Pasé la mano a mis lados sobre la cama pero no sentí nada. El tibio sentimiento de felicidad que había tenido durante la noche se había ido. Olivia ya estaba despierta.
Me levanté a regañadientes y me quedé sentado a la orilla de la cama mirando uno de mis zapatos en el suelo.
Entonces me dí cuenta: estaba en el cuarto de Olivia. El lugar donde creció, donde guardaba sus propios secretos antes de ir a la universidad, el lugar en que había vivido sus tristezas y alegrias. No pude evitar sentirme importante.
Era la tercera vez en mi vida que estaba en el cuarto de una chica, y me sentía feliz. Feliz porque mi relación con Olivia era diferente a cualquier otra. Existia confianza entre nosotros, no como pareja sino como algo más.
Dejé esos pensamientos en la habitación, me arreglé el pantalón de pijama y la playera gris que estaba usando y bajé al comedor.
Al atravesar la puerta de la cocina me dí cuenta inmediatamente que el silencio inundaba el ambiente. Noté a Olivia algo apenada cuando ofreció mi desayuno y la curiosidad volvió a crecer en mí. ¿Por qué se lleva tan mal con sus padres?
Al terminar y subir, Olivia se acostó junto a mí en la cama, ambos viendo al blanco techo de su habitación.
-¿Quieres tomar un baño? -preguntó al rato en nuestra conversación.
Accedí. Me sentía sudado del viaje aún y ella se había ofrecido a salir conmigo por la ciudad luego que le comenté que nunca había estado en Seattle.
-Tomate tu tiempo -dijo en el baño mientras explicaba cómo usar las llaves de la ducha-. Voy a cambiarme y arreglarme en el cuarto. -Y se fue, cerrando la puerta.
No me tardé mucho. Luego de pocos minutos ya estaba vistiendome con una mudada que había traído. Salí terminando de arreglar mi mojado cabello y busqué a Olivia en su habitación. Al no encontrarla supuse que estaba abajo.
Iba a paso lento en las escaleras cuando escuché un intercambio de palabras algo subidas de tono. Me sentí sucio a pesar que acababa de salir de bañarme; era la segunda vez que escuchaba una conversación ajena en la casa, y Olivia no lo sabía.
Eso me hizo recordar lo cruel que estaba siendo con ella. Seguía mintiendole, engañandola y ahora espiandola. Estaba pensando en qué hacer cuando las voces se hicieron más fuertes. Y una de ellas era Olivia.
-Lo sé, pero iré -dijo. ¿Irá? ¿Irá a dónde?
-No de la forma correcta. -Ésta vez era su madre.
-Basta, mamá -trató de calmarla. Sonaba cansada y aún era de mañana.
-Esto es por los pocos valores que ellos te inculcaron.
Olivia seguía intentando que la discusión, sin exito.
-¡No! Es culpa de ellos y de su hija.
DU LIEST GERADE
Sólo Tú ✔
Romantik[Libro I Trilogía Silly Cliché] Olivia Estrada es una agradable y alegre chica de 21 años, estudiante de una universidad en Colorado. Cuando recibe una irremediable noticia, junto con su mejor amiga y confidente, Steph, deciden ir a un bar por un pa...