T r e c e

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Capítulo dedicado a:

• @DraugnisMelnaRoze
@ImperiousTigress
@NC21Malfoy
@MilyDomy
@Deyaaaaaanira
@SusanHerrera0
Y a todas las bellas personitas que comentaron en el capítulo anterior! Para una dedicación contesta rápido la pregunta de la nota de autor.

     Christina al entrar a su habitación tomo su celular y le mandó un corto mensaje a Constanza diciéndole que era probable que Gerardo le hablara para quedar con ella para hablar. Sin embargo omitió la parte en la que él le había pedido que ella también estuviese en esa reunión.

Después de recibir el agradecimiento de Connie, se cambió el vestido por su pijama y se alistó para irse a dormir a la cama. Y mientras lo hacía, lo único que rondaba en su cabeza eran las palabras de Iñigo. Su cercanía, y el olor de su aliento mentolado con un toque de alcohol la habían dejado muy pensativa.

¿Habrá llegado bien a casa? ¿Por qué estaba en ese bar? ¿Es que acaso tenía problemas? Tantas dudas y preguntas rondaban en su cabeza, pero sabía que no podría preguntarlas como tanto deseo tenía de hacer.

Iñigo era su jefe, lo tenía que recordar siempre. Y aunque él había traspasado ese día un límite de su relación estrictamente profesional, no significaba que ella también podía hacerlo.

Negando con la cabeza se metió en la cama esperando que el sueño la inundara casi al instante. Cosa que no pasó tan instantáneo como ella quería, pero al final terminó quedándose dormida soñando con ojos verdes y alientos olor a whiskey y menta.

• • •

Lo estaba ignorando.

Fue a la conclusión que Iñigo había llegado después del mediodía del lunes.

Christina lo estaba evitando a toda costa. Habían muchas posibilidades rondando su mente. Tal vez creía que él no lo recordaría, tal vez ella no lo recordaba, tal vez solo quería evitar un momento incómodo, o quizás no le había tomada mayor importancia al asunto... pero siempre cabía la posibilidad que simplemente tuviese demasiado trabajo para hablar de ese asunto personal.

Frustrado, pasó sus manos por su cabello. Esa mujer lo estaba volviendo loco. Muchas personas concordaban con una sola cosa de él: su simpleza. Él no se iba por las ramas, tampoco endulzaba nada para nadie, no se escondía, si había un problema lo resolvía de la manera más rápida, aunque claro, eso no significaba que lo hacía de la manera más racional o mejor pensada. A veces mucha gente lo tachaban de cavernícola, chapado a la antigua, loco y extraño...

Por esa razón era que le resultaba tan difícil entender a Christina. Parecía como si ella fuese de Marte y él de Neptuno.

¿Es que él estaba exagerando las cosas? Logró pensar después de darle mil y un vueltas al asunto. Al final, le había dejado mucho trabajo a la pobre señorita que robaba más de su tiempo del que él quisiese aceptar.

Si después de terminar de revisar los papeles que tenía en el escritorio ella no había dado señales de su presencia él se presentaría en su oficina. Aclararía las cosas... y le diría cuales eran sus intenciones.

• • • 

Tenía tanto trabajo rezagado en su escritorio, que ha Iñigo se le hizo imposible salir de su oficina en horas. Pronto la oficina se empezó a quedar vacía y oscura. Y cuando por fin terminó con todo, se percató de lo tarde que era.

Cásate Conmigo. Where stories live. Discover now