MASCOTA DE UN MAFIOSO⠀•⠀Yoonmin⠀[ +18 ]⠀

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— Jungkook, solo por preguntar... No puedes tener hijos ¿O sí? — Taehyung estaba algo aterrado con eso ya que habían follado varias veces sin condón.

— ¿Y eso a qué viene? Preguntas cosas idiotas. Ese es Jimin, que es mitad gato — Explicó cortando las verduras. Estaba a punto de preparar una sopa.

— Yo ya me había asustado, tenía miedo... Eso quiere decir que podemos hacerlo — Susurró al oído de Jeon mientras acariciaba su cintura apegando su cuerpo a su espalda. Pero Jungkook estaba cortando las verduras. No iba a dejar de cocinar porque su novio era un tonto que solo pensaba con la cabeza que tiene entre las piernas.

Siguió cortando golpeando más fuerte el filo del cuchillo con la tabla de picar para asustar a Taehyung que comenzaba a meterle mano bajo el delantal. Odiaba eso porque los dos apenas traían bóxer puestos y solían tener este tipo de "situaciones" en la cocina.

— Basta, Taehyung... O me veré obligado a cortarte el pene — Amenazó cortando una zanahoria con fuerza por la mitad — Así que aleja tu puta erección de mi culo, por favor — Pidió sintiendo el roce descarado del contrario. Le gustaba, y odiaba que le gustara.

— Sabes que no puedes cortarlo, te gusta mi pene duro dentro de ti — Murmura bajando el elástico de su bóxer hasta quitárselo para rozar su caliente erección sobre la tela del culo del menor, disfrutando con nada más verlo respingar.

— ¿Por qué te da por hacer este tipo de cosas en la cocina? — Dijo dándose la vuelta para evitar que siguiera con ese roce tan molesto y que a la vez le gustaba. Diablos.... ¿Por qué tenía que gustarle?

— Porque nada más en pensar las veces que lo hicimos aquí, me hace despertar — Señaló su entre pierna y luego abrazó a Jungkook de la cintura apegando ambos cuerpo de un jalón. De a poco le quitó el delantal dejándolo caer al suelo sintiendo más libremente sus pieles rozar.

— Taehyung... Tienes un serio problema con eso. Siempre se te para en la cocina y- — Fue interrumpido por los labios del mayor que devoraron los suyos. Inevitablemente lo sujetó de la nuca ladeando la cabeza para profundizar el beso frotándose contra la erección descubierta de su novio. De apoco y sin separarse de los sonoros chasquidos caminaron fuera de la cocina en medio de respiraciones aceleradas sin querer separarse del beso.

Entraron a la habitación, en cuestión de segundos el bóxer de Jungkook quedó en el suelo y su cuerpo recostado bruscamente boca arriba sobre la cama que rebotó un poco. Sin dejar de besarse respirando un poco de vez en cuando, sintió al mayor entre sus piernas, rozando ambas erecciones y acariciando sus muslos entre sí.

El teléfono comenzó a sonar y se separó del beso agitado. Sus mejillas estaban rojas y sus labios de color cerezo de tanto movimiento. Ladeó su cabeza a la mesita de al lado para tomar el celular, ignorando los besos en su cuello que bajaban por su clavícula.