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POV Omnisciente

-Y por qué habías ido donde trabajamos?.-Preguntó Jaime, algo curioso mientras caminaba junto al moreno, tomando café entretanto que no querían ir al establecimiento.

-Estábamos aburridos.-Dijo Nicolás, tomándose un momento para luego seguir hablando.-Hice que todos mis hombres se tomaran unos días.

-Espera, qué?.-Cuestionó el enojón, completamente confundido.

-Les di como unas vacaciones.-Dijo el moreno, siendo honesto con él.-Pero eso no significa que la mafia se haya detenido.

-Pero si todos se fueron de vacaciones.-Dijo el señor Navarro, todavía no entendiendo aquello.

-Jaime, no es difícil conseguir más gente.-Dijo el pequeño moreno, mirándolo por unos segundos.-Mucho menos en la actualidad en la que vivimos.

-Entonces tienes gente nueva?.-Preguntó Jaime, aunque no estaba algo sorprendido.

-Sí, sólo mientras mis hombres se toman estos días.-Respondió Nicolás, luego tomando un trago de su café.-Además, los nuevos son de confianza.

El señor Navarro asintió y simplemente se quedó en silencio, no teniendo mucho que decir sobre ese tema.

-Y por lo que vi, ustedes no tienen ningún caso.-Dijo el moreno, quien se había dado cuenta de eso, de hecho, el ruloso ni siquiera le había dicho nada sobre aquello.

-Sí, no estamos acostumbrados a eso.-Dijo el enojón, diciéndole la verdad al mafioso.

-La ciudad tranquila por primera vez.-Dijo el pequeño moreno, tomándose un tiempo para posteriormente continuar comentando.-Eso es raro.

-Como antes.-Dijo el señor Navarro, recordando esos momentos.-Que se quede así al menos por hoy, porque esto nunca dura demasiado.

-Concuerdo contigo.-Dijo Nicolás, originando que el detective lo mirara fijamente, como si quisiera decirle algo.-Qué?

-El jefe de una mafia quiere paz en la ciudad que quiere controlar por completo?.-Cuestionó Jaime, notando una leve sonrisa en la cara del mafioso.

-Sí, a veces uno lo extraña.-Respondió el moreno, también contemplándolo por unos momentos.-No soy tan malo como crees, Jaime.

El detective sonrió ligeramente y prefirió no decir alguna cosa sobre aquél tema.

-Deberíamos volver a tu trabajo?.-Preguntó el pequeño moreno, luego de unos pocos segundos en silencio.

-En realidad no quiero, pero sí, deberíamos.-Respondió el señor Navarro, observándolo atentamente.-Al menos si nos aseguramos otra vez que no tengo ningún caso hoy, podría tomarme el resto del día libre y salir los dos. Bueno, o si quieres también con Edgar y Manuel.

-Preferiría que saliéramos los dos no más.-Dijo Nicolás, siendo honesto con el detective.-Así no se avergüenzan sólo porque estamos nosotros. Yo creo que cuando finalmente estén juntos, van a querer salir con nosotros.

-Tienes razón.-Dijo Jaime, entendiendo en el instante, aunque podría ser que los dos tuvieran otras razones para juntarse solamente ellos, sin sus mejores amigos.-Vamos.

Se dirigieron al establecimiento, y apenas llegaron, notaron que el mejor amigo del pequeño moreno y el compañero del señor Navarro no estaban ahí. La otra cosa que pudieron ver, es como varios colegas del último en ser nombrado los estaban mirando, ocasionando que el moreno frunciera el ceño y que el enojón hiciera lo mismo.

-Creo que ya se fueron.-Dijo Jaime, ignorando las miradas de sus compañeros, concentrándose en el mafioso.-Y si se fueron, es porque Edgar se aseguró de que no tuviéramos un caso por ahora.

-Entonces... nos podemos ir?.-Preguntó Nicolás, en realidad no importándole los colegas del señor Navarro.

-Tengo que ir a hablar con Mario para decirle que me tomaré el resto del día libre y listo.-Contestó el enojón, tomándose un momento para luego seguir hablando.-Mi auto está afuera, espérame ahí, si?

El mafioso asintió e hizo lo que el detective le dijo, logrando que este lo contemplara por un tiempo para finalmente ir a la oficina de su jefe.

Tocó la puerta de la oficina y escuchó como Mario decía que pasara, ocasionando que entrara y viera a este leyendo algo en el Notebook.

-Qué pasa, Navarro?.-Preguntó su jefe, mirándolo en ese momento.-Ya le dije a Gaete que no tienen un caso.

-Sí, lo sé, es por eso que venía.-Dijo Jaime, volviendo a estar en su típica expresión seria.-Quiero tomarme el resto del día libre.

Su jefe enarcó una ceja y se quedó en silencio por unos segundos para finalmente hablar.

-Nunca pides cosas así.-Dijo Mario, tomándose un tiempo para después seguir hablando.-Hasta trabajas los días que te damos libres.

-Porque debo hacerlo.-Dijo el enojón, casi rodando los ojos, ya que teniendo ese trabajo, uno casi nunca descansa realmente.

-Está bien, te doy el resto del día libre.-Dijo su jefe, aceptando aquello.

El detective asintió y se iba a ir pero escuchó algo de repente.

-Gaule estaba afuera?.-Preguntó Mario de repente, originando que Jaime se girara un poco, para mirar a este.

-Eh, sí.-Respondió el señor Navarro, diciendo la verdad pero estando atento al lenguaje corporal de Mario.

-Todavía no tenemos nada contra él?.-Cuestionó su jefe, queriendo saber eso.

-No, nada, señor.-Contestó Jaime, quedándose en silencio por unos segundos.-Ahora me puedo ir?

Mario asintió, causando que el señor Navarro se fuera de inmediato, cerrando la puerta de la oficina del primero en ser nombrado.

El detective ignoró a sus compañeros, casi como siempre, y tomó varias de sus cosas para finalmente salir del establecimiento. Se dirigió hacia su auto, dándose cuenta que el mafioso estaba apoyado contra este, esperándolo.

-Y? Salió todo bien?.-Preguntó Nicolás, sonriendo levemente en el momento que el detective estaba cerca.

-Sí, todo salió bien.-Respondió Jaime, ni siquiera mencionando que su jefe había preguntado por él. Simplemente el señor Navarro estaría más atento a Mario.-Ahora que tengo el día libre, qué quieres hacer?

-Lo que quieras, Jaime, yo la pasaré bien de igual manera.-Dijo el moreno, siendo honesto con el detective.

-Quieres ver algunas películas en mi departamento o es demasiado abu...

-Es perfecto.-Dijo el pequeño moreno, interrumpiéndolo, no queriendo que el señor Navarro pensara así, provocando que este asintiera y que le sacara la alarma a su auto.

El moreno iba a abrir la puerta del copiloto pero el detective se adelantó y lo hizo por él, causando que el primero en ser nombrado se avergonzara, llegando al punto de sonrojarse.

-Gracias.-Dijo Nicolás, casi en un tono bajo, entrando al auto, escuchando como el señor Navarro cerraba su puerta.

El enojón no dijo ni una palabra sobre eso en el momento que pudo empezar a conducir, sólo tenía una leve sonrisa que decía todo.

Criminal (Jainico) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora