[ 11 ]

1.5K 122 12
                                    

Un sueño húmedo, ¡Eso era nuevo! No había visto el momento en que se dirigía al comedor, el desayuno estaba casi listo y los estudiantes corrían para tomar un lugar en cada mesa asignada. No querían comer parados.
— ¡Evs! — Carlos pareció despertarla de su transe mientras que dirigía su oscura mirada al menor de ellos. Las imágenes aún no se borraban y el olor a fresa no se extinguía.
— ¿Que sucede? — cuestionó
— ¿Por qué CJ está aquí? — Eso le hizo fruncir el ceño, lo había olvidado por completo. CJ estaba ahí en la misma escuela y casi mismo pasillo.
— No tengo la menor idea, Mal estará furiosa — Una mueca se formuló en sus labios carmín, en todo el rostro de Evie había un perfecto maquillaje. Nunca tendría una imperfección.
— Sí pero...—

La puerta se abrió de par en par, CJ amaba las entradas dramáticas. Todos los estudiantes voltearon a verla, incluso, el equipo de Tourney pareció babear, todos menos Jay. Conocía a esa rubia de pies a cabeza –y en todos los sentidos–
— ¿Nadie le dirá que se ve ridícula haciendo eso? — Dijo Jay haciendo una mueca, la cinta de sus recuerdos comenzaba a hacerse presente
— Bueno, todos hicimos eso cuando llegamos — Carlos pareció dar una pequeña risa recordando a Mal haciendo que todas las miradas fueran hacía ella, ¿Quien no vería a la viva imagen de Maléfica?
— Por cierto... Mal estará furiosa —musito el moreno mientras que sonreía burlón — No solo eso, ¡Explotará en rabia! Odiaba a toda la tripulación de Uma, creo que más a Uma que a Harry —
Evie nuevamente estaba perdida, los besos de Mal en su sueño parecían más reales, su intimidad no tardaría en ser una molestia. Era una reacción que no esperaba.
¿Verdad, Evie?
— ¿Huh?, ¡Si! — Ambos se miraron haciendo una mueca, otra vez estaba perdida en su laguna de recuerdos. No mentían cuando decían que una mujer tenía una laguna de recuerdos o pensamientos.
— Ni siquiera sabías de que hablamos y dijiste que sí, fuera Mal a ella hasta le prestarías más atención — se burló Jay ganándose un golpe del más bajo
— ¡Eres un estúpido! — chillo el pecoso.

Su celular vibró, miró ese nombre. ¿Por qué le mandaba mensajes si estaban a metros de distancia? Lo importante era... ¿Cómo mierda consiguió su teléfono?

[...]

— Dámelo o te corto un brazo. Tú decides, que ellos sean unos débiles sumisos no significa que todos seamos así — CJ sostenía un pequeño cuchillo para untar mantequilla en un pan, eso atemorizaba a uno de los príncipes de Auradon
— ¡T-Tú ganas...! — Y era cosa sencilla sacar un número telefónico, quería tener el primer contacto en su chatarra. Ese sería el de Evie.
— Fuera de aquí, inútil — Lo pateo lejos, lo puso en su teléfono mientras que rascaba un poco su mejilla derecha.

¿Como iniciar una conversación con alguien que te pudiste follar?

Pareció que su ego se vio terriblemente derrumbado al no saber cómo iniciar algo, ¿Un "Hola"?, ¿Un "me recuerdas"? O un... ¿Recuerdas que casi tuvimos algo?. El martirio golpeteo la cabeza de CJ provocando una punzada.
— Estúpida Uma — aún no se borraba lo que habían hablado anteriormente.

— Si tú fallas, a Killian le faltará la otra mano para que te ahorque y te eche a los tiburones —
— ¿Por qué metes a mi padre? —
— Te preocupa más que Harriet y Harry —

Esas palabras le habían clavado algo, “te preocupa más”. Eso era cierto, era más apegada a su padre que Harriet o Harry. Era la única familia que le había enseñado como no ser tímida o un manojo de nervios ante otros villanos. CJ era como era gracias a Killian. Nego ante sus recuerdos, suspiro. Podría hacerlo cuando el anochecer llegará y podría evitarse el balbuceo.

Camino por el instituto, los héroes no se acostumbraban a tener a hijos de los villanos entre ellos. Eran raros, mal olientes y los modales no estaban en su sistema. Tal vez un par de clases con el hada madrina ajustaría su comportamiento. Su estómago rugía, sería su primera vez comiendo en un lugar decente, sin ladrones robando lo que pudieran, sin peleas, sin nada de burlas por comer bien y no con las manos. Eso era lo que muchos en la isla querían, una comida caliente y un vaso de agua que no fuera de la alcantarilla.
Entro dando una patada robándose la atención, era su hobbie robarse la atención de todos. Pero la vio, aquellas hebras azuladas que le hicieron sentirse pequeña, ¡No! No quería que ella tuviera ese control nuevamente.

— ¿Acaso les gusto? — todos se voltearon aunque no faltaron susurros del equipo de Tourney y de las porristas. Era típico. Desde que Ben no estaba la preparatoria era un poco más “pesada”.

Se sentó sola, nadie quería estar cerca y menos con la hija de quién casi asesina a Peter Pan y su prometida. Era un bicho raro entre tantos animales.
Sentía esa mirada de lastima, Evie de cierta forma la entendía. Al principio son marginados hasta que se adaptan o solo se sienten solos y hacen todo por sí mismos.

Era una pena.

[...]

Mal miraba nuevamente el océano, gruñía ante el encuentro con su ex “cuñada”. Apretó sus nudillos y su mandíbula se tenso ligeramente. ¿Intentaría algo con Evie? No soportaría tener que pensar que su... ¿Mejor amiga? Estaba saliendo con unos de sus rivales. Hizo una mueca forzada.
— ¡Mal! — la voz de su prometido le hizo voltear enseguida, Ben a veces era inoportuno
— ¿Sucede algo? —
— La junta está por... ¿Pasa algo? —
— No, no, vamos — indico con la cabeza comenzando a caminar, el rey tuvo que quedarse con eso. Si la cuestionaba entonces habría problemas y eso siempre lo evitaba. Las emociones de Mal aún era un enigma.

Pero pronto sabría cómo armar cada pieza y entenderla.

𝙄𝙩 𝙬𝙞𝙡𝙡 𝙗𝙚 𝙤𝙪𝙧 𝙨𝙚𝙘𝙧𝙚𝙩.| 𝘔𝘦𝘷𝘪𝘦 𝘧𝘢𝘯𝘧𝘪𝘤𝘵𝘪𝘰𝘯Where stories live. Discover now