𝙄𝙩 𝙬𝙞𝙡𝙡 𝙗𝙚 𝙤𝙪𝙧 𝙨𝙚𝙘𝙧𝙚𝙩.| 𝘔𝘦𝘷𝘪𝘦 𝘧𝘢𝘯𝘧𝘪𝘤𝘵𝘪𝘰𝘯

[ 3 ]

Mal corría con emoción pero desespero, seguramente la noticia había recorrido cada pequeño rincón de Auradon. Desde el reino más chiquito hasta el reino más grande.

Mal por fin se casaría con el amor de su vida.

Cuando llegó a la puerta de madera que tenía el pequeño letrero de: Evie 4Hearts, comenzó a tocar con un poco de desespero y cuando le abrieron la puerta mantenía una larga sonrisa, eso nunca se le había visto jamás

— ¡Evie! ¡Me casare y tú serás mi madrina! — Exclamó con esa sonrisa, Evie pareció que estaba más que desanimada en vez de dar saltitos en sus tacones altos por la noticia que había llegado pero solo sonrió forzadamente — Ouh, un ogro podría sonreír mejor que tú — Claro que Mal sabía cuándo ella forzaba una sonrisa

— Lo siento, M, estaba teniendo mi sueño de belleza — Mintió, había estado llorando un rato

— ¡Claro!, ¡Claro! — Caturreo con sarcasmo antes de entrar, como era costumbre tenía una mancha  de alguna salsa de algún platillo la parte de las piernas de aquel vestido.

— M, es casi madrugada y tú vienes a gritarme que te vas a casar creo que no hacía falta — Dijo con sequedad y frialdad. Mal sentía eso, por primera vez llegó a captar esas malas palabras o modos de su amiga de hebras azules

Claro que tenía algo, cuando la había conocido había creído una sola cosa: Primorosa y Engreída. Pero cuando la conoció de fondo supo que sus sentimientos salían expuestos en cualquier momento que ella decayera.

— E, ¿Tienes algo?, ¿Acaso Doug volvió a molestarte o te dijo algo de mal gusto? Puedo ir a golpearlo justo ahora — Murmuro Mal

¿Enserio como no puede darse cuenta?. Pensó Evie

[...]

La fiesta había comenzando, la música estaba a tope, los vidrios retumbaban y la banda del primo de Carlos tocaba a todo volumen y con ganas. Sus instrumentos eran viejos pero tenían la capacidad de tocar bien.

— ¿Donde esta? — Murmuro Mal algo exasperada mientras que movía sus dedos o jugaba con las pulseras de sus muñecas

— Enserio, pareces enamorada loca y obsesiva— Dijo Jay dándole un mordisco a su sándwich de moho el cual disfrutaba

— ¡Cierra la boca! — Le gritó con ese rubor, ¿Parecía así?, Debería de estar preparando algo para dejarla en vergüenza no estar esperándola, ¿Desde cuando ella esperaba?

Cuando paso su mirada por la entrada la chica sonrió, tenía un vestido azulado, su cabello suelto con una tiara negra, llena de pintura en aerosol pero combinaba. Mal se quedó ahí, mirándola

— Ahí está — Dijo Jay sin interés pero había interrumpido los pensamientos de Mal, cosa que agradeció, esta enseguida se acercó a ella

— ¿Disfrutas? — Mal sonrió alzando levemente su mentón, la peliazul volteo a verla y sonrió

— ¡Demasiado ruidosa pero... Me agrada! — Exclamó asintiendo con su cabeza varias veces, Mal la tomó de la mano y comenzó a caminar hacia un lugar apartado, camino hacia una de las habitaciones de la inmensa casa de Cruella D'Vil

Entro a su misma habitación, decorada con un color morado, negro y blanco opaco, pero había chicos rodeando aquel clóset de Cruella, Carlos le llamaba:

El lugar prohibido

— Todo buen villano debe superarlo, ¿¡Lo harás!? — Uno de los hijos de Gastón le abrió la puerta y Mal empujó a Evie haciéndola entrar, era oscuro y lleno de pieles — Suerte, princesita — Le guiño un ojo con una larga sonrisa maliciosa

[...]

Cuando había llegado el amanecer Evie estaba mirando el diseño que tenía del vestido de novia de Mal. Habían tenido una pequeña charla pero terminó en que Mal saliera con desesperación, se había negado a decirle y si le echaba la culpa a Doug seguro iría a buscarlo.

Porque me tienes así y no eres capaz de darte cuenta, ¿Porque?. Pregunto Evie para sus adentros mientras que hacía los detalles en el boceto de el vestido, solía hacerlo antes de poner manos a la obra pero escucho la puerta

— Adelante — Murmuro con esa típica voz, no se mostraría débil, no ahora. Pero, cuando volteo entro el menor de los VK's

— ¡Enserio! — Grito Carlos — ¡¿Cuando le dirás tú secreto, Evie!? —