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POV Omnisciente

El pequeño moreno, claramente, en el momento que despertó, sintió los brazos del señor Navarro al rededor de su cintura, acercándolo más a él, ocasionando que supiera que el detective estaba despierto, y que al parecer, no estaba satisfecho con lo cerca que estaban.

-Hace cuánto que estás despierto?.-Cuestionó Nicolás, girándose a los pocos segundos después, admirándolo atentamente.

-No lo sé.-Dijo Jaime, intentando adivinar aquello.-Tal vez hace treinta minutos.

-Pudiste haberme despertado.-Dijo el moreno, en realidad sabiendo que no le hubiera molestado si disfrutaba ese tiempo con el señor Navarro.

-No lo hubiera hecho y no lo haré nunca.-Dijo el enojón, siendo honesto con el mafioso.-Te veías... muy tranquilo como para hacerlo.

-Ahora tengo otra razón del por qué te amo.-Dijo el pequeño moreno, sonriendo un poco y dándole un leve beso en la mejilla.

El detective también sonrió ligeramente y acarició la cintura de su novio.

-Podría prepararte el desayuno mientras te bañas.-Dijo Nicolás, luego de unos pocos minutos, queriendo disfrutar el día, y fin de semana, con el señor Navarro.

-Acaso huelo tan mal?.-Preguntó Jaime, ocasionando que se intentara alejar. No obstante, el pequeño moreno lo obligó a no moverse.

-No, para nada.-Respondió el moreno, siendo sincero con el señor Navarro.-Pero tal vez te sentirías más relajado.

-Está bien.-Dijo el enojón, entendiendo eso en el instante.-Pero... no quieres bañarte conmigo?

El mafioso se colocó algo rojo, causando que el detective volviera a hablar.

-Sin ningún otro motivo, no te quiero presionar a hacer nada.-Dijo el señor Navarro rápidamente, logrando que el moreno estuviera confundido.

¿Por qué Jaime lo estaba tratando como si fuera virgen?

-Jaime, tú sabes que yo no soy... virgen.-Dijo el pequeño moreno, ni siquiera preguntándolo sino que afirmándolo.

-Sí, lo sé.-Dijo el recién nombrado, ahora este estando extrañado por aquello.-Eso qué tiene que ver?

-Ya no puedes presionarme a nada.-Dijo Nicolás, intentando que el detective lo entendiera, pero esto pareció confundirlo aún más.

-Cariño, aunque no seas virgen, la gente igual te puede presionar a tener sexo.-Dijo Jaime, admirándolo atentamente, notando que el pequeño moreno se quedaba completamente quieto por unos segundos.-Y eso es lo que nunca haré.

El pequeño moreno, luego de unos segundos, asintió.

-Bueno, no podría rechazar esa propuesta.-Dijo Nicolás, contestando en ese momento, originando que el señor Navarro lo mirara directamente a los ojos.

Posteriormente, se levantó, ocasionando que el pequeño moreno lo siguiera, en realidad admitiéndose a sí mismo que sí estaba nervioso de que el señor Navarro lo vea completamente desnudo. Esto no era lo mismo que había vivido con otros.

Lo había confirmado con lo que habían conversado anteriormente. A Jaime parecía no importarle si tenían sexo o no.

El pequeño moreno junto al señor Navarro entraron al baño, y con un gesto, se sacaron la ropa interior al mismo tiempo. El primero en ser nombrado ni siquiera recordaba en qué momento se había sacado la camisa el día de ayer, pero no le importaba realmente, ya que debió ser mientras besaba a Jaime.

El detective ni siquiera lo observó por completo, simplemente lo miró fijamente, no desviando la mirada ni por un segundo y menos cuando se estaban bañando.

El señor Navarro ayudó al pequeño moreno a refregar su espalda pero en ningún momento hizo alguna caricia que pudiera ser mal interpretada, originando que el moreno empezara a saber algunas cosas de Jaime.

Nicolás era bastante inteligente como para saber que los leves besos que el detective le daba en su cuello no tenían la intención de llevarlo a la cama. Sin embargo, los disfrutó de igual manera, recién dándose cuenta lo delicado que podía ser Jaime con él, y aunque no supiera, sólo con él.

Se secaron, luego de haber salido de la ducha, así que posteriormente, en el momento que cada uno se colocó la toalla al rededor de la cintura, el detective, sin avisarle a Nicolás, cargó a este, provocando que el moreno se quejara, aunque no sabía realmente si le gustaba o no. Sin embargo, al final decidió que sí le gustaba pero que simplemente no lo podía hacer tan obvio.

-Deja de moverte.-Dijo Jaime, cargándolo seguramente, ni siquiera queriendo imaginarse que por su culpa el pequeño moreno se podía caer.

El mafioso gruñó un poco más pero se quedó callado en el instante que el detective le dio un leve beso en la frente.

El señor Navarro sentó al pequeño moreno en la cama y colocó sus dos manos a cada lado de las piernas de este, estando cerca de su novio.

-Con eso te puedo callar?.-Preguntó el enojón, en un tono bajo, mirándolo fijamente a los ojos.

-Mmm... puede ser.-Respondió el moreno, sonriendo y gustándole que el detective estuviera cerca de él.

-Lo tendré en consideración cuando quiera hacerlo.-Dijo el señor Navarro, haciendo que el mafioso asintiera un par de veces.

El detective se separó luego de unos segundos y comenzó a vestirse, ocasionando que el mafioso lo mirara por un tiempo para después hacer lo mismo.

-Jaime.-Dijo Nicolás, llamando la atención de este entretanto el detective arreglaba un poco su traje.

-Si?.-Cuestionó el recién nombrado, todavía no mirándolo, sabiendo que el pequeño moreno se podía estar vistiendo todavía.

-Nosotros... no vamos a ocultar lo que tenemos, cierto? El hecho que seamos pareja.-Dijo el moreno, provocando que el señor Navarro se quedara en silencio en ese momento.

-No, no quiero ocultarlo pero tampoco quiero que sea más obvio de lo que ya es.-Dijo Jaime, siendo honesto con el mafioso.-Sinceramente no quiero tener más problemas en mi trabajo o más comentarios aweonaos que no saben de lo que están hablando.

El tono de Jaime cambió cuando mencionó esto último, dejando en claro la furia que sentía todavía por aquello.

Ahora el moreno sí estaba curioso con los comentarios que su novio pudo haber escuchado, pero era mejor que él mismo lo investigara en vez de preguntarle más sobre eso. Si sabía que Gabriel otra vez estaba incluido, lo mataría.

-Entiendo.-Dijo Nicolás, ahora estando más relajado realmente sabiendo que no iban a ser un secreto.-Puedes darte vuelta si quieres, ya terminé de vestirme.

El señor Navarro lo hizo y lo admiró por unos segundos para finalmente sonreír levemente.

-Te ves hermoso.-Dijo Jaime, diciendo la verdad, causando que el pequeño moreno se avergonzara.

-Vamos a tomar desayuno.-Dijo el moreno, cambiando de tema, logrando que el detective se diera cuenta y que su sonrisa aumentara un poco más.

Criminal (Jainico) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora