MASCOTA DE UN MAFIOSO⠀•⠀Yoonmin⠀[ +18 ]⠀

02

ADVERTENCIA:
Mención Vmin

Jimin estaba que le pegaba una patada al hombre que estaba justo al frente de él. Pero, pensándolo bien y con la mente fría, no sería mala idea vivir con un millonario durante unos días, así que respiró hondo y apretó los puños.

Luego de un silencio incómodo para el menor, Suga decidió hablar para tomar algo de iniciativa, ahora se encargaría de hacer que el contrario no fuese tan tímido.

— ¿Me dirás por qué no he visto tu cola? ¿Por qué la escondes? — Calló al minino a preguntas mientras sacaba una caja de cigarrillos de su traje para tomar uno y colocarlo entre sus rosados y delgados labios.

— No es algo de lo que me apetezca conversar ahora — Observando con atención cada una de las acciones del mayor, tragó saliva y se sonrojó al sentir la mirada de este sobre él. — ¿Cuánto piensas pagarme por ser tu esclavo sexual? — Dinero, era lo único que valía para él en estos momentos.

— No pienso pagarte nada... — El menor casi le gritaba al pelinegro hasta que este levantó la palma para evitar que este armara un escándalo. — Me refiero a que solo me harás compañía... Por eso no pienso pagarte nada. Sin embargo, en mi mansión podrás pedir lo que desees para comer y tendremos una muy grande habitación.

¿Tendremos? ¿Qué pretendía éste sujeto con vivir con él y solamente eso? Definitivamente era un loco psicópata que de seguro tenía algún fetiche con los animales.

La limosina se detuvo luego de una hora, que para el castaño fue como una vida entera allí dentro. El chofer les abrió la puerta y el más ansioso salió mientras se quitaba el gorro, ya no hacía frío y tendría tranquilamente sus orejas descubiertas. YoonGi salió siguiendo al menor con una sonrisa, verlo tan curioso mientras salían del garaje le hacía sentirse tan a gusto de tenerlo a su lado.

*El celular de Min YoonGi comienza a sonar*

>>"¿Dónde carajos andas pedazo viejo de azúcar?"

'Cálmate Ramón, sé que me extrañas pero no tienes que hacer tanto alboroto.'<<

-¿Ramón? ¿Quién será ese tal Ramón?- Se preguntó Jimin al escuchar la conversación mientras ladeaba la cabeza acercándose al mayor que se había alejado unos pasos para atender la llamada.

>>"Imbécil... No digas eso. ¿En dónde estás?"

'En toda la puerta, ya deja de ser tan dramático, te pones como tu novia, o lo que sea'<<

>>" ¡Ya te he dicho que dejes de decirle novia!"

'Si, si... como digas.'<<

*Fin de la llamada*

— Vamos... — Tomó a Jimin de la muñeca e ingresando a la extensa mansión diseñada para el amargado y solterón de Suga. Subieron las escaleras con calma. El menor veía el agarre en su muñeca y no se oponía a ello, solo mantenía su mirada baja con las mejillas ligeramente ruborizadas.

El pasillo del piso de arriba era extenso, con numerosas puertas a cada lado de este. Caminaron hasta el final de dicho pasillo hacia la puerta más grande, de seguro la habitación del dueño.

— No me gusta que me traten como una mascota, puede que sea un híbrido pero no por eso dejo de ser humano — Ya se había adaptado a la idea de que viviría allí, sin embargo, tenía que tener muy en claro el no acostumbrarse demasiado, fuera tenía una casa en alquiler pendiente, no podía simplemente dejar las cosas botadas.