La chica alzó la manzana que tenía en su mano. El mayor rueda los ojos. "Eso no es desayuno, hablo de uno decente". Se pone de pie y lava el tazón que estaba usando.

"No, pero es para lo único que tengo tiempo, nos vemos más tarde papi". La última palabra la dijo en un tono más meloso.

Bruno fruncio el ceño, no es tonto y se ha dado cuenta del cambio de su hija, ya dejó de ser una niña, él lo sabe, ha tenido que pasar por etapas que quizás ningún padre ha tenido que pasar con sus hijas, el la ha criado sólo, ha sido su bebé desde hace 16 años.

Pero ahora hace apenas un par de años, desde que su hija empezó a ser una adolescente la palabra "papi" ya no es lo mismo. Cada que su hija lo dice le molesta, lo incomoda. Mueve su cabeza para hacer que esos pensamientos desaparezcan.

"Yo te llevo, igual ya estaba por ir al trabajo". Seca sus manos con una toalla de papel y camina hacia la sala, pasando por un lado de su hija. Ella huele a frambuesas y moras, sin dudas sus frutas favoritas.

Toma su maletín que está sobre el sofá, el moreno es abogado y su bufete el cual es una Asociación junto a su mejor amigo Phil, es uno de los mas prestigiosos de la ciudad.

Se puede decir que vive bien y tiene el dinero suficiente para consentir a su princesa.

Su hija camina hasta la puerta y se inclina a tomar su mochila, Bruno no pasa desapercibido como su falda se sube un poco mostrando sus piernas y el inicio de sus bragas. Carraspea.

"¿No crees que esa falda es muy corta?". Frunce el ceño, mientras mira a otro lado.

Su hija mira su atuendo, falda color Rosa y suéter azul cielo, medias blancas hasta medio muslo, mientras en sus pies lleva unos flats azules.

"Mmm nop". Dice colocándose la mochila sobre su hombro. "¿Me llevas o me voy en bus?". Abre la puerta y sale de casa.

El ruloso suelta un suspiro, sin dudas debe dejar de criticar la ropa que su hija usa, le luce bien, la hace ver hermosa, si ella quiere usarla que lo haga. Sólo no quiere que los chicos la miren. No del mismo modo en que el la miro hace unos minutos.

Cierra sus ojos fuertemente para borrar esa imagen de su cerebro. ¡Es su hija por amor a Dios!.

"Te dije que yo te llevo, sube al auto". Demandó, su hija hizo caso y subió. Cerró la puerta principal de su casa y camino hacia el auto.





"Llegaré tarde a casa, no me esperes despierta". Dijo Bruno a su hija mientras estaciona su Cadilac frente a la entrada del colegio.

Su hija frunce el ceño. "¿Por qué? Tu nunca llegas tarde". Lo mira extrañada no queriendo escuchar la respuesta, tenía sospechas y no quería que fueran ciertas.

"Ire a cenar con mi novia". Soltó sin mirar a su hija. Hablar sobre mujeres es un tema delicado, Rossie es celosa cuando se trata de él saliendo con chicas.

Pero es normal ¿no? Ella siempre ha sido su chica, su niña, su bebé, es normal que se sienta desplazada.

Rossie sintió algo en su pecho quebrarse, no le gusta que su padre tenga novia.

"¡No quiero que vayas!". La voz de su hija lo hizo salir de sus pensamientos.

"¿¡Qué!?, no estoy pidiendo tu permiso, sólo te estoy avisando". Contestó en tono brusco.

Odia hablarle fuerte a su pequeña, pero él es el padre y ella la hija, no al revés.

Rossie arrugo la nariz, así como cada vez que se enoja, conocia perfectamente a la novia de su padre Jessica Caban, morena, pelo negro y voluptuosa, no penso que su papá era el tipo de hombres que le gustan las plásticas, pero ya vio que se equivocó.

Ella trabaja en el bufete de abogados junto a su padre y a su punto de vista ella solo esta ahi para meterse entre los pantalones de Bruno, porque para trabajar lo duda.

La odia, es una estúpida, que le habla con tono dulce sólo para quedar bien con ella y hecharse a la bolsa a su padre, pero ella no cae en sus manipulaciones, quizas antes si le caia bien, cuando ella solo era una empleada más, pero desde que supo que era novia de su padre, la aborrece, ella no es el ingenuo de su padre que le creé su falsa amistosidad.

Rossie está segura que su odio es mutuo. toma su mochila y abre la puerta del auto, esta tan enojada que no se fija que su falda se sube hasta su cintura, dejando todo al descubierto, lo cuál no pasa desapercibido para Bruno. Trata de no mirar las nalgas de su hija cuando está sale del auto,  pero falla miserablemente. Sus bragas son blancas con encaje.

"Bien, diviértete con la zorra". hecha una furia azota la puerta del auto al cerrarla.

"¡Ross, cuida tu vocabulario!". Grita enojado pero fue en vano su hija ya iba demasiado lejos. Miró embobado como sus caderas se menean de un lado a otro tan sensualmente.

Sale del trance que las caderas de su hija había provocado en él, arranca el auto y se va.

Quizás, sólo quizás Rossie si se dio cuenta lo ocurrido con su falda.


¿Que les pareció el primer capitulo?

Daddy Brunz On viuen les histories. Descobreix ara