Daddy Brunz

EIGHTEENTH

Ojalá pudiéramos escapar, pero no podemos parar el tiempo.
Parece que el reloj está corriendo demasiado rápido y ahora me siento perdido.

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Abril del 2006

Él no sabía nada sobre como cuidar a un ser humano tan frágil e indefenso.
Por su cabeza nunca pasó que una persona dependeria tanto de él.

Si hace unos años alguien le hubiera dicho que tendría que cuidar de su pequeña, sin dudas le habría dicho que estaba jodidamente loco. Pero como siempre, la vida te trae cosas que tu jamás imaginas.

El llanto de Rossie resono por toda la casa cuando justamente su reloj que estaba sobre su mesa de noche marcaba las cuatro y media de la madrugada.

La pequeña lloraba por un constante dolor en la garganta lo cuál no la dejaba dormir. El moreno ahora se encuentra sobre la pequeña cama con sábanas rosas y dibujos de princesas.

Corrió desde su habitación a la de su bebé medio adormilado, intentando no tropezar con sus pies y caerse.

"Duele papi, me duele mucho". La pequeña criatura esta hecha un ovillo sobre el regazo del mayor mientras que su voz suena áspera.

Su rostro se deforma en un rictus de dolor, para despues enterrar su cara en el pecho fornido de su padre.

"Lo se cariño". El moreno acaricia lentamente el cabello de su hija. "aguanta un poco ¿si?". Rossie asiente aún sin despegar su rostro del pecho del hombre que la acaricia amorosamente.

Los hipidos de la niña hacen que el corazón de Bruno se estruje. Odia que su bebé sufra.

La pequeña Rossie con tan solo cinco años de edad, esta sufriendo severos dolores en la garganta y Bruno no sabe como lidiar con ello.

"Quielo a mi mami". La niña rompe en llanto una vez más. "Me duele y quielo a mamita. ¿No tengo a mami polque no me comí las verdulas?". Pregunta a su padre, mientras ligeras lagrimas resbalan por sus coloradas mejillas.

Y Bruno una vez más no sabe como contestar a eso. Su garganta se cierra y un peso se establece en su estómago.

Lo único que hace es abrazar al pequeño cuerpo sobre él. El moreno en estos momentos tiene el corazón lleno de rencor hacia la mujer que se fue dejando a una niña sin el privilegio de tener una mamá cariñosa que cuide cuando ella más lo necesita.

Pero el será todo lo que su hija necesite; un padre, un amigo o un hermano. Le hará saber que con él lo tendrá todo.

Rossie llora más mientras con sus manitas toca su garganta.

Bruno esta tan desesperado por intentar calmar los dolores y así su pequeña bebé deje de sollozar tan lastimeramente.

Su mente divaga pensando en que si hubiera optado por la carrera de medicina, ahora no estuviera muriéndose de angustia por saber que enfermedad padece su bebé, pero como siempre ha sido de los hijos que le llevan la contraria a sus padres, prefirió mil veces estudiar leyes que medicina y ahora sin dudas quiere darse de golpes en la cabeza.

Acaricia lentamente la espalda de su pequeña Rossie mientras esta suelta jadeos de dolor. Lentamente le besa la frente y al hacer sus labios contacto con la piel se da cuenta que su hija tiene fiebre.  Y se alarma más.

Esto es más delicado que un simple resfriado. No hay que ser un maldito doctor para saberlo.

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