D i e c i s é i s

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     Sin pensarlo dos veces contestó el celular armada de valor. Algo de lo que después se tendría que arrepentir. Pero ya vendría el tiempo para eso, justo en ese momento en lo único que pensaba era en demostrarles a todos que ella era  la mujer perfecta en todos los aspectos.

"Hola, cariño." Susurró Christina sonriendo dulcemente.

"¿Christina?" Preguntó extrañado Iñigo.

"Eh, si. Te dije que estaría en la reunión." Respondió incoherentemente.

"Sí, ya sabía pero también te dije que te hablaría si era necesario." Volvió a hablar Iñigo, haciendo caso omiso de los comentarios extraños de Christy, y del hecho que lo estuviera tratando de tu.

"Sí, en esa reunión. ¿Por qué?"

"¿Qué? Christina, ¿de que me estás hablando?"

"Ah, bueno, entonces te paso a ver. Igual si te urge mucho puedo ir ahora mismo."

"Christina, esto no es un juego. Te quiero aquí a más tardar en media hora." Gruñó molesto.

"¿En tu apartamento? ¿O en la casa de la playa?" Preguntó Christina probando la paciencia de Iñigo.

"¿Pero de que coños hablas, Christina?" Cuestionó irritado y confundido.

"Ah, bueno, entonces nos vamos mañana juntos."

"No sé a lo que estás jugando pero será mejor que vengas lo más rápido posible."

"Te veo ahí, cariño. Sí, yo también te quiero." Y una vez dicho eso ni siquiera esperó que su jefe contestara para colgarle.

Sabía que estaba loca, pero eso les callaría la boca por un par de días a sus compañeras. Todas la miraban admiradas aún sin poderse creer lo que habían oído.

"Huy, y, ¿quién será la persona que te habló por teléfono?" Preguntó Paula haciéndose la desentendida.

"Mi novio." Soltó sin más.

"¿Novio? Creí que no tenias ningún tipo de relación con nadie." Susurró Angie mirándola con el ceño fruncido.

"Es algo reciente. Además, mi novio es muy reservado."

"Ah... bueno, y, ¿te vas ya?" Habló esta vez Connie al ver que Christy recogía sus cosas lista para irse.

"Sí, nos veremos en su apartamento para irnos a su casa en la playa. La compró hace poco."

"¿Le fue bien en el trabajo?"

"No, la compró cuando se decidió quedar a vivir aquí." Volvió a mentir aunque no tuvo ningún tipo de remordimiento.

"¿Es extranjero?" Volvió a preguntar ahora más interesada Connie.

"Sí, vivía en Alemania, pero mientras yo esté aquí él también lo estará."

Nadie tenía porque saber que lo que decía no era verdad.

"Bueno, ya no la interrogues más, Connie. Mejor cuéntanos si ya pusieron fecha para el compromiso. ¿O es que no se comprometerán?" Se añadió Pamela a la plática con una sonrisa torcida.

Christina sabía lo que quería. Dejar a la gente en ridículo era su pasatiempo favorito.

"Ya lo estamos pensando. Pero obviamente lo sabrás cuando te llegue la invitación a la boda. La cena de compromiso será algo muy pequeño." Explicó Connie con una sonrisa brillante.

Cásate Conmigo. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora