25. Dos Gafas Oscuras, Un Anillo y Varias Caidas

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*ACTUALIZACIÓN ESPECIAL POR 10K

Estiré mi brazo hacia donde provenia el sonido: mi celular.

El timbre de llamada que sonaba era uno ya programado, muy sonoro y muy fastidioso.

Sin abrir los ojos pasé el dedo por la pantalla y tecleé Aceptar. Una ruidosa voz me dió la bienvenida a la mañana.

-¿Olivia?

-¿Sí?

-¿Eres tú?

-Que sí, joder. ¿Qué pasa Patty?

-¿Cómo que "Qué pasa"? ¿Ya viste qué hora es? Deberian estar aquí con la flores hace quince minutos. Llamé a Evan pero no me contestó ¿Ya vienen?

Abrí mis ojos de golpe y me enderecé rápidamente.

Estaba en mi cama con mi computador a un lado y Evan dormido a la orilla casi besando su teléfono. Ambos cubiertos hasta la mitad con mi sabana. Colgué la llamada sin responderle.

Giré mi rostro hacia el reloj en la mesita de noche para verificar la hora: 01:22 pm.

¡MIERDA!

Instintivamente me levanté fuertemente de la cama pero al intentar dar un paso hacia la puerta me fui directo al piso. ¡DOBLE MIERDA! Tenía un pie anudado al pie de Evan.

Pequeños recuerdos de ayer regresaron a mi:

"-No te mueves de aquí hasta que hayamos terminado las llamadas -dije con tono de convicción acercandome a él.

Eran casi las dos de la mañana del domingo y ambos estabamos muy cansados, pero habiamos tomado como misión propia realizar todos los preparativos para esa misma tarde.

-¿Ah, no? Mirame -casi gritó Evan.

Salió corriendo a toda velocidad hacia la sala, tratando de alcanzar los papeles que él debía rellenar, con la intensión de llevarselos a su habitación.

Antes que lograra llegar siquiera al sillón me lancé sobre él cuál depredador a por su presa y ambos caímos de frente al piso.

-Maldi...ta sea... Olivia -gruñó debajo de mi-, Qui.ta.te -sus palabras salian entrecortadas debido a que estaba con el rostro contra el suelo de madera.

-¿Cuales son las palabras magicas? -murmuré tratando de distraerlo mientras intentaba alcanzar uno de sus zapatos a mis espaldas.

Agitaba fuertemente las piernas y me sentí como en uno de esos Toros mecanicos, intentando mantenerme sobre él.

Giré mi cuerpo sobre mi propio eje y quedé a horcajadas sobre su trasero, con ambas pantorrillas a los lados de su abdomen. Me estiré y le quité uno de sus tenis. Con ayuda de mis dientes y dedos solté el cordón y desdoblé una de mis piernas. Acerqué nuestros tobillos y los anudé. Juro me sentí como un BoyScoutt.

Sólo Tú ✔Where stories live. Discover now