ELEVENTH

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Ella me tiene perdiendo la cabeza, estoy perdiendo la mente. Me estoy perdiendo, pero creo que ella siente que ya estoy atrapado.














Los dias han pasado tan rápido que Ross apenas es consiente de lo que pasa a su alrededor.

Está sentada en el asiento trasero del auto de su padre. Mientras que Bruno ocupa el asiento del piloto, Jessica ocupa el del copiloto. Mira distraída por la ventana, su futura madrastra a tenido la maravillosa idea de ir a comer los tres juntos como la linda familia que serán de ahora en adelante, a Ross le fastidia todas las ideas de Jessica, al menos todas en las que ellos juegan a ser la "familia feliz"

Enrolla sus dedos en el borde de su falda la cual es color Rosa a cuadros. Levanta la mirada en el momento exacto en el que Jessica toma la mano de Bruno, la cual estaba en la palanca de cambios. Entre laza sus dedos con los del moreno. La chica frente a ella sonríe y es consciente de como su padre mira a Jessica por unos segundos, le devuelve la sonrisa antes de mirar de nuevo hacia la carretera.

La chica no puede quitar la mirada de los dedos entre lazados de la pareja. Por más que quiera luchar contra sus sentimientos no puede. Mirar sus manos unidas le hace doler el estómago y sentir el pecho vacio, cómo si el corazon dentro ya no existiera más. Quiere quitar la mano de Jessica y ser ella la que entre lace sus dedos con los de su padre.

Suena tan egoísta pero quiere a su padre para ella sola y asi poder caminar por la calle tomados de la mano, robarse pequeños besos inocentes, rodear con sus pequeños brazos la cintura del mayor y pegar su nariz ahí donde los botones no abrochados de su camisa dejan una porción de piel color canela al descubierto. Inhalar profundamente el perfume masculino que la embriaga por completo, todo eso ante las miradas de las personas y así dejar en claro que ella es de Bruno y Bruno es de ella. Pero eso no se puede, al menos no en esta vida donde son padre e hija.

Se abraza a si misma, toca sus brazos los cuales estan cubiertos por las mangas de la pequeña blusa blanca que esta usando. Suelta un pequeño bufido y los ojos de Bruno la observan por el espejo retrovisor. Sus miradas se conectan. ojos cafés colisionando en una sola mirada diciéndose todo y a la vez nada, transmitiendose lo que cada uno siente sólo con ver el color en sus ojos.

Ross baja la mirada a las manos de los adultos frente a ella. Bruno sigue su mirada y se da cuenta que aún está sosteniendo la mano de su prometida, así que rápidamente quita su mano de entre los dedos de Jessica y la coloca sobre el volante, le da una sonrisa de disculpas a su hija a través del espejo. Pero Ross tiene la mirada puesta de nuevo en la ventana. Bruno niega y tamborilea el volante con sus dedos. Mira de nuevo hacia el espejo y atravez de el puede ver como Ross levanta la comisura de sus labios apenas unos segundos. Dándole así una pequeña sonrisa de satisfacción.

Llegan a un restaurante ubicado en el centro de la cuidad. Es lujoso y caro a como le gusta a Jessica. Sin dudas a la zorra le gusta el dinero.

Su padre con tal de tenerla contenta le cumple sus malditos caprichos.

"Tenemos una reservación a nombre de Jessica Caban, para tres personas". Jessica habla con la chica en la entrada.

Mientras Ross observa todo a su alrededor. Bruno tiene uno de sus brazos en la cintura de Jessica. Haciendola sentir la mujer más segura de la tierra.

Rossie quiere divertirse así que camina unos pasos y se coloca al lado de su padre y coloca su pequeña mano entre la de su padre. Bruno reacciona apretando su mano y acariciando sus diminutos dedos.

Daddy Brunz Onde as histórias ganham vida. Descobre agora