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Jungkook se había encargado de preparar el helado de sardina para Jimin y llevárselo a la mansión de Yoongi, en donde se quedó junto a Taehyung para cuidar al minino embarazado. Estaba preocupado, era delicado porque ya llevaba unos siete meses y faltaba poco para ver a esos dos híbridos nacer

— ¡Jimin! ¡Qué hermosa tu cola! — Exclamó con una sonrisa Jungkook al ver la más larga y peluda cola castaña moverse a espaldas de Jimin con suavidad.

— Si... Al parecer creció mucho más... — Miró temeroso a Taehyung sujetando su vientre y luego le sonrió a Jungkook — Gracias por el helado, estaba delicioso.

Jungkook asintió y acarició su cabello, aunque se alejó un poco del menor porque Yoongi venía por el pasillo con cara de pocos amigos, para nada alegrándose de estar aunque sea a un metro de distancia de su embarazado novio.

— Bien, me llevo a Jimin a la habitación. Tú, Jungkook, puedes follar con tu novio en alguna de las tantas vacías. Adiós — Gruñó jalando a Jimin del brazo sin importarle demasiado si le dolía o no.

— ¡Yoongi hyung! ¡Ya dije que lo siento! ¡No quise romper tu computadora! — Se queja cuando Yoongi lo sienta en la orilla de la cama. Estaba asustado, nunca antes había visto a su novio tan molesto por algo que había roto en sus meses de embarazo.

— Bien. Hagamos como que no la rompiste — Cierra la puerta y comienza a desvestirse — Y yo mañana haré como si no te doliera el culo de tanto que lo penetré ¿Bien? — Sonrió falsamente al quedar solo en bóxer y a los segundos su sonrisa se borró.

Lo siguiente que Jimin pudo ver fue las sábanas bajo suyo. Yoongi lo había volteado colocándolo en cuatro sobre la misma. Estaba temblado, su cola no se mantenía quieta y temía por causar algún daño a sus bebés.

— Yoongi~ Los bebés~ Estoy sobre mi vientre~ Pueden hacerse daño~ — Murmuró con la voz temblorosa viendo de reojo por encima de su hombro como el mayor lo despojaba de sus prendas una por una — Yoong-ngh~ — Cerró los ojos con fuerza al sentir algo húmedo en su entrada.

— Tendrás que sostenerte de tus brazos si quieres proteger a nuestros bebés, del resto déjamelo a mí — Dicho eso comenzó a lamer con lascivia la entrada rosada y razonablemente apretada del menor que se estremecía por lo sensible que lo traía el embarazo.

Le encantaba, anhelaba por fin meterse en ese estrecho agujero luego de meses de abstinencia. Estaba duro a reventar con nada más pensarlo.

Jimin temblaba sudoroso mientras cerraba los ojos nervioso y gimiendo sujetándose de sus brazos. Sus orejitas castañas se movían a todos lados al igual que su cola. Separó los labios abriendo los ojos cuenco sintió los dedos del mayor invadirlo. A pesar de la situación en la que se sentía débil, estaba excitado y le gustaba demasiado.

Claramente lubricaba más gracias a la sensibilidad que le proporcionaba el embarazo y Yoongi, estaba deleitándose con la rosada y húmeda entrada que apretaba sus dedos. Los sacó, sabía que era inútil prepararlo, estaba demasiado resbaladizo. Su pene entraría de cualquier forma.

— Bien, creo que estás listo — Murmuró Yoongi con seriedad palmeando el culo que tenía a su merced — Joder, te hizo bien engordar, tu culo está más grande — Hablaba quitándose el bóxer dejándolo caer la prenda al suelo. Tomando su miembro duro y grande, comenzó a masturbarlo mordiéndose los labios viendo con atención la cola inquieta de Jimin.

— N-No me digas gordo~ imbeci-ngh... Yoongi~ Cuidad-ah~ — Se interrumpe a sí mismo entre gemidos ahogados y entrecortados sintiendo como era invadido su interior. A pesar de estar muy lubricado, le dolía como su ano se expandía. Yoongi es grueso, duro y dolorosamente grande.

MASCOTA DE UN MAFIOSO⠀•⠀Yoonmin⠀[ +18 ]⠀ Where stories live. Discover now