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La noticia de una boda había sacudido a todo Auradon tanto que varios reinos habían mandando la petición de asisitir y es que incluso los reyes lejanos tenían la intención de venir solamente por ver a los nuevos reyes de Auradon unirse por fin después de la espera de años y de el verdadero amor de el rey Ben. Mal estaba poniendo algo de atención a las instrucciones y los nuevos modales que el hada madrina le decía.

Nunca debes:
1. Comer con las manos
2. Mostrar malos modales
3. Robar
4. Debes saludar y inclinarte

Cada cosa era algo que Mal le irritaba aprender pero si quería dejar en claro que a una villana sí se le pone una corona. Al estar metida en sus pensamientos recordó lo que hace mucho había cometido, ese beso que le había robado el aliento y que provocó un repentino interés por Evie. Suaves y mordisqueables eran aquellos labios que había probado por interés.

— Mal, ¿Me estás escuchando? — Pregunto la directora y esta tardo en asentir

— Si, claro, claro — Murmuro sus orbes esmeralda estaban en algún punto de el salón.

— Puedes retirarte — Pidió con esa voz aguda que la hizo voltearse y salir. Relamio sus labios y sentía ese sabor a fresa del labial.

— ¡Mal! — Escucho la voz de Jane — Sé que no te gusta que te...—

— Moleste —

— ¡Sí, eso! — Acompleto sonriendo levemente para así sonreír con inocencia — Sabes que tu boda con Ben está cerca y yo quisiera saber si debemos usar servilletas azules o moradas o amarillas —

— Jane...—

— Si, solamente asiente con la cabeza... Servilletas, recuerdos, fotos, canción y las damas de honor — Asentía a cada cosa que podía pero se detuvo en lo último

— ¿Damas de honor? —

— Si, son las que tú elijas y te acompañan para el brindis o por el vestido pero esta vez Evie lo hará así que puedes...— Hablaba rápido, era una cualidad sorprendente de Jane — ¡Llevarlas a la hora que te haga algunas medidas y retoques! —

No tenía una menor idea de quién sería. Evie, Lonnie, Jane y seguramente tendría que ser Jay podría fingir ser mujer por su largo cabello.

— Si, yo... Te entregaré todo después — Aclaro sonriendo, la azabache se retiró dando una reverencia y la pelimorada decidió seguir su camino para así llegar a su habitación. Nadie estaba ahí así que dejó sus cosas y se sentó en la cama que estaba llena de hojas y algunos bocetos de parte de Evie

Aun no entendía el porque aquel repentino pensamiento la había atacado, probar los labios de Evie era algo que sentía la necesidad de hacer así que solamente obedeció sus deseos sin cuestionarse. Sumida en sus pensamientos escucho la puerta y dio la respuesta de el: Pase. Dándole entrada a su buen y fiel compañero Jay.

— Oye, sabes lo que trama Chad — Dijo con burla — Una despedida de soltero para Ben en la sala de juntas pero suena tan estúpido —

— ¿Despedida de soltero? —

— Esas cosas que hacen... Embriagarse, reír, jugar y ver bailarinas. ¿Acaso nunca haz visto esas películas donde el novio va a un bar y se topa con...? —

— Strippers — Elevo una ceja con una mirada bastante arrogante

— ¡Sí que las haz visto! — Dijo riendo a carcajadas — No te preocupes... Ben no tocará a ni una se tapó los ojos cuando fueron juntos a la clase de natación, ¿Que podría hacer? —

Ben tenía los mismos modales que Bella, era fiel y leal a cualquier juramento que hiciera y recordaba bien que había prometido jamás faltarle el respeto. Aunque en el barco cuando era el baile había casi incumplido pero era un punto y aparte.

— Solo cuídalo...—

— Lo haré, señora bestia — Bromeó

La boda no era algo que tenía planeado en su futuro. Ella tenía más como gobernar a su manera y no tener un rey que hiciera su vida más insoportable pero con Ben todo era diferente y lleno de color rosa. Siempre recordaría las palabras y maldiciones que decía sí alguna vez llegaría a enamorarse

— Y por cierto.. ¿Tú harás? — Cuestionó con interés

— Te aseguro que no voy a contratar a Chad para bailarín —

— Podría vomitar —

— ¿Y Evie?, ¿Ella será tu dama de honor? —

Jay sabía lo de aquel beso inesperado, el hijo de Jafar era la única figura Familiar que Mal tenía

— Supongo que sí..— Alzó sus hombros con desinterés pero aún ese beso no podría quitárselo de encima

— ¿Supones? —

— ¿Si? —

— Le haz dicho a Ben sobre el beso que te diste a hace tiempo — Se cruzó de brazos elevando una ceja

— No es como si el fuera un santo. Aunque le creería si llegara virgen a los 40 —

— No, pero, no se beso con alguien de su mismo género —

Decirle a Ben acerca de el beso era como meterse a la boca de la bestia. Negó suspirando levemente

— Ni siquiera yo podría decírmelo... Y es que a veces... Me arrepiento —

[...]

Evie iba de regreso, tener la telas en una habitación que compartía con Mal no era buena idea debido a los berrinches que su compañera le hacía. Regresaba de aquel pesado día de hacer los nuevos vestidos para la gran boda de Ben y Mal, lo único que la alegraba era tener que ver a Mal y oírla

Pero, se detuvo antes de entrar para poder escuchar una conversación.

— ¿Te arrepientes? —

— Sí... Me arrepiento de haberle dado ese beso a Evie —

Sintió un hueco y un nudo en la garganta que la hizo tragar saliva con dificultad. Comenzó a retroceder tirando sus cuadernos y salió corriendo pero no había escuchado totalmente.

— Pero a veces es tan bueno recordar el beso que la había dado antes de llegar aquí que me hace sentir bien... —

𝙄𝙩 𝙬𝙞𝙡𝙡 𝙗𝙚 𝙤𝙪𝙧 𝙨𝙚𝙘𝙧𝙚𝙩.| 𝘔𝘦𝘷𝘪𝘦 𝘧𝘢𝘯𝘧𝘪𝘤𝘵𝘪𝘰𝘯Where stories live. Discover now