-Primer día de clases, ¿no estás emocionado? -preguntó mi padre.
Traté de ocultar mi sonrisa.
-Solo es un año más -fingí indiferencia, aunque la ansiedad no se iba.
-Oh, vamos, emocionate un poco. -Quitó una mano del voltante y la colocó en mi hombro para zarandearme-. Solo este, otro año más, y a la universidad. Ya verás que será interesante.
-Eso espero -murmuré.
-Roger dijo que fue uno de sus mejores años. Seguro también será el tuyo -insistió.
Sonreí libremente.
-Aprovecharé todo lo que pueda. -Quizá hasta consiga una novia.
-Vale. -Papá estacionó frente a la preparatoria-. Diviertete.
-Ya no tengo séis años -bromeé por su elección de palabras.
-Tampoco tienes dieciocho. -Sonrió sombriamente-. Ahora, ve a culturizarte, idiota. -Me empujó fuera e hizo un gesto con la mano en forma de despedida.
Miré alrededor. Algunos chicos eran conocidos de años pasados, otros nuevos. Caminé hasta el área de los casilleros y busqué el que me habían asignado este año.
Poco antes de llegar a él, un par de brazos rodearon mi cuello.
-¡Evan! -gritó emocionada.
-Hola, Mindy. -Mindy era una amiga de la infancía-. ¿Cómo estuvieron tus vacaciones?
-Emocionantes. -Su familia acostumbraba viajar por el país-. Pude visitar varias universidades.
-No tenemos que ver eso hasta el año próximo -le recordé.
-¿Y? Es mejor estar preparados. Amé Harvart. Quiero entrar ahí -dijo decidida.
-Yo no apunto tan alto -aclaré-. Ser parte de la Ivy League no forma parte de mis planes.
-¿Entonces a dónde? -Me encogí de hombros mientras abría mi casillero.
Cualquier lugar bueno para estudiar leyes estaba bien.
-¡Ah! -Se detuvo de pronto-. ¡Tengo que contarte! -Su brillante cabello negro se movió con emoción-.
-¿Qué? -pregunté con una sonrisa.
-Aprendí a leer el futuro.
-¿Ah?
-¡Sí! Una señora anciana de Luisiana me enseñó. Puedo decirte cómo será tu alma gemela, ¿no es genial?
-¿Cómo?
-Dame tu mano -ordenó y yo lo hice. Puso la palma hacia arriba y pasó los dedos por las lineas marcadas-. Aquí... -murmuró-, veo... a una chica...
-Que suerte -bromeé.
-Ssshhh -siseó-. Estoy leyendo.
-Ajá -dije algo escéptico.
-Una chica castaña -continuó-, alta, de ojos marrones, y quizá... eh...
-¿Qué? -Me encontré a mí mismo queriendo saber más.
Mindy se rascó el cuero cabelludo, como si no comprendiera algo.
-Es que... ella me enseñó esto pero no lo entiendo.
-¿A qué te refieres?
-Aquí dice que, bueno, ella es diferente.
-¿Diferente?
ESTÁS LEYENDO
Sólo Tú ✔
Romance[Libro I Trilogía Silly Cliché] Olivia Estrada es una agradable y alegre chica de 21 años, estudiante de una universidad en Colorado. Cuando recibe una irremediable noticia, junto con su mejor amiga y confidente, Steph, deciden ir a un bar por un pa...