Mi nombre

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A la mierda. A LA JODIDA MIERDA. Me importa un carajo si Iván me persigue, me importa otro si me alguien me quiere hacer daño, me importa un carajo aún más grande que me encuentre con la policía. Estoy harta, muy, muy harta de estar vagabundeando por ahí. No comida, no ropa, no respeto.

¿QUIÉN OS CREÉIS LOS CUERDOS?

....tú no...

Los he visto, a todos ellos, uno tras de otro, despreciar a los que no han tenido tanta suerte como ellos. A mi, por supuesto que no, soy demasiado orgullosa como para permitir que me vean buscando entre sus desechos. Jamás, léeme bien, jamás aunque me vaya la vida en ello. Tampoco bajo la mirada y mientras más engreídos ellos, más altiva yo. Reconozco que a más de uno le he querido...digamos abotefear. Si, es una palabra correcta.

Malditos todos ellos y malditos sus dineros.

Bah.

Perdón por la explosión pero en serio me enerva sobremanera la forma que tenéis de tratar a vuestros iguales. Si, no lo niegues. Los menos bajaran la cabeza avergonzados al no hacer nada ante su pobreza. Bueno, la mia también, no hacía falta que lo hicieras notar.

El caso es que ellos, todos, volverán a una casa con mejor o peor ambiente, pero una casa y los demás,los que tenemos aguantar la suerte que ellos han esquivado, nos quedamos atrás. 

Bah.

Si, ya se que digo mucho el "bah" pero entiéndeme, estoy jodida y asqueada.

En fin, después de todo aún tengo que buscar mi comida. ¿Cómo? Tengo manos y soy rápida. ¿Qué? No es porque quiera, es porque lo necesito. ¿Lo entiendes? Además, estoy segura de que esa comida va a ir a parar al cubo de la basura. ¿No es mejor cogerla limpia que contaminada de sabe quién qué? Claro que si.

Solo tengo que sentarme a esperar, eso es fácil, llevo esperando toda mi vida. ¿Qué iba a perder salvo unos minutos, quizá alguna hora? Ya he perdido media vida. Qué me iba a importar esto. Pero la espera,a veces, puede ser traicionera, ¿sabes? Lo único que tienes que hacer para esquivar sus flechas es ignorar todo. Incluso a ti. Ya lo sabes, cuando te encuentras quieta, sin nada que hacer ni en que entretenerte tu mente salta de aquí para allá, buscando algo con que martirizarte. 

Menuda traidora llevamos con nosotras, ¿eh?

La domarás algún día. Y si no es a ella conseguirás domar al pecho. Y el pecho puede mas que la cabeza en algunos momentos. Serás fuerte. Lo serás porque tienes que sobrevivir.

-¡Ya lo sabes Erika!

Erika.

¿Erika?

¿Por qué me suena? A ti también te tiene que sonar. ¿Quién es?

La imagen ya esta en mi cabeza, en la tuya supongo que estarán las letras, pero me resisto a girar la cabeza. Tiene que ser una casualidad, es decir, hay muchísimas Erika por el mundo. Tú lo sabes.

-¡Contéstame! 

¿Qué tenía que contestarle aquella  Erika? ¿Por qué se resistía a hacerlo? Pero claro, como iba a saber ella que estaba causando la desesperación de dos personas. Bueno, tres. ¿Te incluyo no? 

Já, esa ha sido buena y lo sabes.

No quiero buscarla con la mirada pero me obligo a hacerlo cuando noto el ambiente mas tenso de lo que ya estaba. El chico se pone agresivo. Y yo no solo giro la cabeza sino que lo hago con todo mi cuerpo y apoyo la cabeza sobre mis manos que, a su vez, reposan encima del banco. No puedo cambiar la mirada. Sé que lo estoy quemando con ella y que a la chica...

Oh, no. No era ella. Suspiro dramático aquí.

Y que a la chica la estoy cuestionando. No debería hacerlo, ya lo se, pero no puedo hacer nada. Sé que tiene fuerza, lo estoy viendo pero ella se mantiene callada. ¿Por qué?

-QUE TE ESTOY HABLANDO SUBNORMAL.

Soy consciente de que no estoy haciendo nada mas que girar la cabeza.

La chica levanta la cabeza y se siente observada, ahora ella también me observa. Pero no llega a mis ojos, ¿por qué? Mírame. Tienes que mirarme.

Cuando lo hace levanto una ceja y hago un movimiento con el mentón hacía el chico.

Ella lo mira y después a mi.

BAM. Eso ha sonado fuerte, tanto que los pocos que quedaban sin mirar han terminado por hacerlo. El chico ha pegado tal puñetazo a la mesa que creo que podría haberla roto si hubiera empleado un poco más de fuerza. Tiene las venas del cuello marcadas y aprieta los dientes.

La chica no se inmuta, me sigue mirando.

Si espera que me levante y la ayude va lista, cada uno tenemos nuestros problemas, que aprenda a lidiar con ellos. ¿Qué? ¿Acaso tu si te habrías levantado? ¿Si? Aquí hay mas de 10 personas entre las que están 7 hombres y, no sé, quizá 5 mujeres. ¿Crees que alguno va a hacer algo? No. Nadie. 

El chico pierde la paciencia y la coge del brazo, casi la esta arrastrando hacía fuera y todos aquí somos conscientes de lo que va a pasar. Todos. Tú también. Pero tú no estas aquí. Si estuvieras...¿aplaudirías el hecho de que ahora mismo me estoy levantando y estoy siguiendo los pasos de la bella y la bestia? Claro que lo harías. Aplaude que me van a apalear porque el animal este es seguro que lo haga.

No han ido muy lejos, solo tengo que andar tres pasos hacia fuera para saber que estan en la misma pared del lugar. Él la tiene acorralada y le susurra algo muy cerca de la cara. Ella esta asintiendo, sumisa.

Sumisa. Malditamente sumisa. ¿Para eso es para lo que hemos nacido las mujeres? Para agachar la cabeza ante ellos, para obedecer, para ser sus piñatas y sus trofeos. Y UNA MIERDA. Nosotras hemos nacido para luchar, ¿lo sabes verdad? Somos capaces de soportar mil de sus dolores como si fuera uno solo para nosotras. Somos fuertes y capaces, somos vida y muerte. Orgullo y pasión. Somos todo, sin nosotras ellos no son nada. Son débiles. Son débiles...si...pero cuando se creen reyes y señores tenemos que tener cuidado. También somos ágiles e inteligentes. Que nos llamen zorras cuanto quieran porque es verdad. Somos unas zorras. Unas zorras insoportablemente listas. 

Pero la chica no lo sabe y se deja arrastrar sin contemplaciones hasta un coche.

¿Sabes algo? Hace tiempo que no me divierto.

¿Apostamos a que lo destrozo?

Apuesto mi libertad a que lo vas a ver de rodillas ante esa chica.

¿Que apuestas tú?


Demente defectuosa.Where stories live. Discover now