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Mal miraba a Evie con una mirada de cachorro, ¿Porque estaba ahí? No sabía pero sus pies la obligaron a caminar cuestionando el porqué su mejor amiga estaba llorando. ¿Había dicho algo malo?
— Por que... Me preocupas..— Susurro con ese notorio sonrojo que la hizo apartar su mirada inflando sus mejillas, Evie sintió ternura pero no pudo doblegarse
— ¿Ah, si? ¿A la reina de Auradon le preocupan sus aldeanos? — Cuestionó con esos aires de burla que hizo que la pelimorada gruñiera; había olvidado lo que era ser molestada por sus amigos
— ¿Doug te hizo algo?, Voy a convertirlo en un viejo arrugado si lo hizo. — Amenazó
— ¡No, Mal! —
— ¿Entonces....? — Mal insistía, siempre era así cuando algo lograba pinchar su curiosidad más cuando se trataba de su mejor amiga.
Evie quedó en un abrupto silencio, ¿Podría decirle que estaba llorando por ella?, Doug no lograba interesarle como creía el primer día, era tan... Monótono. Clases, cursos, biblioteca y después irse con su extensa familia, ¿Dónde quedaba ella? Se sentía una niña mimada sin atención –sin atención de todo tipo– pero ahí estaba frente a Mal.
— Solo fue por una materia — Mintió descaradamente
— ¿Una materia? Te creería si dijeras una uña —
Demonios. Maldijo Evie internamente
— No es nada importante, Mal —
— Pero...—
Evie le sonrió de forma tranquila pero fingía, su sonrisa tan fingida. Posó su mano sobre el hombro de la pelimorada para “transmitirle algo”.
— Todo bien.— Se contuvo, se contuvo de decirle todo y gritarle. ¿¡Cómo podía tan solo arrepentirse de ese beso!?, ¡¡Ella lo había iniciado!! Pero siempre intentaba restarle importancia pero esa imagen en su mente parecía darle cierto cosquilleo en su nuca
— Mhm... Pero...— Otro pero que fue interrumpido por el sonido de su móvil, suspiro contestando — ¡Mi amor! Lamento la demora casi... Casi llego —

Evie sintió una pequeña estaca atravesando su corazón, mi amor... Anhelaba que ella le dijera así cada despertar, que cuando se enojara e hiciera una corta rabieta lo dijera o que cuando llegara a su clímax gritara eso.
— Evie... — Sus pensamientos fueron interrumpidos por la voz preocupada de su acompañante — Tengo que irme —
— Claro —
— Por favor avísame si te sucede algo — Dijo casi tropezando en cuanto salió corriendo de ahí, odiaba hacer esperar a Ben, mientras tanto Evie cerró la puerta soltando un suspiro
Siempre me sucede algo por tu culpa, Mal —

[...]

CJ merodeaba, era demasiado tarde para los príncipes de Auradon, su reloj de bolsillo marcaban las nueve y media, refunfuño de no poder robar algo de la tienda de Jafar o hurtar algo de Facilier. Cuando caminaba ese olor le hizo detenerse de golpe
— Huele a lagartija —
— Y huele a suciedad —
Esos ojos esmeraldas se encontraron con los oscuros orbes miel de CJ.
— ¿Te olvidaste de tus orígenes, traidora?
— ¿Ya te cansaste de morderle los pezones a Maddie? — Mal detestaba a muerte a CJ, además de haber tenido un breve amorío con su hermano tenían cierta competencia
— Mhm...— Los dientes de la rubia hicieron un crujido, se sentía una tensión, esa tensión de odio y de querer matarse ahí pero Mal ahora tenía ese porte de elegancia en su ropa, alzo ligeramente su mentón con aún esos aires de superioridad

— ¿Dónde está Evie? — Mal sintió esa oleada... ¿De celos?
— Eso a ti que debería de importarte —
— Uh, Mal... Creeme que ha sido un goce volver a ver sus caderas —
Mal hizo una ligera mueca de desagrado, comenzó a caminar dándole un empujón con el hombro — Este es mi territorio, si la tocas...— ese color neón se hizo presente en medio de la noche bajo la luz de la luna — Vas a terminar como tu padre pero tú... Sin una pierna y un brazo — Amenazó de forma ronca comenzando a caminar, Mal era el diablo encarnado en mujer, las mujeres de la isla envidiaban a la primogénita de Maléfica, ¿Cómo podía ser que la mocosa había sacado la seducción de Maléfica?

La menor de los Hook gruño, las mejores respuestas se le ocurrieron cuando Mal había desaparecido en aquel enorme castillo, se había ganado la vida con el nuevo rey de Auradon. Gruño, tenía que seguir en marcha con el plan y en primer lugar debía buscar a Evie, la única debilidad más fuerte de Mal. Todos sabían que Carlos, Jay y Evie eran tan importante para ella que era como su talón de Aquiles. Si algo podría sucederles a ellos entonces Mal cedería justo como cuando Ben había sido raptado y Mal sintió frustración, sentía la opresión en su pecho.

Serás mía manzanita
Sabía lo mal que podría irle si por alguna razón era regresada a la isla, era un lugar tan lúgubre lleno de moho, lleno de sorpresas que no quisieras toparte. Hades definitivamente maldecia haber cruzado con Maléfica, ¡Como un dios termino ahí! Aunque si un dios maldecia la isla definitivamente era un caso extremo. Uma enojada era una bomba de maldiciones que podría arrojarla al mar o atarla a la plancha como uno de sus tripulantes, 3 días sin comer, con los mordiscos de los tiburones y los cocodrilos bajo el barco esperando que el cuero cayera para devorarlo.
CJ sintió un vuelco en el estómago, su caminar inicio nuevamente. Tenía que hacerlo, derrotar a la reina y llevarse el premio mayor.

[...]

Los reyes descansaban, Mal estaba sentada después de tener una cena con su prometido. Ben era tan atento, tímido y suave pero sabía la verdadera cara de la bestia bajo las sábanas, aquella noche estaba tensa, estaba tan molesta y frustrada de haberse encontrado a CJ.

— ¿Pasa algo, mon amour? — Ben estaba acomodando su traje, desde que dormían en el mismo Ben sin duda era más ordenado -aunque Mal no lo era tanto-
— No, no, solo estoy agotada — Mintió
— Si no te conociera entonces diría que sí.— de Ben había aprendido tantas frases y cosas, sonrió suavemente para señalarle con su dedo que se acercará
— ¿Tú sabías que CJ hermana de Harry estaría aquí? — Mal enredo sus manos en el cuello de Ben
— ¿Huh? No, no para nada...— Ben hizo una mueca antes de poder acercarse rozando sus labios, una corta risa salió de sus labios pero esa duda comenzó a atormentarla.

Si Ben no fue... ¿Evie...?

𝙄𝙩 𝙬𝙞𝙡𝙡 𝙗𝙚 𝙤𝙪𝙧 𝙨𝙚𝙘𝙧𝙚𝙩.| 𝘔𝘦𝘷𝘪𝘦 𝘧𝘢𝘯𝘧𝘪𝘤𝘵𝘪𝘰𝘯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora