Capítulo 28. |Valiente.

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Leah.

Había estado toda la noche esperando la llamada de Aaron. Me había quedado preocupada porque no sabía que había pasado cuando fueron a la comisaría a ver a Rick. Comprendí a Aaron cuando quiso acompañar a Alexander toda la noche, esta situación para él no es nada fácil.

Realmente no he dormido muy bien porque no he dejado de pensar en Alexander y toda esa montaña de problemas que se le ha derramado encima. Pero también sonrío, y me pongo feliz al ver a Aaron tan unido a él. Ambos están poniendo de su parte para que su amistad vuelva a funcionar, lo único que me pregunto cómo volverá a ser todo cuando Aaron sepa la verdad.

Me termino de vestir y bajo las escaleras de mi casa para encontrarme a Lexie en la cocina preparándose su desayuno. Desde que Lexie se encuentra con Jared todo en ella ha cambiado para mejor y me alegra tanto poder verla feliz como ella se lo merece. Me he dado cuenta que es cierto cuando dicen que cuando te encuentras con la persona correcta, todo en tu vida empieza a encajar. Aunque en mi caso es todo lo contrario. Con Aaron en mi vida todo se volvió patas arriba.

—¿Vas para la universidad?—Le pregunto mientras me sirvo una taza de café.

Ella asiente mientras se come su pan tostado.

—Tengo examen y realmente no he estudiado absolutamente nada. Estos días no he tenido cabeza para nada que tenga que ver con los estudios.

Frunzo el ceño.

—¿Y eso por qué?

—Ya sabes, lo de la prueba de paternidad de Travis, Steven que aún no da señales de despertar, la abuela Laura con su malhumor aquí en la casa. —Suelta un suspiro y niega con la cabeza. —Quisiera que todo volviera a la normalidad.

Me encojo de hombros.

—Yo también Lex, pero es lo qué hay. —Digo con tristeza. —Tú y Jared, ¿están bien?

Ella sonríe y me mira de una forma que no tiene que responderme para saber que esos dos están de maravilla.

—Todo bien, con Jared las cosas siempre van bien. Cada día es algo nuevo y nos llevamos cada vez mejor. Es el amor de mi vida Lee, por primera vez en toda mi vida me siento completa y feliz.

—Es lo que te mereces hermana.

—Me tengo que ir, voy a llegar tarde. Hablamos luego Lee. —Dice recogiendo sus cosas y marchándose.

—¡Suerte!

Suelto un suspiro y miro el reloj, ya casi es hora de irme al trabajo. Escucho unas voces un poco subidas de tono en la sala principal. Frunzo el ceño y camino despacio hasta situarme al lado de la escalera ocultándome para ver de quienes y de qué se trata.

—Deberías bajar el volumen de tu voz Laura, recuerda que esta no es tu casa y cualquiera puede escucharte. —Le dice mi abuela Sarah a mi otra abuela Laura.

Mi abuela Laura rueda los ojos. Como detesto cuando hace eso.

—Siempre tan correcta Sarah. ¿Qué no te aburres?

—Y tú siempre tan amargada Laura, por eso tienes más arrugas de la cuenta.

Reí bajo. Mi abuela Sarah siempre sabe cómo devolver todo tipo de comentarios.

Laura gruñe y la mira mal.

—Eres una grosera.

—Y tú muy educada, por supuesto. —Le respondió Sarah con sarcasmo. —Mira Laura no entiendo cuál es tu punto de fastidiarme, pero estamos aquí todos por Steven, y ahora por lo de Travis, así que deberíamos tratar de llevarnos como lo que somos, familia.

Mi Salvación #2Where stories live. Discover now