THIRTEENTH

4.3K 141 110
                                    

Di lo que quieras, pero este chico me da todo. Él nunca me hará daño. Mamá no tengas miedo, tu bebé ha crecido y me enamoré.













Con cuidado retira de su cabello todas y cada unas de las orquillas que sostenían su peinado. Quita la última y entierra sus dedos en su cabellera dando ligeros masajes en su cuero cabelludo. Ronronea ante el alivio que siente.

Mira a través del espejo y observa sobre la cama el moño negro que su padre utilizaba esa noche. Se levantó de su lugar y camino hasta la cama. Tomó el delicado pedazo de tela entre sus manos y lo guió hasta su nariz.

Inhalo profundamente la loción con aroma masculino que su padre usa.

Ahora Bruno se encuentra montado en un avión rumbo a cualquier parte del mundo. No quiso saber en que lugar su padre y Jessica tendrían sexo por toda una semana. Sólo imaginarlo le daba escalofrios. A Ross no le gusta compartir y menos a su padre.

Cierra los ojos y rememora lo pasado hace al menos dos horas en esa misma habitación.

...

Escuchan pasos fuera, los dos se quedan en completo silencio.

Miran atentos a la puerta.

Ross no puede ser capaz de parpadear por temor a que si lo hace, la puerta sea abierta y los descubran.

Bruno por su parte parece relajado.
Coloca sus manos detrás de su cuello y sonrie despreocupado como si no hubiera un extraño detrás de aquella puerta de madera.

Ross mira atenta como la manija lentamente comienza a girar hasta que está hace clic.

Se ha acabado, todo se fue a la mierda.

Jessica empuja la puerta fuertemente pero esta no cede. Intenta empujarla de nuevo y nada. Esta trabada.

Suspira con cansancio y toca la puerta de nuevo con sus nudillos.

"Rossie cariño, ¿estás ahí?". Agudiza el oído para poder escuchar detrás de la madera.

No hay respuesta.

Dentro Bruno ríe y Ross pone su pequeña mano sobre la boca del moreno.

"¿Acaso quieres que nos descubra tu esposa?". Susurra tan bajo que apenas y es capaz de escucharse a si misma.

Bruno niega aún sonriendo y da un ligero lameton a la palma de su hija.

Mira de nuevo atenta hacia la puerta. Puede ver por debajo la sombra de los zapatos de Jessica.

Al no obtener respuesta la mujer se da por vencida y unos minutos después, las pisadas se escuchan lejanas, hasta que llega a ser sólo un eco dentro de las lujosas paredes.

Ross suspira alivida y se deja caer contra el colchón.

Hoy no es el día de que todo se descubra.

Daddy Brunz Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ