En garde

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¡Hola de nuevo! ¿Qué tal os va? Hoy retomamos el tema de las confrontaciones físicas. A petición popular (y con dos meses de retraso) hoy hablaremos de: las armas blancas. Si no es vuestro rollo, os invito a pasar a la siguiente entrada, ya que esta va a ser bastante técnica y no quiero que nadie se me duerma.

Como el tema en sí da para una guía entera, os remito como siempre al blog de la maravillosa Ana Katzen, que tiene entradas muy completas (con vídeos, correcciones y demás) sobre lucha y armas. También debido a esto, vamos a distinguir entre dos tipos de armas blancas:


- Armas largas. Quienes escriben fantasía se hartan de conocerlas, al igual que quienes se dedican a novelas históricas. No me considero una experta en este tipo de armas (solo he trabajado con katanas), así que de verdad que os recomiendo que visitéis el blog de Ana Katzen, que parece que me paga por la publicidad, pero no. Sin embargo, os dejo una lista con algunas armas:

Espadas. Por regla general, están compuestas por empuñadura y hoja de doble filo (hay excepciones). Este tipo de arma evolucionó mucho a lo largo de la historia, pero podemos citar las más representativas:

Espada larga. Hoja larga, de doble filo y estrecha. De las más comunes en el medievo.

Espada bastarda. Similar a la anterior (incluida en esa clasificación), pero que podía ser blandida a una o dos manos. Se la conoce por esto como espada de mano y media.

Mandoble. De grandes dimensiones, pesada. Hacían falta dos manos para moverla con fluidez.

Florete. Largo, flexible y ligero. Es un arma propia de la esgrima que en sus orígenes servía para el entrenamiento.

Sables. Son espadas de hoja curva y un solo filo. Destacan la cimitarra (Oriente Medio), la katana (japonesa) y el machete (aunque este es un sable corto, más bien de medio alcance).


Lanzas. Muy usadas, pero poco populares entre lxs escritorxs. Estaban compuestas por un mástil, que podía ser de madero o metal, y una punta. Dimensión y materiales dependían de la época y zona.

Estiletes. Cuchillos de hoja muy larga que se usaban como armas punzantes.

Mazas. Constituidas por una barra en la que se engasta una bola en el extremo, con la cual se efectúan los golpes.

Hachas. La hachas de guerra son similares a cualquier hacha que tengamos por casa, pero sus dimensiones son mayores. Tienen un mango que se une a una pieza metálica que constituye el filo.


- Armas cortas. Más versátiles y comunes, ya que un simple cuchillo de cocina podría añadirse a esta categoría. Las más famosas son:

Dagas. Filo doble y plano, con remate en punta. La empuñadura tiene una guarda para proteger la mano.

Puñales. Similares a los cuchillos, tienen hoja triangular. Hieren con la punta.

Cuchillos. Formados por un mango y una hoja con uno o dos filos. Los hay de muchos tipos; solo tenéis que ir a vuestras cocinas para daros cuenta de la de formas y usos que tienen.

Navajas. Son como los cuchillos, con la particularidad de que la hoja se puede introducir en el mango (las hay plegables, de mariposa, que se accionan con botón, etc.).


Por supuesto, hay otros tipos de armas, como las de fuego, las que no tienen filo o las armas improvisadas, que pueden ser cualquier objeto cotidiano usado con imaginación. Pero, como lo mío es criticar con humor ácido e hiriente y citando nombres y técnicas no se puede, cerraré el capítulo de las peleas con las luchas mágicas.

Espero que os haya resultado útil, aunque sea una información muy esquemática. Os repito que si queréis información de calidad sobre el tema, lo mejor que podéis hacer es visitar el blog de Ana Katzen o, en su defecto, el blog de alguna persona entendida en la materia.


¡Hasta pronto!


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