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Yoongi, Jungkook y Namjoon, ya tenían la mercancía y dinero en el auto. Se dirigían al lugar justo a la hora que los secuestradores le indicaron. Al llegar a las vías de tren abandonadas vieron a unos metros el granero que estaba un poco deteriorado por fuera. Apenas unas luces de adentro se notaban, por el resto, estaba completamente oscuro.

Yoongi y Jungkook bajaron con el arma y linterna en mano, mientras que Namjoon tenía el arma guardada a su costado y cargaba el pesado bolso con el pedido.

Pasando entre el seco pasto, se aproximaron al lugar con lentitud y precaución. El silencio reinaba y era levemente interrumpido por sus pisadas.

Una vez en la puerta abierta, ingresaron encontrándose con el lugar vacío y la luz iluminando el centro. Unos hombres de traje sujetaban a Jin prácticamente arrastrándolo. Tenía moretones en el rostro y se mantenía con la vista puesta en el suelo. Estaba desaliñado y mal vestido.

Namjoon casi saca el arma para matarlos pero no podía pensar a través de la ira. Se acercó con el bolso negro deportivo y lo acercó hacia los hombres. Se fijó bien y notó que eran más de cinco. Frunció el ceño y dejó el bolso en el suelo al frente de los sujetos.

— Aquí tienen... Ahora, suéltenlo — Ordenó furioso apretando los puños.

Como respuesta empujaron a Jin pero al no tener nada de fuerza en las piernas se dejó caer al suelo. Por suerte, Namjoon lo atrapó antes de que se lastimara o algo. Acarició su rostro y lo cargó como princesa levantándose.

— Bebé ¿Qué te hicieron? Contéstame — Intentó hacer que respondiera pero no obtuvo respuesta. Apretó la mandíbula, iba a gritarles pero ellos hablaron primero mientras tomaban el bolso.

— Tu princesa es bastante resistente... A pesar de que le forzamos a que nos revelara tu nombre real y nos diera más información sobre tus estados bancarios, no dijo nada. Parece estar realmente hipnotizado o algo así — Se burló uno de los hombres con una sonrisa en el rostro.

— Vámonos, Rap Monster. No pierdas tu tiempo. Nos vamos — Interrumpió Yoongi apuntando hacia los hombres al igual que Jungkook.

Namjoon suspiró y se dio media vuelta para volverse a la salida. Caminó fuera del granero y muy pronto fue seguido por sus amigos. Entró a los asientos traseros con Jin en brazos y estuvo en silencio a acariciando su rostro. Estaba inexpresivo, miraba el botón de la camisa de Namjoon como si fuere lo que realmente tuviese sentido ver, sin embargo, por dentro estaba roto, tan roto que ni siquiera podía expresarlo.

Yoongi fue el piloto y Jungkook se sentó a su lado. El silencio estaba más que tenso martillando en los oídos de todos. Se alarmaron cuando Jin chilló... Comenzó a llorar. Estaba mal, muy mal, y no podía estar peor.

Nunca antes se sintió así. No quería que Namjoon lo viera así. Se daba asco. Apretó con fuerza la camisa de Namjoon y hundió su rostro lloroso en la tela. Sus sollozos eran ahogados. Odiaba toda esta mierda, odiaba el hecho de que fue tocado de manera tan repulsiva por esos hombres.

También lloraba porque por fin estaba con su novio. Era lo que más le importaba ahora. Estar tan pegado a él escuchando los latidos de su corazón.

Yoongi cruzó miradas de preocupación con Jungkook y volvió su vista al camino. En el transcurso de todo el camino de regreso sólo se escuchaban el llanto de Jin. Llegaron y se estacionaron dentro del garaje.

Namjoon salió disparado hacia adentro con Jin en brazos. Corrió como si no hubiese un mañana a su habitación.

Jungkook suspiró y volteó a ver a Yoongi.

— Yoongi... Creo que abusaron de Jin, y no fue solamente una vez. Conozco esos ojos... Estaba tan mal... No podemos quedarnos de brazos cruzados — Interrumpió el menor viéndolo con los brazos cruzados. Estaba molesto. — Tú y yo sabemos bien para quién trabajan esos hombres.

MASCOTA DE UN MAFIOSO⠀•⠀Yoonmin⠀[ +18 ]⠀ Where stories live. Discover now