28.-

565 67 21
                                    

POV Omnisciente

El señor Navarro tuvo que hacer desaparecer su auto para que crean que Iván se lo robó de alguna manera. Ya inventaría aquella historia para que le creyeran y rompió un poco su traje para que fuera más verídico lo que pasó.

Dudó un poco si tenía que tener un poco de sangre o no pero al final no lo hizo, provocando que tuviera que caminar un rato para finalmente llamar a su mejor amigo para que lo fuera a buscar.

Su compañero, en el momento que llegó, le preguntó qué wea le había pasado y le dijo que el asesino de Naiko le había puesto una trampa, que en medio del camino aparecieron hombres de este y lo obligaron a salir de su auto, y que finalmente se llevaron este y a Iván.

-Mierda, no debí dejarte solo.-Dijo Edgar, por fin sacando el tema mientras que se notaba que el señor Navarro estaba "mal".

-Hubiera sido lo mismo, Edgar, da igual.-Dijo Jaime, colocando sus dos manos en su cara, aparentando estar cansado.

-Te llevaré a tu departamento y luego yo iré a reportar lo que pasó, necesitas dormir.-Dijo el ruloso, ocasionando que el detective asintiera.

-Sí, por esta vez aceptaré eso.-Dijo el enojón, haciendo que su mejor amigo lo llevara a su departamento, demorándose al menos unos veinte minutos.

-Yo creo que te darán unos días de descanso con lo que pasó hoy.-Dijo Edgar, en el momento que su compañero se iba a bajar.-Te estaré avisando por WhatsApp lo que pasa.

El detective asintió y simplemente se bajó del auto, rápidamente, para posteriormente entrar al edificio y subir a su piso para entrar a su hogar. Apenas lo hizo, cerró la puerta de su departamento, haciendo que fuera a su habitación, notando como el pequeño moreno estaba durmiendo en su cama, logrando que no hiciera ruido para no despertarlo.

Se sacó las partes que había roto y simplemente se puso una polera para dormir, en realidad no queriendo andar sólo en boxer no más, como lo estaba casi siempre que estaba solo en su departamento.

Luego de eso, observó al pequeño moreno por unos segundos para después taparlo un poco más y salir de la habitación. Cerró la puerta de esta cuidadosamente y simplemente botó lo que había roto para finalmente ir a dormir al sillón, tapándose con una manta.

Al día siguiente

En el instante que el señor Navarro despertó, se levantó y fue a preparar algo de café para posteriormente ir a ver cómo estaba el mafioso.

Este último mencionado ya estaba despierto, y en el momento que el enojón entró a la habitación, lo miró fijamente por un tiempo.

-Escuché que ese weón escapó.-Dijo Nicolás, con un tono bajo, ya que le habían informado por WhatsApp, mientras que el señor Navarro se acercaba y comenzaba a cambiarle la venda.-Iré por él, Jaime, no pararé de buscarlo hasta matarlo.

-No hagas el esfuerzo.-Dijo Jaime, sentándose cuidadosamente al lado de él.

-Jaime, quiero que muera...

-Y está muerto.-Dijo el recién nombrado, siendo sincero con el pequeño moreno.

Todo se quedó en silencio y el mafioso lo miró directamente a los ojos.

-Cómo que está muerto? Creí que...

-Sé que ni siquiera iba a estar en la cárcel.-Dijo Jaime, no dejando que el moreno diga ni una frase, sabiendo que este podía hacer conclusiones rápidas y enojarse con él.-Porque así son las cosas ahora, entonces... lo maté.

-No lo estás diciendo para tranquilizarme, cierto?.-Preguntó el moreno, contemplándolo mientras estaba algo inseguro.

-No.-Respondió el enojón, siendo honesto.-Cuándo te he mentido con que he matado a alguien cuando en realidad no es así?

-Tú no habías matado a nadie.-Dijo el pequeño moreno, no entendiendo lo que pasaba.-Por qué... no dejaste que yo lo matara?

-Sabrían que fuiste tú o uno de tus hombres.-Dijo el señor Navarro, con una pausa.-Investigarían y de testigos tendrían a mis compañeros y no podría hacer mucho ahí. Sin embargo, no desconfiarían nunca de su detective siempre leal a la ley, no? Ni se les pasaría por la mente que lo maté.

-Gracias.-Murmuró Nicolás, y el enojón supo que estaba siendo honesto, ya que se escuchaba lo agradecido en su simple tono de voz.

-Eh... no fue nada, supongo.-Dijo Jaime, sonriendo un poco.-De igual manera él me irritaba demasiado, siempre haciendo notar que era mejor que todos teniendo su dinero. No sabes cuántas veces me preguntó cuánto ganaba al mes.

-Tú eres mejor que todos, Jaime.-Dijo el moreno, no queriendo estar distante con él en ese momento, de hecho, poco a poco se daba cuenta que algo había cambiado en el detective.-El dinero no tiene nada que ver con eso.

El señor Navarro bajó un poco su mirada y su sonrisa aumentó un poco.

-Te iré a preparar algo de comida, lo necesitas.-Dijo el enojón, tomándose un momento para luego seguir hablando.-Ni te atrevas a moverte un poco.

El mafioso asintió, ocasionando que el señor Navarro se levantara y fuera a la cocina.

El moreno observó el cuarto del detective y notó que este no había dormido en la cama, ya que estaba intacta el lado contrario de esta, causando que no fuera difícil saber que el señor Navarro había dormido en el sillón de su propio departamento.

Nicolás se sintió bastante culpable por eso, porque había ocupado la cama del detective y este debió dormir incómodo en el sillón.

Volvió a alcanzar su celular, quejándose un poco por el dolor de su hombro, y lo desbloqueó, notando que tenía un mensaje de su mejor amigo.

"Quieres que te vaya a buscar al departamento de Jaime?" le había preguntado Manuel en el mensaje.

"No" respondió Nicolás, ni siquiera queriendo moverse de ahí.

La cama de Jaime era muy cómoda, pero sabía que no era sólo eso, porque él compró una cama demasiado cara en realidad y no se sentía así. Podría ser por el hecho que la cama también tenía el olor al detective que lo relajaba tanto. No sabía qué más podría ser pero quería quedarse.

"Está bien, entonces quieres que empiece a buscar a Iván?" le había mandado Manu luego de unos segundos.

"No te preocupes por eso. Te diré de eso cuando yo esté bien" contestó el moreno, sintiendo un leve alivio pero extrañando demasiado a su mejor amigo.

Todo comenzaba a estar bien pero nunca lo estaría completamente sin Naiko.

Criminal (Jainico) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora