Mi Salvación #2

Capítulo 26.|No eres mi hijo.

Aaron.

Leah era un caso perdido. He intentado atrasarla completamente la mañana, queriendo evitar que llegara a la sesión de fotos pero estaba seguro que no iba a lograr absolutamente nada, porque ya estaba decidida, iría hasta en contra de mi voluntad.

Algún día me las voy a cobrar del mocoso de Ethan Young. No sé quién se ha creído para creer que tiene derecho de estar ofreciéndole ideas a mi Chaparra, pero eso es algo que le voy a dejar bien en claro cuando lo vea cara a cara.

Estacionamos frente a donde se llevaría a cabo esta ridícula sesión de fotos. Me quedo observando a Leah como camina decidida hacia la entrada. En cuanto se da cuenta de que no me siente a su lado, voltea a verme. Se cruza de brazos y rueda los ojos.

—¿Qué sucede ahora? Aaron, he llegado una hora después por tu culpa, y piensas seguir atrasándome más. —Dice totalmente molesta.

Sí, claro por mi culpa. Lo que sucede es que ella no quiere aceptar que también hay un poquito de culpa en ella. Porque la verdad yo hice mi trabajo para retrasarla, pero ella no puso objeciones. Me mira cuando levanto las cejas algo divertido y la veo sonrojarse porque sabe a lo que me refiero.

Ella me señala acusándome.

—No digas nada. —Dice con sus mejillas encendidas. —¡Oh por Dios, Ethan va a matarme!

Me acerco a ella dando unos pocos pasos y la tomo de la mano empezando a caminar hacia la entrada.

—Que se atreva a ponerte una mano encima y ahí se acaba su insignificante vida. —Digo entre normal y divertido.

Leah niega con la cabeza y rueda los ojos una vez más, mientras suelta una risita encantadora. Las puertas se abren e inmediatamente veo demasiada gente que se mueve de un lado al otro y acabando de llegar, ya quiero irme. Observo a Leah y ella se encuentra alucinada y eso no me gusta, porque no quiero tener que compartirla con Ethan Young y sus ideas.

—¡Leah, al fin apareces mujer!—Exclama el idiota de Ethan en cuanto nos ve.

Leah pone cara de pena y se suelta de mi mano para darle un abrazo, y yo no hago más que aguantarme.

—De verdad lo lamento, pero alguien me ha distraído. Lo siento. —Dice ella como un cachorrillo indefenso.

Ethan ríe, y voltea su mirada hacia mí.

—Hola Aaron, estaba seguro que estarías aquí. —Dice divertido.

—Es bueno que no te haya tomado por sorpresa. —Le digo de todas formas menos amigable.

Él vuelve su mirada a mi Chaparra.

—Descuida Leah, aún no estábamos listos, pero ya sí. Así que necesito que te vayas a preparar. ¡Karen!—Grita y una mujer se acerca a toda prisa. —Ella es Leah, por favor, ayúdala a prepararse.

La chica asiente y Leah se acerca a mí antes de marcharse.

—Compórtate con Ethan y con los demás, regreso enseguida.

Río y le doy un pequeño beso.

—Ve tranquila, yo estaré bien.

Ella niega con su risilla por dentro y se marcha con la señora.

—Me imagino que no estás de acuerdo con que Leah esté aquí tomándose estas fotos.

—Mi problema no son las fotos, mi problema eres tú.

Él suspira.

—Me gustaría que nos lleváramos mejor Aaron, por Leah. Porque ella es tu novia y es mi amiga, y yo no pienso apartarme de ella.