Capítulo 16.|La reina Halcón.

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Leah.

No pude pegar un ojo en toda la noche. Me la pasé pensando en la dichosa reunión y en ese acuerdo de las dos pandillas. Me quedé la mayor parte de la madrugada con mi mente en ese lugar, pensando qué tal salió todo ese asunto.

Suspiro.

Ay Leah, estás vuelta un completo desastre. Estoy llena de impotencia, es como si fuera necesario para mí saber cualquier cosa sobre esas pandillas, a tal punto que quiero pertenecer a ellas. Leah Jenner, la joven correcta que no rompía ni un plato, que no cruzaba los límites, que vivía de acuerdo a las reglas, hoy quiere aprender a defenderse, y no sólo eso, quiero ser parte de ellos. Nunca pensé que algo así fuera a atrapar mis pensamientos, pero aquí estoy, y no sé cómo, pero debo convencer a Aaron de alguna manera.

Salgo de la habitación y bajo las escaleras de la casa. Antes de conocer a Aaron yo no era más que sólo un cuerpo viviente. Lejos de mi familia, con un padre controlador, y con relaciones pasadas que habían sido un chasco. Luego que conocí a Aaron mi vida empezó a tener sentido. Tenía una razón por la cual sonreír cada mañana, sentía adrenalina, una chispa mágica que me mantenía siempre llena de vida, y ahora que lo perdí, siento que volví a aquellas rutinas de antes. Dormir, despertar, comer, trabajar, y todo se volvía a repetir al día siguiente. Camino hacia el comedor en donde escucho la risa de Lexie y de Lucas mientras desayunan.

—Buenos días. —Canturreo entrando al comedor.

Ellos voltean a verme con una sonrisa.

—Buenos días preciosa. —Dice Lucas sonriendo.

—¿Cómo estás, Lee? Te has levantado tarde hoy. —Dice Lexie sirviéndome el desayuno.

Me encojo de hombros y me siento en la mesa con ellos.

—Ha sido una noche larga, no he podido dormir nada. —Suspiré.

—Ya puedo imaginarme por qué. —Dice ella. —Llamé a Jared para preguntarle cómo había salido todo, me comentó que muy bien y que a partir de hoy están trabajando todos juntos.

Tomo un sorbo de mi café caliente.

—Quería llamar a Aaron, juro que no dejé de torturarme toda la noche en si debía o no hacerlo, pero me contuve, es mejor así.

Lucas me mira con el ceño fruncido.

—No entiendo preciosa. ¿Que Aaron y tú ya no están juntos?—Pregunta confundido.

Suelto un suspiro y lo miro con tristeza.

—No te lo conté cuando llegaste porque tenía todo el lío de Steven en la cabeza. Aaron y yo hace bastante que terminamos.

—Vaya, me pone mal saber eso. Luego necesito saber los detalles.

Asiento.

—¿Vas a la clínica?—Me pregunta Lexie.

—No. Es mi día libre y quiero pasarme por el restaurante, he abandonado todo aquello y sé que papá no me ha reprendido por eso por todo lo que ha pasado, pero ya debo hacerme cargo otra vez. Más tarde pasaré a ver a Steven. ¿Y tú qué harás?

—Tengo algunas tareas que hacer así que me pondré a eso en un rato.

—De acuerdo. —Miro a Lucas. —¿Te gustaría acompañarme al restaurante de papá Lucas? Así te muestro uno de los negocios de la familia.

Él sonríe.

—Por supuesto, me encantaría. ¿Allí trabaja tú amigo Darren cierto? Así aprovecho y paso a saludarlo. —Dice muy contento.

Mi Salvación #2Where stories live. Discover now