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POV Omnisciente

Luego de una semana, el señor Navarro comenzó a manejar y transportarse por sí mismo hacia otras partes, provocando que ya no necesitara a la gente del moreno.

-Detective!.-Dijo Nicolás, teniendo una sonrisa sólo al verlo.-Qué sorpresa verlo por acá. A qué viene su visita? Necesitas otro favor?

-Quería saber si tus hombres ya pueden desaparecer de mi vida.-Dijo Jaime, volviendo a ser el mismo, serio y con un tono autoritario.

-De qué estás hablando? Ya desaparecieron.-Dijo el moreno, mientras que su sonrisa no desaparecía.

-No, no es así.-Dijo el enojón, con una pausa.-Sé que me están siguiendo para que no me meta más en problemas.

-Y-Yo... quiero cuidarte, Jaime.-Dijo el pequeño moreno, diciéndolo directamente.

-No necesito niñero.-Dijo el señor Navarro, mirándolo fijamente a los ojos.-Me cuidaré pero debes parar con esto. Lo aprecio pero necesito que lo detengas.

-Lo detendré.-Dijo Nicolás, muy seguro y decisivo en eso.

-Sé que hay un pero ahí.-Dijo Jaime, ya conociendo al mafioso. Este no cedía tan rápido.

-Si te vas a enfrentar, o vas a arrestar, a alguien muy peligroso, me vas a llamar.-Dijo el moreno, admirándolo por unos segundos.-O si no, no haré que mis hombres te dejen de seguir.

El detective se quedó en silencio, pensando en lo que recién había dicho.

-Está bien.-Dijo el enojón, aceptando al final.

-Y ni creas que soy weón, Jaime, en verdad llámame. Sabré de inmediato si vas a arrestar a alguien peligroso o no.-Dijo el pequeño moreno, insistiendo en aquello.

-No creo que seas weón.-Dijo el señor Navarro, diciendo la verdad.-Si yo no te conociera, ni siquiera pensaría que eres jefe de una mafia. Creo que es así como llegaste al poder, porque la gente nunca pensaría que tú tomarías el control de Chile, te menosprecian.

-Y tú lo haces?.-Preguntó Nicolás, ahora teniendo una leve sonrisa en sus labios no más.

-No.-Contestó Jaime, tomándose un momento para luego seguir hablando.-Por eso insisto tanto en tener cargos contra ti, porque sé de lo que eres capaz.

-Me siento halagado.-Dijo el moreno, colocando su mano en su pecho.-Bien, tenemos un trato. Necesita algo más, detective?

-Sí.-Respondió el enojón, con una pausa.-Puedes decirle a Manuel que me deje de mandar mensajes? Cada vez que lo bloqueo, se consigue otro número.

El mafioso rió y el detective lo observó atentamente entretanto pensaba en otra cosa diferente al tema anterior.

-Lo lamento, Jaime, pero no puedo hacer eso aunque le diga.-Dijo el pequeño moreno, siendo sincero con su detective favorito.-En eso se manda solo pero haré lo que pueda.

El enojón asintió y simplemente se fue, sin decir ni una palabra más. No obstante, al moreno no le importó, teniendo en claro que este era así y ya estaba acostumbrado a aquello.

El pequeño moreno, casi de inmediato cuando el señor Navarro se fue, le mandó un mensaje a Ian, diciéndole que ya no era necesario que siguieran a Jaime, pero que algunos se siguieran quedando en los departamentos mientras eliminaba a los últimos hombres de Nick, no queriendo que su detective volviera a estar herido.

El señor Navarro, en el momento que volvió a la oficina, el ruloso lo miró por unos segundos y sonrió un poco.

-Y dónde estabas?.-Preguntó Edgar, viendo como el detective dejaba sus cosas en su escritorio.

-Por ahí no más.-Respondió Jaime, evitando todos los detalles.

-Y cuando dices por ahí no más, te refieres donde Nicolás?.-Cuestionó el ruloso, enarcando una ceja, notando que el señor Navarro lo observaba por unos segundos.

-Desde cuando estás tan interesado en lo que hago o no?.-Interrogó el enojón, no negando ni confirmando nada, sólo ordenando sus cosas y sentándose.

-Es una simple pregunta, no tienes por qué colocarte tan defensivo.-Dijo Eddie, ya sabiendo la respuesta, sonriendo un poco para sus adentros.

-Tenemos que trabajar.-Dijo el señor Navarro, cambiando de tema, no queriendo hablar de eso.

-Lo sé pero es más divertido molestarte.-Dijo Edgar, entregándole algunos documentos sobre algunas cosas que mandaron a inspeccionar en el laboratorio.

-Es por eso que creo que Manuel y tú hacen la pareja perfecta.-Dijo Jaime, sabiendo muy bien el punto débil de su compañero y mejor amigo, mirando a este de reojo y notando como se colocaba algo nervioso.

-Cállate.-Dijo el ruloso, de repente no queriendo hablar del tema.

-Es un simple comentario, no tienes por qué colocarte tan defensivo.-Repetió lo que dijo el ruloso antes, imitándolo y burlándose de él, ocasionando que su mejor amigo le lanzara un lápiz pero que simplemente lo evitara.

El señor Navarro sonrió pero no dijo nada más, ocasionando que el ruloso lo mirara mal por unos segundos.

-Tú no sacas ningún tema relacionado a Nicolás y yo no saco ningún tema relacionado a Manuel.-Dijo Jaime, como si estuviera haciendo un trato con su compañero, causando que este se quedara en silencio por unos segundos.

-Está bien.-Dijo Edgar, aunque tenía claro que duraría muy poco ese trato, ya que le gustaba molestar al enojón con el moreno.

En realidad, tenía mucha curiosidad de lo que sentía Jaime por Nicolás, porque el enojón, de alguna forma, estaba algo más cercano al moreno, pero también intentaba alejarse al mismo tiempo de él, así que Edgar no tenía idea de cómo terminaría eso. No obstante, esperaba que no terminara mal.

Conocía hace mucho al señor Navarro, sabía de memoria el mal carácter que podía llegar a tener este pero también el bueno. Notaba que Nicolás casi siempre sacaba el buen carácter, sin embargo, no podía confiar en eso.

El detective leyó los documentos que su mejor amigo le había pasado, inspeccionando todo, originando que posteriormente hablara.

-Creo que ya tenemos al asesino.-Dijo Jaime finalmente, tomándose un momento para posteriormente hablar.-Las huellas de la casa coincide con las del sospechoso y con la que hay en el cuerpo de la victima. Quién mierda es tan enfermo para violar a alguien ya muerto?

-Bueno, ya sabes que eso tiene un nombre y hay gente así pero eso no le quita lo enfermo.-Dijo Edgar, sabiendo lo que sentía el señor Navarro.-Vamos?

El señor Navarro asintió en el instante, asegurándose de tener su arma y levantándose.

-Vamos a ir en mi auto.-Dijo el enojón, dejándolo claro en ese mismo instante, causando que el ruloso se quejara pero lo aceptó.

Criminal (Jainico) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora