Capítulo 4

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Julia abre los ojos. Acaban de llegar a las puertas de la gran mansión, ella se quedó dormida. El pueblo ya no logra verse, está lejos de el. Es un enorme patio delantero, lleno de árboles frutales, ahora le llega una pregunta a la mente ¿por qué no hay más gente ahí?, solo ha visto a ellos tres. No lo entiende ¿dónde estarán los demás? Si es que hay más.

Sebastián baja del auto y les abre la puerta al maestro y a Julia. Ramsés iba surcando los cielos y ya tiene un rato en la biblioteca donde espera al maestro Mehmud, Sebastián y Julia. Es momento de hablar con ella.

Los tres comienzan a caminar hacia la gran entrada.

—Vamos a la biblioteca Julia, tenemos que hablar. —dice el hombre de la barba abundante con un tono muy serio. Julia lo nota y se extraña un poco.

—Claro, maestro, ¿qué quiere hablar? —dice la chica de ojos verdes con cierta curiosidad.

—Espera a que entremos a la biblioteca, ya lo sabrás. Tú también ven Sebastián.

¿Sebastián también vendrá? Entonces tiene que ser algo del clan, pensaba en una situación más personal, pero no sabe si esto la tiene que tranquilizar o poner más inquieta. Solo sabe que muere de curiosidad y tiene que saberlo ya.

Todos van muy callados por cada pasillo de esa enorme mansión, menudo lugar, inmenso, hermoso, admirable, lleno de cuadros que seguro valen muchísimo dinero. Pero en ese momento se siente un ambiente tenso, siente que es algo malo por la seriedad que llevan todos.

Después de cruzar ese enorme laberinto al fin llegan a la biblioteca. Ahí Ramsés hojea un libro. Silencio. Incomodo silencio. Los dos hombres y el búho se miran entre sí. Julia cada vez está más extrañada.

—¿Ya me dirán que pasa? —dice Julia.

—Veras, Julia... —el viejo maestro hace una pausa—Es sobre tu madre.

¿Extrañada? Ahora esta lo que le sigue, su madre que tiene que ver ahora, acaba de morir y ni siquiera quiere hablar sobre eso en ese instante. Cuando despertó solo pensaba en llegar, dormir, llorar un rato y después llamar a su papá, quiere dejar un rato el tema de su madre, pero aun así se muere de intriga. Estaba muy seria, sin ganas de nada, triste, fría, ahora tiene curiosidad y quiere saber para donde va esto.

— ¿Mi madre que tiene que ver aquí? —lo dice muy seria.

—Es sobre su muerte, las cosas que la atacaron no son simples lobos. —dice el búho.

— ¿De qué hablas?, esto no me gusta nada.

—Solo promete que estarás tranquila. —dice Sebastián.

—Vale, lo prometo, solo díganme de que va esto. —está comenzando a estresarse y a molestarse un poco por el misterio del asunto. Parece que Ramsés será el que le dirá las cosas.

—Yo te lo diré todo... —una pausa de aquel animal de la noche—Tu madre no tiene nada que ver con el clan, pero tu padre si, bueno más bien su familia, tu abuelo estuvo en esto. Y lo que le paso a tu madre es algo que sabíamos que pasaría, estaba escrito, pero no sabíamos con quién pasaría, te toco a ti. Y eso te hace la elegida, está escrito todo menos el final, es una parte perdida, está inconclusa... y son tiempos difíciles, ya que... estamos en guerra, Julia. Esos espectros que viste poseyeron unos lobos y esos lobos fueron los que atacaron a tu madre. Lo que ahora tenemos que hacer es prepararte, prepararte para la guerra, para esta batalla, tenemos que hacer que aprendas a controlar tu elemento, que aún no sabemos cuál es. ¡Tenemos que descubrirlo! Y lo siento, en serio siento la muerte de tu madre, pero debemos prepararte para la guerra o las cosas empeoraran demasiado. Ahora hay cosas que están de más, lo más importante es que tenemos que destruir a estas bestias y salvar al pueblo antes de que se convierta en un portal maligno. Son tiempos de guerra y necesitamos una heroína.

Aprendiz de ElementosWhere stories live. Discover now